El neoliberalismo dejó un país reorientado a favorecer los intereses concentrados mayoritariamente extranjeros en todas las áreas estratégicas. Desde los fondos previsionales controlados por la banca privada hasta empresas de la talla de YPF en manos de Repsol, es fácil divisar un diseño de país entregado de pie y manos a intereses no precisamente consustanciados con las necesidades del pueblo argentino.
Cuadro: Principales países petroleros
Participación estatal en las campañías del sector
Nada indica que Cristina Fernández de Kirchner haya llegado hasta acá para quedar apresada dentro de ese corralito neoliberal. Ella sabe mejor que nadie que sin romper esas ataduras no hay futuro para el pueblo argentino, por eso avanza en un sentido que sin dudas cuenta con un fuerte consenso entre los argentinos que tienen a YPF como una de sus empresas más queridas.
Ha llegado el momento de empezar a romper ese corsé y Cristina Fernández de Kirchner opera en consecuencia por las sencilla razón de que ahora cuenta con el consenso y las mayorías parlamentarias necesarias como para desenvolver una política soberana que en materia petrolera no hace más que colocar a la Argentina en sintonía con los principales países petroleros del mundo que, como se ve en estos recuadros, tienen una muy fuerte participación estatal.
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