Fue desopilante, como el personaje del Acalde Diamante, el político que gobierna Springfield, la ciudad donde viven los Simpsons.
Mauricio Macri ofreció una conferencia de prensa en la que contó que estaba tan preocupado por la nacionalización de YPF que se desveló a las 5 de la mañana, fue a ver a Antonia, su hija y pensó "en todos los argentinos indefensos".
La fábula que Macri memorizó y narró con esfuerzo, no era más que el preludio para oponerse a la recuperación de YPF por parte del Estado Nacional.
En lo que fue una encendida defensa de los intereses de Repsol, Macri se quejó: "Borran con el codo lo que escribieron con la mano" y le echó la culpa por la privatización de YPF en los 90 a Cristina Kirchner, su argumento fue: "Yo en los 90 estaba preocupado porque Boca gane torneos".
Asimismo, intentó descalificar la inversión en hidrocarburos y pidió, con mucha ingenuidad, que se invierta en energías limpias, como la solar y la eólica, algo que resulta complejo por la matriz de consumo de energía para la producción de bienes y servicios en Argentina y el mundo.
En la exposición realizada también aseguró que se trata de una decisión "en contra de los intereses de los argentinos" y agregó que "con mucho dolor, los diputados del PRO no van a acompañar" el proyecto enviado por la Presidenta de la Nación al Congreso Nacional.
En ese sentido, le pidió a los legisladores que "piensen en la patria y en la gente", mientras defendía que la empresa quedara en manos extranjeras, incluso habiendo reconocido que Repsol "no hizo lo que correspondía".
La conferencia de prensa resultó graciosa, Macri intentó mostrarse afectado, preocupado; narró una historia en la que incluyó a su hija, citó a Frondizi, pidió energías renovables y en definitiva, defendió los intereses de una multinacional extranjera que usufructuó los recursos naturales de todos los argentinos
1 comentario:
¡Mirá que hay que tener poca verguenza para ponerse a hablar como si supiera!
Este tipo preocupado por el futuro de su nenita ... Cuando se raja a la mierda cada dos por tres para rascarse el higo en lugares remotos, la "preocupación" se le esfuma como por arte de magia.
¿Y todavía faltan casi 4 años para sacarse de encima a este plomo neoliberal y a sus cómplices?
Saludos
Tilo, 70 años
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