Domingo 12 de mayo desde las 15 horas en la Plaza "Madres del Pañuelo Blanco", Donado y Balbín.
Los esperamos! Unidos y Organizados Comuna 12
Los esperamos! Unidos y Organizados Comuna 12
Proponen cerrar un barrio para que no se inunde. EL GOBIERNO PORTEÑO PROPUSO LEVANTAR UNA “BARRERA DE CONTENCION” PERIMETRAL EN EL BARRIO MITRE
El barrio de seis hectáreas, en Saavedra, fue uno de los más afectados el 2 de abril. La propuesta no es bien vista por los vecinos que, pese a eso, la analizan. Además sugirieron construir reservorios en los parques Sarmiento y Saavedra.
Por Eduardo Videla
El Gobierno de la Ciudad les propuso a los habitantes del Barrio Mitre, uno de los más afectados por las últimas inundaciones, construir una “barrera de contención”, una suerte de muro perimetral que impida el anegamiento en casos de fuertes lluvias. La propuesta no cayó bien entre los vecinos del barrio, que temen un agravamiento de la situación de estigmatización que ya viven. Sin embargo, aún no lo rechazaron porque están haciendo consultas con ingenieros de la UBA y del gobierno nacional para ver si hay mejores opciones.
La propuesta fue entregada a los vecinos hace dos semanas, en una reunión que encabezaron los ministros de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro, y de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, y del que participaron ingenieros y arquitectos de esta cartera. “Para evitar el ingreso de agua se intervendrá el perímetro con una barrera verde de contención que tendrá un nivel de 30 centímetros por encima del máximo nivel de agua registrado en la inundación del pasado 2 de abril”, dice la propuesta entregada a los vecinos en una carpeta anillada, con planos descriptivos, uno de los cuales se publica en esta página.
Durante ese temporal, el agua llegó en algunas viviendas a 1,50 metro de altura. Como el barrio está en una depresión del terreno, la barrera perimetral sería de 1 a 1,50 metro, explicaron los especialistas. Podría ser un talud de tierra con césped, canteros de hormigón con plantas, una pared pintada y hasta una tribuna en la canchita ubicada en Correa y Posta, propusieron.
Ese perímetro estaría cortado por dos entradas, una en cada extremo de la calle interna del barrio, que tiene unas seis hectáreas. Para que el agua no ingrese por esos accesos, se construirán allí rampas elevadas. Esa propuesta se complementaría con la construcción de un reservorio bajo la placita del barrio.
La propuesta incluye además la construcción de otros dos reservorios, uno en el Parque Saavedra y otro en el Sarmiento. Ambos serían a cielo abierto y actuarían como lagos aliviadores ubicados sobre la traza del arroyo Medrano. Serían parte de una segunda etapa, cuya ejecución llevaría entre cuatro y cinco años. Más a largo plazo está la construcción de un canal aliviador del Medrano, cuya licitación fue suspendida por falta de financiamiento, que el gobierno porteño atribuye a la falta de avales del gobierno nacional.
Los vecinos del Barrio Mitre analizaron las propuestas en una asamblea. Estuvieron de acuerdo con todas, con excepción de la construcción de la barrera perimetral. “No nos gusta la idea del muro”, dijo a Página/12 Walter Correa, presidente de uno de los consorcios en que está organizado el barrio. “Se resolvió agotar todas las consultas posibles a especialistas para saber si hay otra solución alternativa”, agregó Mariano Przybylski, abogado de los vecinos. “El barrio ya está bastante estigmatizado y esta idea agravaría la situación.”
Los vecinos insisten en la necesidad de limpiar el curso del Medrano, entubado en todo su recorrido porteño, y del dragado en su desembocadura, en el Río de la Plata, a la altura de Ciudad Universitaria, para facilitar el escurrimiento. Fundamentan el reclamo en la inspección que realizaron días atrás, junto a funcionarios, donde observaron que el arroyo tenía 1,20 metro de altura en un día seco y las aguas corrían lentamente. Los funcionarios sostienen que el arroyo se autolimpia y aseguran que la obra de dragado ya está licitada.
La última inundación unió el reclamo de los vecinos de Saavedra con los del Mitre, un complejo de viviendas populares enclavado en aquel barrio. A unos y otros el agua les llegó hasta 1,50 metro dentro de sus casas y perdieron buena parte de sus bienes. Al Barrio Mitre fue la presidenta Cristina Kirchner el 3 de abril, el día después de la inundación, que allí produjo una víctima fatal. A Saavedra fue el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, que visitó algunas viviendas el 26 de abril, el día de la represión en el Hospital Borda.
El día de su visita, CFK ordenó al secretario de Obras Públicas de la Nación elaborar una propuesta para evitar inundaciones en el Barrio Mitre. La primera iniciativa fue la construcción de un reservorio en los terrenos del shopping DOT, que ya está en curso. Allí se debería almacenar el agua que escurre desde el centro comercial, que hasta ahora era derivada a los pluviales y desbordaba hasta anegar el barrio. Hasta ahora, los vecinos no recibieron otra propuesta de la Nación.
La del reservorio en el shopping no es una idea novedosa. “Estaba en la ley que autorizaba la construcción allí de un centro comercial”, dijo el abogado Przybylski. Sólo que nunca se cumplió. La de los reservorios en los parques toma la idea de vecinos de Palermo que propusieron la construcción del lago Pacífico, aliviador del Maldonado.
En la Asamblea de Saavedra tampoco ven con buenos ojos la construcción de una barrera en torno del Barrio Mitre. Coinciden en que aislará aún más a ese barrio y a la vez temen que el agua que no ingresa allí escurra hacia sus casas.
Multitudinario “Homenaje a la Patria Grande” en el estadio de All Boys. Maduro con la militancia
Con la presencia del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, más de 25 mil militantes de todas las agrupaciones del espacio Unidos y Organizados colmaron la cancha de All Boys y homenajearon a Néstor Kirchner y Hugo Chávez.
“Tenemos que dar gracias de haber servido a la causa de dos gigantes de América”, destacó Maduro, y agregó que “en la famosa cumbre de las Américas de 2005, si no hubiese sido por la lucha de Kirchner, Lula y Chávez, no hubiésemos resistido la colonización económica que pretendían impulsar a través del Alca”.
El acto comenzó con los himnos de Venezuela y Argentina y un emotivo video realizado por el equipo de comunicación de UyO que recorrió la historia de las luchas populares de América Latina, que se intensificaron durante los últimos diez años en los que de la mano de Chávez y Kirchner resurgió el sentimiento latinoamericanista y la defensa desde el Estado de los intereses populares.
Ante un estadio pleno de calor y color militante, Maduro alertó “sobre el rebrote de una derecha peligrosa que pretende infestar de fascismo a las corrientes políticas de la centro derecha y derechas latinoamericanas”. En ese sentido, enfatizó que “si alguien garantiza en Venezuela la democracia y la paz es este presidente obrero, chavista, kirchnerista y peronista que está aquí, este hombre del pueblo que Hugo Chávez dejó para que la patria continuara su rumbo”.
Uno de los momentos destacados de la noche se produjo cuando los militantes cantaban “Chavéz vive, la lucha sigue!”. Maduro frenó su discurso y escuchó, para luego redoblar la apuesta gritando: “Kirchner vive, la lucha sigue”, y agregó “Bolivar vive la lucha sigue”, y siguió con San Martín, Evita y Perón. Cinco líderes latinoamericanos que dieron la vida en la construcción de la Patria Grande y que hoy ven los frutos de esa construcción en la voz de cada militante coreando sus nombres.
El presidente bolivariano finalizó su discurso saludando a cada una de las organizaciones que componen Unidos y Organizados y realizando un llamado a impulsar una nueva matriz económica y a construir un “Mercosur obrero”.
A UN MES DEL TEMPORAL FATAL MACRI PREFIRIÓ GUARDIOLA A LOS INUNDADOS
Mientras los flashes de fotos de la mayoría de los medios se encontraban con la visita del ex entrenador del Barça, los vecinos del Barrio Mitre todavía aguardan una solución y la espera parece infinita.
"Macri quiere la Policía Metropolitana para espiar y reprimir a los vecinos" - Lo aseguró el vicepresidente Amado Boudou
Lo aseguró el vicepresidente Amado Boudou, al referirse a la represión ejercida contra empleados, pacientes y periodistas, durante una protesta por la demolición de un taller del Hospital Borda para la futura construcción del centro cívico.
"Nos preguntábamos por qué el gobierno de la Ciudad quería tener la policía, y hoy lo sabemos con total claridad: porque quiere espiar y reprimir a los vecinos cuando algo no le gusta", declaró Boudou al participar de un encuentro sobre Violencia Institucional en el Congreso Nacional.
Además, el vicepresidente advirtió que esos hechos "no forman parte de la agenda de los medios masivos concentrados" y cuestionó la cobertura periodística que hicieron los monopolios mediáticos sobre lo ocurrido en el Borda el 26 de abril último.
"Fue un hecho terrible la represión y la cobertura mediática", opinó Boudou al participar de un encuentro sobre violencia institucional en el Congreso Nacional y que esta tarde se trasladará a carpas instaladas en la plaza frente al Parlamento.
En este marco, planteó que existen "dos modelos distintos de seguridad" en el país y diferenció al implementado por el gobierno nacional desde hace 10 años "que tiene que ver con la inclusión social" del impulsado por Macri, a quien responsabilizó por "el espantoso presente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
"Ha sido un hecho terrible los balazos, la represión y la cobertura mediática; terrible que políticos de la democracia digan que una fuerza policial con armas, palos, cascos y escudos era atacada por enfermos, trabajadores y personas que estaban allí protestando", reflexionó Boudou.
En cambio, destacó los cambios impulsados por el gobierno nacional que apuntan, entre otras cosas, a la "democratización de la justicia profunda, a la no criminalización de la protesta social y a ir creando una Argentina de paz y trabajo".
"Nos preguntábamos por qué el gobierno de la Ciudad quería tener la policía, y hoy lo sabemos con total claridad: porque quiere espiar y reprimir a los vecinos cuando algo no le gusta", declaró Boudou al participar de un encuentro sobre Violencia Institucional en el Congreso Nacional.
Además, el vicepresidente advirtió que esos hechos "no forman parte de la agenda de los medios masivos concentrados" y cuestionó la cobertura periodística que hicieron los monopolios mediáticos sobre lo ocurrido en el Borda el 26 de abril último.
"Fue un hecho terrible la represión y la cobertura mediática", opinó Boudou al participar de un encuentro sobre violencia institucional en el Congreso Nacional y que esta tarde se trasladará a carpas instaladas en la plaza frente al Parlamento.
En este marco, planteó que existen "dos modelos distintos de seguridad" en el país y diferenció al implementado por el gobierno nacional desde hace 10 años "que tiene que ver con la inclusión social" del impulsado por Macri, a quien responsabilizó por "el espantoso presente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
"Ha sido un hecho terrible los balazos, la represión y la cobertura mediática; terrible que políticos de la democracia digan que una fuerza policial con armas, palos, cascos y escudos era atacada por enfermos, trabajadores y personas que estaban allí protestando", reflexionó Boudou.
En cambio, destacó los cambios impulsados por el gobierno nacional que apuntan, entre otras cosas, a la "democratización de la justicia profunda, a la no criminalización de la protesta social y a ir creando una Argentina de paz y trabajo".
"Todavía no pudimos acceder a los subsidios. No hay respuestas, no vino nadie, no nos informan las obras que van a hacer. Estamos abandonados
Vecinos de los barrios porteños de Saavedra, Villa Urquiza, Belgrano y Núñez protestaron con un corte de tránsito realizado en la esquina de Cabildo y Crisólogo Larralde por la "falta de respuestas " del gobierno porteño a los damnificados de las inundaciones.
"Todavía no pudimos acceder a los subsidios. No hay respuestas, no vino nadie, no nos informan las obras que van a hacer. Estamos abandonados", dijo a Télam Ana Fernández, vecina de la Asamblea de Saavedra, al cumplirse hoy un mes del temporal que dejó seis muertos en la ciudad.
Carlos, otro vecino, manifestó que entre los damnificados armaron una comisión para "informar acerca de la situación del barrio y proponer soluciones", pero que necesitan "ser escuchados".
Los integrantes de la Asamblea de Saavedra realizan manifestaciones todas las semanas desde las últimas inundaciones bajo las consignas "Inmediata limpieza del entubamiento del Arroyo Medrano" y "Dragado en la desembocadura del Río de la Plata".
Además, reclaman "subsidios que cubran totalmente los daños sufridos", un "plan de emergencia y alerta temprano" de eventos naturales y "la eximición del pago del ABL en el área afectada, hasta la terminación del las obras estructurales" y no solamente por los seis meses que estableció el gobierno de Mauricio Macri.
"Todavía no pudimos acceder a los subsidios. No hay respuestas, no vino nadie, no nos informan las obras que van a hacer. Estamos abandonados", dijo a Télam Ana Fernández, vecina de la Asamblea de Saavedra, al cumplirse hoy un mes del temporal que dejó seis muertos en la ciudad.
Carlos, otro vecino, manifestó que entre los damnificados armaron una comisión para "informar acerca de la situación del barrio y proponer soluciones", pero que necesitan "ser escuchados".
Los integrantes de la Asamblea de Saavedra realizan manifestaciones todas las semanas desde las últimas inundaciones bajo las consignas "Inmediata limpieza del entubamiento del Arroyo Medrano" y "Dragado en la desembocadura del Río de la Plata".
Además, reclaman "subsidios que cubran totalmente los daños sufridos", un "plan de emergencia y alerta temprano" de eventos naturales y "la eximición del pago del ABL en el área afectada, hasta la terminación del las obras estructurales" y no solamente por los seis meses que estableció el gobierno de Mauricio Macri.
SAAVEDRA A UN MES DE LA ULTIMA INUNDACION !!
Vecinos de Saavedra realizaron un corte a un mes de la inundación
La asamblea de ese barrio porteño se concentró en Cabildo y Crisólogo Larralde para reclamar al Gobierno porteño las obras necesarias para evitar futuras catástrofes. Criticaron a Macri por la "falta de obras y las demoras".
Al igual que los platenses, a un mes de la trágica inundación, los vecinos del barrio porteño de Saavedra se movilizaron y realizaron un corte de calle por la falta de obras de parte del Gobierno de la Ciudad para evitar futuras catástrofes en la zona.
La protesta se realizó en la esquina de avenida Cabildo y Crisólogo Larralde, en el límite entre los barrios de Saavedra y Núñez donde los vecinos de esos barrios en conjunto cortaron el tránsito para manifestar sus reclamos.
Allí criticaron a Mauricio Macri por la "falta de obras y las demoras" y le reclamaron "soluciones de fondo" al problema de las inundaciones en el barrio.
"Hay una total falta de compromiso del gobierno macrista para encarar obras y para establecer un plan de emergencia y prevención", cuestionó un vecino en diálogo con la prensa.
"No empezaron las obras correspondientes", aseguraron en la convocatoria los vecinos acerca de la limpieza del ducto del arroyo Medrano y el dragado que desemboca en el Río de la Plata.
"Los funcionarios del Gobierno de la Ciudad no nos han dado ninguna reunión, por lo que no hay ningún compromiso ni de limpieza, ni de obra, ni de plan de emergencia", reclamaron.
Luego del trágico temporal que dejó seis muertos en la Capital, las autoridades porteñas comunicaron a los vecinos que las obras proyectadas para prevenir las inundaciones tardarán cuatro años en ejecutarse. Pero desde el 2 de abril hasta ahora, no hubo señales de que hayan puesto manos a la obra.
La asamblea de ese barrio porteño se concentró en Cabildo y Crisólogo Larralde para reclamar al Gobierno porteño las obras necesarias para evitar futuras catástrofes. Criticaron a Macri por la "falta de obras y las demoras".
Al igual que los platenses, a un mes de la trágica inundación, los vecinos del barrio porteño de Saavedra se movilizaron y realizaron un corte de calle por la falta de obras de parte del Gobierno de la Ciudad para evitar futuras catástrofes en la zona.
La protesta se realizó en la esquina de avenida Cabildo y Crisólogo Larralde, en el límite entre los barrios de Saavedra y Núñez donde los vecinos de esos barrios en conjunto cortaron el tránsito para manifestar sus reclamos.
Allí criticaron a Mauricio Macri por la "falta de obras y las demoras" y le reclamaron "soluciones de fondo" al problema de las inundaciones en el barrio.
"Hay una total falta de compromiso del gobierno macrista para encarar obras y para establecer un plan de emergencia y prevención", cuestionó un vecino en diálogo con la prensa.
"No empezaron las obras correspondientes", aseguraron en la convocatoria los vecinos acerca de la limpieza del ducto del arroyo Medrano y el dragado que desemboca en el Río de la Plata.
"Los funcionarios del Gobierno de la Ciudad no nos han dado ninguna reunión, por lo que no hay ningún compromiso ni de limpieza, ni de obra, ni de plan de emergencia", reclamaron.
Luego del trágico temporal que dejó seis muertos en la Capital, las autoridades porteñas comunicaron a los vecinos que las obras proyectadas para prevenir las inundaciones tardarán cuatro años en ejecutarse. Pero desde el 2 de abril hasta ahora, no hubo señales de que hayan puesto manos a la obra.
La Ciudad no envió la ayuda al Barrio Mitre a un mes de las inundaciones
En este rincón del barrio de Saavedra, las veredas aún muestran como señales de la destrucción, el abandono o la desidia, algunos electrodomésticos, maderas hinchadas que fueron muebles y otros bienes estropeados por la inundación y su paso destructivo, insensible a las vivencias afectivas asociadas a ellos.
El olor a comida recién hecha que manaba de las casas de puertas abiertas interrumpía por unos momentos esa sensación de miedo que había vuelto anoche y hoy por la mañana, hasta que cesó el alerta meteorológico por lluvias en el área de la Capital.
"Ayer decían que la televisión anunciaba alerta meteorológico y nos asustamos más, porque desde la inundación pasada vivimos con miedo; los chicos lloran, estamos sin dormir", contó Verónica, una vecina de 39 años que vive con sus dos hijos.
La vecina remarcó la ayuda de los psicólogos "que trajeron de Nación a los dos días del temporal", porque "necesitábamos eso" después del episodio traumático "que no nos dio tiempo a nada".
Verónica criticó que desde el Gobierno de la Ciudad "siempre nos tienen de aquí para allá", porque "me dijeron que el 11 de abril me presente en el CGP, prometieron que iban a llamarme y hasta ahora no lo hicieron, y hoy nos convocaron para hacer una nueva verificación y dijeron que en dos semanas nos van a avisar en dónde cobrar el subsidio".
La vecina relató a Télam que funcionarios del gobierno porteño les pidieron que hicieran una lista genérica, no exhaustiva, de las pertenencias perdidas en el temporal, y les informaron que cobrarán un subsidio por un máximo de 20.000 pesos, aunque serán las autoridades las que determinen cuánto recibirá cada afectado.
Distinto es el caso de Norma, una empleada del Gobierno de la Ciudad de 50 años, que vive con su hijo, su nuera y sus dos sobrinos, a quien "le niegan" el subsidio porque a que ella ya le habían otorgado un crédito en el Banco Ciudad, pero debido a la situación debió invertir en arreglos urgentes para su casa y no pudo pagar la cuota correspondiente a la entidad bancaria.
"Yo pensé que era un dinero aparte, pero me dijeron sin vueltas que no me iban a dar el subsidio", declaró Norma, quien estima que las pérdidas en su casa -desde la mesa y las sillas hasta el televisor, placar y paredes aún húmedas- superan los 20.000 pesos.
"En el Gobierno de la Ciudad nadie te contempla nada porque no sos problema de ellos", dijo la mujer, quien además tiene que operarse de la columna, pero debió posponerlo debido a las pérdidas del temporal y el ahogo financiero que eso acarreó.
Ayelén, una mujer de 25 años que vive con su esposo y sus dos hijos, preparaba a su nene menor para llevarlo al médico por una conjuntivitis, "consecuencia de las inundaciones", aclaró.
"Hay mucha tierra y las paredes no se secan más", sostuvo Ayelén. "Hoy lo llevo a mi hijo menor al doctor, pero el más grande ya tuvo un episodio de gastroenteritis y otro de bronquitis", agregó.
Enfrente, Evelyn, de 18 años, que vive con su hermano y su papá, también damnificados, criticó que "no tuvimos respuestas del gobierno de Macri, aunque las pedimos".
"Aunque esta es la primera vez que el agua entra con tanta fuerza, mi casa ya se había inundado varias veces, y en el Gobierno de la Ciudad nunca respondieron nuestros reclamos", dijo. "Siempre tuvimos que arreglarnos entre nosotros y hacer todo solos", protestó.
2 de mayo, se cumple UN MES de la última inundación y no se han empezado las obras correspondientes
Hoy 02 de mayo, se cumple UN MES de la última inundación y no se han empezado las obras correspondientes. Los funcionarios del GCBA no nos han dado ninguna reunión, por lo que no hay ningún compromiso ni de limpieza, ni de obra ni de plan de emergencia.
Volveremos a cortar Cabildo y C. Larralde a las 19hs. y nos movilizamos
Volveremos a cortar Cabildo y C. Larralde a las 19hs. y nos movilizamos
Multitudinaria marcha contra la represión en el Borda
La represión del Borda, que dejó más de 50 heridos, reunió a toda la oposición al macrismo este martes, durante la masiva movilización que protagonizaron organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos y partidos políticos, en una demostración de unidad que también incluyó espacios políticos alineados con el gobierno nacional y también, fervientes y activos opositores por izquierda. El Frente y Edgardo Depetri presentes en la marcha.
La movilización, evocó la creciente masividad de las marchas conmemorativas del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, pero esta vez apuntó contra el operativo represivo que desarrolló la Metropolitana durante la madrugada del viernes pasado cuando desplegó más de 400 efectivos que golpearon ferozmente a médicos, pacientes psiquiátricos y periodistas. La marcha arrancó después del mediodía del martes, desde el cruce de 9 de Julio con Avenida de Mayo, y logró a reunir a la CTA que dirige Hugo Yasky con la que encabeza Pablo Micheli, las dos Centrales de los Trabajadores Argentinos.
El repudio al operativo no sólo unió a dos centrales que hasta ahora estaban enfrentadas: también reunió en la misma calle a movimientos como Unidos y Organizados el cual integramos como Frente Transversal junto con La Cámpora, Kolina y Tupac Amaru entre otros, con columnas del Marea Popular y gremios de prensa como Utpba y Argra.
La movilización, evocó la creciente masividad de las marchas conmemorativas del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, pero esta vez apuntó contra el operativo represivo que desarrolló la Metropolitana durante la madrugada del viernes pasado cuando desplegó más de 400 efectivos que golpearon ferozmente a médicos, pacientes psiquiátricos y periodistas. La marcha arrancó después del mediodía del martes, desde el cruce de 9 de Julio con Avenida de Mayo, y logró a reunir a la CTA que dirige Hugo Yasky con la que encabeza Pablo Micheli, las dos Centrales de los Trabajadores Argentinos.
El repudio al operativo no sólo unió a dos centrales que hasta ahora estaban enfrentadas: también reunió en la misma calle a movimientos como Unidos y Organizados el cual integramos como Frente Transversal junto con La Cámpora, Kolina y Tupac Amaru entre otros, con columnas del Marea Popular y gremios de prensa como Utpba y Argra.
Todas esas fuerzas y organizaciones sociales reclamaron la renuncia del ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, junto a las Madres de Plaza de Mayo y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Ante la masividad, el gobierno porteño prepara una contraofensiva legal donde buscará identificar militantes encapuchados para justificar la represión que se registró en el nosocomio.
Edgardo Depetri estuvo presente y dejo algunas palabras: Tuvimos la decisión del Jefe de gobierno más nefasta que recordemos en estos tiempos políticos. Hace 10 años que la Argentina viene cambiando por el gobierno de Néstor y Cristina de no criminalizar la protesta social, de evitar la represión y convocar siempre al dialogo, para resolver las diferentes situaciones que se puedan dar en un reclamo o en un conflicto. Y el jefe de gobierno porteño nos recuerda a la dictadura militar, o la los trágicos momentos del 19 y 20 de diciembre del 2001, cuando veíamos avanzar a las fuerza de seguridad, y sobre todo la policía metropolitana ahora creada por él, cuyo responsable primario fue el Fino Palacios y que en toda su estructura queda esta decisión de represión salvaje. Entonces venimos a estar aquí solidariamente acompañando a los trabajadores, y por supuesto con Unidos y Organizados, con los demas sectores políticos, sociales y culturales no solamente a solidarizarnos, si a repudiar el hecho con una masiva marcha.
Frondizi: “Pedimos juicio político contra Macri” LA CTA ANUNCIÓ UNA MOVILIZACIÓN MAÑANA A LAS 11 A LA JEFATURA DE GOBIERNO
La CTA brindó una conferencia de prensa para anunciar una movilización en repudio a la represión en el Borda del viernes pasado. La marcha tendrá lugar mañana martes 30 a las 11 horas. Será hacia la Jefatura de Gobierno, desde 9 de Julio y Avenida de Mayo. Adhieren los trabajadores estatales, de la educación y del subte.
De la conferencia de prensa, que tuvo lugar en la sede nacional de la CTA, participaron el secretario general de la CTA, Hugo Yasky; el secretario general de la Junta Interna de Talleres Protegidos del Hospital Borda, Marcelo Frondizi; el secretario general adjunto de la misma junta interna, Ernesto Balbiano; el secretario general de UTE, Eduardo López; el secretario general del Sindicato del Subte, Roberto Pianelli, el secretario de Derechos Humanos de la CTA, Pablo Reyner; Carlos Girotti, miembro de la de la conducción de la Central y el legislador porteño Francisco “Tito” Nenna, entre muchos otros referentes de la ciudad de Buenos Aires que se acercaron a expresar su repudio a los hechos ocurridos el viernes en el Borda.
El primero en tomar la palabra fue Yasky, que adelantó: “estamos acá para repudiar una represión que fue ejercida de manera violenta, brutal e injustificada, que significó la agresión no solamente a trabajadores del hospital sino a trabajadores de prensa y a pacientes de un centro neuropsiquiátrico".
Además, el Secretario General de la CTA rechazó el argumento de que hubo "enfrentamientos", esgrimido por el macrismo y repetido por ministro porteño de Seguridad, Guillermo Montenegro: "Las imágenes hablan por sí solas, acá la violencia vino de un solo lado". Y agregó que no fue "un exceso ni una falta de protocolo, sino la decisión del jefe de la Ciudad y de los que lo secundan...de este energúmeno llamado Montenegro".
Sobre la represión en el Borda, concluyó: "es la demostración de la violencia de quienes gobiernan en contra de los derechos de los más débiles”.
Luego, Frondizi apuntó sobre la represión del viernes que “en un espacio que tiene que ser de salud y tranquilidad, lo único que encontraron los pacientes fueron palos, golpes y represión y ver que sus propios médicos y auxiliares en rehabilitación eran brutalmente golpeados por la policía. Macri es un criminal y hay que pedirle juicio político”.
El referente de los trabajadores porteños también confirmó, mostrando una resolución del juez Fernando Lima, que existía una medida cautelar que "impedía avanzar sobre el Borda". Un dato que contradice la afirmación del gobierno macrista.
Frondizi además adelantó que los trabajadores del estado van “a parar con nuestro gremio con una movilización a la Legislatura. Los compañeros docentes van a hacer un cese de tarea y a participar de la movilización. También van a estar los compañeros del subte, que levantarán los molinetes. Organizaciones sociales y políticas van a participar. Vamos a volver a pedir la renuncia de Montenegro. Y decimos que también hay que hacer un juicio político a los responsables. A Macri, y a Chain y Montenegro, que fueron quienes dibujaron una resolución para que la policía invada el Borda y se derrumbe el taller protegido 19”.
La movilización que mencionó Frondizi tendrá lugar mañana martes 30 y será hacia la Jefatura de Gobierno, con una concentración en 9 de Julio y Avenida de Mayo a las 11 horas.
Uno de los gremios que participará de la marcha será la Unión de Trabajadores de la Educación. Al respecto, su secretario general Eduardo López sostuvo: “Convocamos a toda la ciudadanía a la marcha porque reprimir en un neuropsiquiátrico es un punto límite que no podemos naturalizar. Así como defendemos las escuelas y la comunidad educativa, también tenemos que defender la salud pública”. Además, López adelantó que mañana martes no habrá paro docente sino que el gremio va “a realizar un cese de tareas para participar masivamente de la marcha, manteniendo abiertas las escuelas”.
Por su parte, Roberto Pianelli agregó que en este marco los trabajadores del subte mañana levantarán los molinetes como medida de repudio: “A nosotros nos avergüenza que en esta Ciudad de Buenos Aires no solamente se vulnere impunemente la ley sino que se quieran volver a utilizar métodos que no recordábamos desde los años de plomo o desde los últimos días de De la Rúa, cuando molían a un montón de jóvenes en la calle. Si no hubo un muerto fue de casualidad”, apuntó enfático.
De la conferencia de prensa, que tuvo lugar en la sede nacional de la CTA, participaron el secretario general de la CTA, Hugo Yasky; el secretario general de la Junta Interna de Talleres Protegidos del Hospital Borda, Marcelo Frondizi; el secretario general adjunto de la misma junta interna, Ernesto Balbiano; el secretario general de UTE, Eduardo López; el secretario general del Sindicato del Subte, Roberto Pianelli, el secretario de Derechos Humanos de la CTA, Pablo Reyner; Carlos Girotti, miembro de la de la conducción de la Central y el legislador porteño Francisco “Tito” Nenna, entre muchos otros referentes de la ciudad de Buenos Aires que se acercaron a expresar su repudio a los hechos ocurridos el viernes en el Borda.
El primero en tomar la palabra fue Yasky, que adelantó: “estamos acá para repudiar una represión que fue ejercida de manera violenta, brutal e injustificada, que significó la agresión no solamente a trabajadores del hospital sino a trabajadores de prensa y a pacientes de un centro neuropsiquiátrico".
Además, el Secretario General de la CTA rechazó el argumento de que hubo "enfrentamientos", esgrimido por el macrismo y repetido por ministro porteño de Seguridad, Guillermo Montenegro: "Las imágenes hablan por sí solas, acá la violencia vino de un solo lado". Y agregó que no fue "un exceso ni una falta de protocolo, sino la decisión del jefe de la Ciudad y de los que lo secundan...de este energúmeno llamado Montenegro".
Sobre la represión en el Borda, concluyó: "es la demostración de la violencia de quienes gobiernan en contra de los derechos de los más débiles”.
Luego, Frondizi apuntó sobre la represión del viernes que “en un espacio que tiene que ser de salud y tranquilidad, lo único que encontraron los pacientes fueron palos, golpes y represión y ver que sus propios médicos y auxiliares en rehabilitación eran brutalmente golpeados por la policía. Macri es un criminal y hay que pedirle juicio político”.
El referente de los trabajadores porteños también confirmó, mostrando una resolución del juez Fernando Lima, que existía una medida cautelar que "impedía avanzar sobre el Borda". Un dato que contradice la afirmación del gobierno macrista.
Frondizi además adelantó que los trabajadores del estado van “a parar con nuestro gremio con una movilización a la Legislatura. Los compañeros docentes van a hacer un cese de tarea y a participar de la movilización. También van a estar los compañeros del subte, que levantarán los molinetes. Organizaciones sociales y políticas van a participar. Vamos a volver a pedir la renuncia de Montenegro. Y decimos que también hay que hacer un juicio político a los responsables. A Macri, y a Chain y Montenegro, que fueron quienes dibujaron una resolución para que la policía invada el Borda y se derrumbe el taller protegido 19”.
La movilización que mencionó Frondizi tendrá lugar mañana martes 30 y será hacia la Jefatura de Gobierno, con una concentración en 9 de Julio y Avenida de Mayo a las 11 horas.
Uno de los gremios que participará de la marcha será la Unión de Trabajadores de la Educación. Al respecto, su secretario general Eduardo López sostuvo: “Convocamos a toda la ciudadanía a la marcha porque reprimir en un neuropsiquiátrico es un punto límite que no podemos naturalizar. Así como defendemos las escuelas y la comunidad educativa, también tenemos que defender la salud pública”. Además, López adelantó que mañana martes no habrá paro docente sino que el gremio va “a realizar un cese de tareas para participar masivamente de la marcha, manteniendo abiertas las escuelas”.
Por su parte, Roberto Pianelli agregó que en este marco los trabajadores del subte mañana levantarán los molinetes como medida de repudio: “A nosotros nos avergüenza que en esta Ciudad de Buenos Aires no solamente se vulnere impunemente la ley sino que se quieran volver a utilizar métodos que no recordábamos desde los años de plomo o desde los últimos días de De la Rúa, cuando molían a un montón de jóvenes en la calle. Si no hubo un muerto fue de casualidad”, apuntó enfático.
Mauricio Macri culpó "a grupos violentos" por lo sucedido.
No se refería a su policía desmadrada: sino a un gremio como ATE, a legisladores de media docena de partidos, médicos, enfermeros, internos del hospital y vecinos que se manifestaban en contra de la demolición de un taller de reinserción laboral emprendida por el gobierno municipal entre gallos y medianoche.
Como si fuera un Ravi Shankar de consumo infantil, Macri se esforzó en presentar a la Metropolitana como un cuerpo de boy scouts y a sus funcionarios como monaguillos penitentes acosados por hordas barbáricas. Usó la conferencia de prensa para insistir, una y otra vez, con la idea de un jefe de gobierno que pretende gestionar y es atacado por bandas de irracionales, sin mencionar siquiera la palabra represión. Se ve que Jaime Durán Barba lo tiene bien adoctrinado. En el diccionario cínico del macrismo, una acción como la que llevó a cabo su policía –cuestionada desde su fundación– es apenas la inocente defensa de un predio deshabitado contaminado de asbesto, lo que representa un riesgo grave a la salud, que justificaría todo, absolutamente todo lo grave que pasó. Es decir: para defender la presunta salud futura de los vecinos y un supuesto terreno casi baldío, más de 200 policías con cascos, escudos, armas largas y cortas y gas pimienta en cantidades industriales que produjeron un zafarrancho en un hospital, donde se violó la seguridad física de los manifestantes, de los internos y de los profesionales, son secuelas gravísimas. No hay relación entre una cosa y la otra. No se puede provocar un daño mayor tratando de impedir uno menor. Y, mucho menos, hacerlo sin la orden de un juez competente. Sus funcionarios dijeron que no había orden de desalojo porque, al tratarse de un predio solitario, no había desalojo que concretar. Y, entonces, la represión, ¿quién la ordenó? Según confesó Montenegro, después de dar varias vueltas ante los periodistas que preguntaban, fue él. Pero en todo momento, se refirió a la represión como la respuesta "según protocolo para restablecer el orden" ante un ataque con piedras de "los violentos". Su versión es sospechosa. La policía que rodeaba el hospital no era de custodia. Era su cuerpo de élite represivo completo. Desde las 4 de la madrugada, más de 30 vehículos de la Metropolitana aguardaban en cercanías de la cancha de Huracán para intervenir. La noche previa, las Asambleas en defensa del Espacio Público habían realizado más de 25 cortes en distintos puntos de la CABA, con cacerolazos incluidos. ¿Se puede descartar que el macrismo haya aplicado en el Borda una represión aleccionadora para desalentar la expansión de futuras protestas de "los violentos", es decir, de aquellos que no están de acuerdo con sus políticas de gobierno y lo expresan de modo airado? Eso es lo que la Justicia o la Legislatura o, ambas a la vez, deberían investigar.
Cientos de miles de personas, muchas de ellas votantes del PRO, se manifestaron por las calles de la Capital Federal el 18A sin intervención de las fuerzas de seguridad que responden al gobierno nacional. Una multitud de antikirchneristas se paseó por la ciudad ejerciendo su derecho al pataleo en absoluta libertad, sin que nadie amenazara su integridad física. Por el contrario, como en los sucesos del Borda, los que recibieron golpes y aprietes fueron los trabajadores de prensa a manos de ciertos manifestantes. Se sabe que la Casa Rosada baja una línea antirrepresiva, que hace de la tolerancia a la protesta y de la escasa injerencia policial en los asuntos callejeros, una política de Estado, enseñanza dolorosamente aprendida desde los tiempos de Kosteki y Santillán. También que el macrismo reivindica peligrosamente el discurso del orden a cualquier precio: los hechos del Borda lo confirman. Y que los diarios tradicionales lo acompañan: La Nación de ayer habló de "brutal enfrentamiento" y Clarín de "graves incidentes". En ambos casos, como Macri, evitaron el uso de la palabra represión.
No sería casual, más bien parece un eslabonamiento histórico derivado de la coincidencia ideológica, que la policía macrista haya detenido y esposado al fotógrafo que desnudó la Masacre del Puente Pueyrredón. El viejo caudillo de Lomas de Zamora apuntaba a "los piqueteros", como ahora lo hace Macri contra "los violentos". Un sujeto hostil imaginario, portador de malignos propósitos, justifica la versión animalizada del mundo que los que se pretenden partidarios del orden a cualquier precio vienen a combatir y disciplinar con la alegría del meter bala.
La contenida retórica de Mauricio Macri en la conferencia de prensa del viernes, lejos de aventar el temor a su radicalización represiva, configura la única certeza después de las escenas desgraciadas que el país observó consternado: la derecha con piel de cordero que pide diálogo y paz cuando es opositora, es la misma que se convierte en lobo cuando gobierna.
Como si fuera un Ravi Shankar de consumo infantil, Macri se esforzó en presentar a la Metropolitana como un cuerpo de boy scouts y a sus funcionarios como monaguillos penitentes acosados por hordas barbáricas. Usó la conferencia de prensa para insistir, una y otra vez, con la idea de un jefe de gobierno que pretende gestionar y es atacado por bandas de irracionales, sin mencionar siquiera la palabra represión. Se ve que Jaime Durán Barba lo tiene bien adoctrinado. En el diccionario cínico del macrismo, una acción como la que llevó a cabo su policía –cuestionada desde su fundación– es apenas la inocente defensa de un predio deshabitado contaminado de asbesto, lo que representa un riesgo grave a la salud, que justificaría todo, absolutamente todo lo grave que pasó. Es decir: para defender la presunta salud futura de los vecinos y un supuesto terreno casi baldío, más de 200 policías con cascos, escudos, armas largas y cortas y gas pimienta en cantidades industriales que produjeron un zafarrancho en un hospital, donde se violó la seguridad física de los manifestantes, de los internos y de los profesionales, son secuelas gravísimas. No hay relación entre una cosa y la otra. No se puede provocar un daño mayor tratando de impedir uno menor. Y, mucho menos, hacerlo sin la orden de un juez competente. Sus funcionarios dijeron que no había orden de desalojo porque, al tratarse de un predio solitario, no había desalojo que concretar. Y, entonces, la represión, ¿quién la ordenó? Según confesó Montenegro, después de dar varias vueltas ante los periodistas que preguntaban, fue él. Pero en todo momento, se refirió a la represión como la respuesta "según protocolo para restablecer el orden" ante un ataque con piedras de "los violentos". Su versión es sospechosa. La policía que rodeaba el hospital no era de custodia. Era su cuerpo de élite represivo completo. Desde las 4 de la madrugada, más de 30 vehículos de la Metropolitana aguardaban en cercanías de la cancha de Huracán para intervenir. La noche previa, las Asambleas en defensa del Espacio Público habían realizado más de 25 cortes en distintos puntos de la CABA, con cacerolazos incluidos. ¿Se puede descartar que el macrismo haya aplicado en el Borda una represión aleccionadora para desalentar la expansión de futuras protestas de "los violentos", es decir, de aquellos que no están de acuerdo con sus políticas de gobierno y lo expresan de modo airado? Eso es lo que la Justicia o la Legislatura o, ambas a la vez, deberían investigar.
Cientos de miles de personas, muchas de ellas votantes del PRO, se manifestaron por las calles de la Capital Federal el 18A sin intervención de las fuerzas de seguridad que responden al gobierno nacional. Una multitud de antikirchneristas se paseó por la ciudad ejerciendo su derecho al pataleo en absoluta libertad, sin que nadie amenazara su integridad física. Por el contrario, como en los sucesos del Borda, los que recibieron golpes y aprietes fueron los trabajadores de prensa a manos de ciertos manifestantes. Se sabe que la Casa Rosada baja una línea antirrepresiva, que hace de la tolerancia a la protesta y de la escasa injerencia policial en los asuntos callejeros, una política de Estado, enseñanza dolorosamente aprendida desde los tiempos de Kosteki y Santillán. También que el macrismo reivindica peligrosamente el discurso del orden a cualquier precio: los hechos del Borda lo confirman. Y que los diarios tradicionales lo acompañan: La Nación de ayer habló de "brutal enfrentamiento" y Clarín de "graves incidentes". En ambos casos, como Macri, evitaron el uso de la palabra represión.
No sería casual, más bien parece un eslabonamiento histórico derivado de la coincidencia ideológica, que la policía macrista haya detenido y esposado al fotógrafo que desnudó la Masacre del Puente Pueyrredón. El viejo caudillo de Lomas de Zamora apuntaba a "los piqueteros", como ahora lo hace Macri contra "los violentos". Un sujeto hostil imaginario, portador de malignos propósitos, justifica la versión animalizada del mundo que los que se pretenden partidarios del orden a cualquier precio vienen a combatir y disciplinar con la alegría del meter bala.
La contenida retórica de Mauricio Macri en la conferencia de prensa del viernes, lejos de aventar el temor a su radicalización represiva, configura la única certeza después de las escenas desgraciadas que el país observó consternado: la derecha con piel de cordero que pide diálogo y paz cuando es opositora, es la misma que se convierte en lobo cuando gobierna.
EL FRENTE TRANSVERSAL REPUDIÓ LA REPRESIÓN DE LA METROPOLITANA SOBRE LOS TRABAJADORES DEL BORDA
El Frente Transversal Nacional y Popular de la Ciudad de Buenos Aires, a través de su referente, Juan Pablo O´Dezaille, repudió enérgicamente los hechos de violencia que acontecieron en horas de esta mañana entre la fuerza de seguridad porteña y un grupo de trabajadores de la salud y médicos del neuropsiquiátrico Borda. “No vamos a permitir que actos de represión se repitan en nuestra Ciudad. Pedimos de forma categórica y urgente que las autoridades de la Justicia intervengan sobre la decisión de desalojar con violencia el parque con métodos de coacción violenta y tome medidas sobre los que decidieron que la solución era reprimir”, expresó O´Dezaille.
Al menos 30 trabajadores del Hospital Borda sufrieron heridas y otros seis fueron detenidos, cuando intentaron impedir que se destruya el Taller Protegido 19. La Policía Metropolitana los reprimió brutalmente. El operativo de demolición del Taller se inició a las 6 de la mañana por parte de operarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que eran custodiados por personal de Infantería de la fuerza de seguridad porteña. Luego de derribar el edificio con topadoras, el personal puso empalizadas, tal cual lo hicieron también en el Parque Centenario, en febrero pasado.
O` Dezaille además agregó que “nos hicimos presentes en el predio acompañando a los trabajadores en este momento sumamente difícil, y vamos a trabajar junto a ellos para avanzar en medidas que no solo refuercen la seguridad personal sino también promuevan la resolución de un conflicto en donde el gobierno de la ciudad priorizó intereses no del todo claros, por sobre la integridad de una institución de la salud mental tan necesaria y reconocida como lo es el Borda”.
También confirmó que el Frente Transversal concurrirá, en el marco de Unidos y Organizados, a la movilización que los trabajadores de ATE convocaron para el próximo martes contra el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y su ministro de seguridad, Guillermo Montenegro.
Al menos 30 trabajadores del Hospital Borda sufrieron heridas y otros seis fueron detenidos, cuando intentaron impedir que se destruya el Taller Protegido 19. La Policía Metropolitana los reprimió brutalmente. El operativo de demolición del Taller se inició a las 6 de la mañana por parte de operarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que eran custodiados por personal de Infantería de la fuerza de seguridad porteña. Luego de derribar el edificio con topadoras, el personal puso empalizadas, tal cual lo hicieron también en el Parque Centenario, en febrero pasado.
O` Dezaille además agregó que “nos hicimos presentes en el predio acompañando a los trabajadores en este momento sumamente difícil, y vamos a trabajar junto a ellos para avanzar en medidas que no solo refuercen la seguridad personal sino también promuevan la resolución de un conflicto en donde el gobierno de la ciudad priorizó intereses no del todo claros, por sobre la integridad de una institución de la salud mental tan necesaria y reconocida como lo es el Borda”.
También confirmó que el Frente Transversal concurrirá, en el marco de Unidos y Organizados, a la movilización que los trabajadores de ATE convocaron para el próximo martes contra el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y su ministro de seguridad, Guillermo Montenegro.
Macri dio la orden
El equipo de analistas de campaña de Mauricio Macri, tras evaluar que la Argentina vive un alto grado de conflictividad, aconsejó al jefe de Gobierno porteño dar una clara señal de su proyecto político, que no es para 2015 sino para lo que ellos consideran “la falta de respuesta del Estado” a las protestas y demandas sociales.
Macri dirigió personalmente el operativo de represión en contacto con el jefe de la Policía Metropolitana, un ex comisario de la Federal exonerado por Nilda Garré. “Macri habla directamente con (Horacio) Giménez. (Guillermo) Montenegro (ministro de Seguridad y Justicia) está pintado”, dijo a Miradas al Sur un dirigente de la pata peronista del PRO. En un gesto tan temerario como autoritario, los efectivos de choque de la Metropolitana fueron sin orden judicial ni acompañados por un fiscal; ni siquiera con una orden administrativa de un ministerio. Entraron de madrugada, violando derechos constitucionales, y durante horas reprimieron a representantes gremiales, médicos, enfermeros, pacientes, artistas y periodistas. Para Clarín no fue como la tapa sobre los asesinatos de Kosteki y Santillán: “La crisis causó dos muertos”. Esta vez el título fue: “Graves incidentes en el Borda con 36 heridos”. La bajada consignaba: “La Metropolitana chocó con manifestantes contrarios a la obra del Centro Cívico”. De represión, ni una palabra.
Macri dirigió personalmente el operativo de represión en contacto con el jefe de la Policía Metropolitana, un ex comisario de la Federal exonerado por Nilda Garré. “Macri habla directamente con (Horacio) Giménez. (Guillermo) Montenegro (ministro de Seguridad y Justicia) está pintado”, dijo a Miradas al Sur un dirigente de la pata peronista del PRO. En un gesto tan temerario como autoritario, los efectivos de choque de la Metropolitana fueron sin orden judicial ni acompañados por un fiscal; ni siquiera con una orden administrativa de un ministerio. Entraron de madrugada, violando derechos constitucionales, y durante horas reprimieron a representantes gremiales, médicos, enfermeros, pacientes, artistas y periodistas. Para Clarín no fue como la tapa sobre los asesinatos de Kosteki y Santillán: “La crisis causó dos muertos”. Esta vez el título fue: “Graves incidentes en el Borda con 36 heridos”. La bajada consignaba: “La Metropolitana chocó con manifestantes contrarios a la obra del Centro Cívico”. De represión, ni una palabra.
NACIDOS PARA DISPARAR POR QUE LA METROPOLITANA ES INCAPAZ DE MANEJAR CONFLICTOS SIN ABRIR FUEGO Y REPRIMIR BRUTALMENTE
Con la marca de nacimiento de la Federal
Sin respetar ninguna de las doctrinas de control sin violencia, amiga de la bala de plomo, incompetente hasta en cómo formarse frente a una protesta, la flamante fuerza acumula muertos y heridos en apenas treinta meses.
En dos años y unos pocos meses, la Policía Metropolitana intervino sólo en cuatro conflictos: el Parque Indoamericano, el Parque Centenario, la Sala Alberdi del Teatro San Martín y el Borda. En los cuatro casos hubo heridos y en el Parque Indoamericano muertos, con imputación concreta por doble homicidio contra un jefe y 33 efectivos de la Metropolitana que integraban el grupo del que salieron los disparos con postas de plomo, que mataron a Bernardo Salgueiro y Rosemary Chura Puña e hirieron a cinco personas más. Ninguna de las víctimas estaba enfrentando a nadie, sino que eran vecinos que se iban del parque. Hay dos razones de fondo de la simultaneidad entre acción de la Metropolitana y muertos o heridos en los cuatro casos. La primera es que el núcleo central de cuadros de la Metropolitana son los 900 que ingresaron en el primer año reclutados por Jorge “El Fino” Palacios. Provenían de la Federal y de una tradición de Rambos. La segunda razón es que los jefes e integrantes de la Metropolitana tienen una gran autonomía: no aparecen los funcionarios del gobierno porteño en la escena de los hechos y las órdenes son abiertas, con margen a los policías para que actúen según su criterio. Por eso, los que el viernes portaban las escopetas aparecían muy adelante de las líneas de la Infantería y no detrás, en la retaguardia, como corresponde.
“El viernes se vio otra vez una policía de derecha”, señaló el ex interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y actual legislador de Nuevo Encuentro Marcelo Saín. “Al primer contratiempo, rápido van al uso de la fuerza, a una represión indiscriminada, donde les pegan a todos, se llevan preso a cualquiera. Y, además, avanzaban unos, otros no, disparaban desde cerca. Un verdadero desastre en el que se reflejó otro rasgo de la policía de derecha: dejan hacer a los jefes de uniforme, no hay conducción de los funcionarios políticos.”
De cuatro, cuatro
La jueza Silvia Ramond indagó el lunes al comisionado mayor de la Metropolitana, Ricardo Ferrón, quien orgullosamente le confirmó que él estuvo al frente del grupo sospechado por matar a los dos vecinos del Indoamericano. Su segundo, de apellido Castillo, le dijo a la jueza que dispararon 400 tiros disuasivos, aunque ninguno admite –de acuerdo con la minuciosa investigación que hizo el fiscal Sandro Abraldes– que entre las postas de goma metieron postas de plomo en las escopetas 12.70, las mismas que se vieron el viernes en el Borda. No sólo los muertos del parque tenían en el cuerpo restos de proyectiles de plomo, sino también los cinco heridos. Y los tiros salieron del mismo grupo de metropolitanos en dos lugares distintos: el propio parque y Autopista Cámpora y Castañares. En ambos sitios estaban los comandados por Ferrón. Abraldes acusa a 33 integrantes de la Metropolitana de homicidio en agresión, que es cuando no se puede determinar exactamente quién disparó.
En el conflicto por la Sala Alberdi, del Centro Cultural San Martín, en marzo se presentaron a la Justicia tres heridos con postas de plomo, también víctimas de la Metropolitana. Los médicos judiciales constataron que los proyectiles eran de plomo, rigurosamente prohibidos para cualquier efectivo que participe en un operativo de desalojo o que intervenga frente a una manifestación o concentración. Las postas de goma también pueden ser letales si se disparan desde cerca. Eso lleva a que la norma sea que los escopeteros estén detrás, en la retaguardia.
El desalojo de los vecinos que se oponían al enrejado del Parque Centenario también terminó con heridos. El caso fue de los más grotescos, porque los vecinos no constituían una organización férrea ni agresiva, eran asambleístas que igualmente fueron reprimidos con balas de goma y el saldo fue de cuatro heridos. Con la del viernes, entonces, en dos años y medio son cuatro intervenciones de la Metropolitana en conflictos con manifestantes. Siempre hubo heridos, las escopetas se cargaron con postas de plomo al menos en dos casos; tiraron con balas de goma invariablemente a corta distancia, resultaron apaleados decenas de manifestantes y en los operativos se privilegió la violencia a las modernas normas de intervención que se usan en protestas sociales (ver aparte).
Núcleo duro
El núcleo duro de la Metropolitana son los jefes y oficiales que reclutó El Fino Palacios al principio, todos provenientes de la Federal y con el modelo de la Federal en las venas. Tras los escándalos del propio Palacios y el espía Ciro James, fueron apartados unos 30 o 40 hombres, pero el contingente principal de jefes y oficiales siguió intacto y en el centro de la fuerza. El ADN de la Federal se marcó en décadas. Una fuerza que fue un Estado en sí mismo, que guardaba los antecedentes de toda la población, incluyendo los que nunca habían cometido un delito; la fuerza que emitía los documentos y pasaportes, una prerrogativa que perdieron en estos años y que sólo se explicaba como gigantesco mecanismo de control social. La Federal ejerció durante décadas un fuerte dominio sobre la vida cotidiana –hasta hoy sigue otorgando certificados de domicilio–, la calle y, al mismo tiempo, su influencia se extendió a las bandas, los prostíbulos, la droga y un largo listado de ilícitos.
La característica fundamental siempre fue el autogobierno, el poder de los comisarios, lo que se tradujo en que la Metropolitana la armó el comisario Palacios reclutando a su gente más cercana y cada uno de ellos a su vez convocó a quienes fueron sus oficiales subordinados a lo largo de la última década. Tras el escándalo Palacios hubo un tímido intento de poner una conducción civil, por lo que fue designado Eugenio Burzaco al frente de la Metropolitana. Pero ya por entonces todas las voces indicaban que los comisarios se subordinaban poco y nada, pero que además el gobierno de Mauricio Macri y el ministro Guillermo Montenegro –hijo de un capitán de navío– más bien respaldaba el modelo de que la seguridad es cosa de gente de uniforme. El tema se terminó blanqueando cuando Burzaco dejó el cargo y la fuerza quedó a cargo de la dupla de ex hombres de la Federal: Horacio Giménez y Ricardo Pedace.
Mauricio Macri nunca se apartó un milímetro de Palacios, pese a que se le imputa encubrimiento en el caso AMIA, escuchas telefónicas ilegales y hasta se hizo público un diálogo del Fino con un reducidor de autos y marcador de la banda de secuestradores que mató a Axel Blumberg. El jefe de Gobierno respaldó objetivamente una forma de actuación policial que se tradujo en la Metropolitana. Eso permitió que los privilegios se fueron sumando. Los metropolitanos cobran sueldos que rondan el doble de la Federal y son los únicos exentos de una norma establecida hace años –por Aníbal Ibarra y Jorge Telerman– y que impide que un funcionario porteño que cobra un sueldo pueda, a la vez, cobrar un retiro. O sea, si cobra de la Ciudad debe suspender su retiro. Los integrantes de la Metropolitana, que tienen algún retiro, cobran ambas cosas: sueldo y retiro.
El poder de los comisarios se traduce en autogobierno y dinero.
El modelo
Oficialmente, la Metropolitana ha dicho que tiene tres mil efectivos, de los cuales unos dos mil vienen de la Federal, aunque lo importante es que los cuadros de mando salieron de allí. Es una policía con escasa capacidad, lo que se evidencia en que no cubre las zonas calientes: el sur de la ciudad, las villas. Su actuación se inició en barrios menos conflictivos como Saavedra, Villa Urquiza o Coghlan, y avanzó hacia otros barrios como Chacarita o Villa Crespo, pero la impresión es que para cubrir toda la Ciudad, y sobre todo los sectores conflictivos, hacen falta unos 13.000 hombres, cifra que ni por presupuesto ni por capacidad de formación la Metropolitana puede alcanzar. Aunque se hicieron anuncios de operativos antidrogas en villas, incluyendo un ingreso a la 31, la realidad es que no hay efectivos ni preparados ni especializados para que esos operativos sean exitosos.
Sobre la Infantería, que es la que actuó el viernes, hay versiones cruzadas. Lo que se dice es que la Metropolitana no tiene efectivos suficientes y por lo tanto en la represión del viernes actuaron policías que durante la semana están en un patrullero. La falta de capacidad se traduce rápidamente en recurso a la violencia. El viernes, por ejemplo, la Metropolitana llegó a las siete de la mañana cuando no había manifestantes. Cualquier fuerza organizada pone vallas rodeando el lugar en el que se iba a hacer la demolición. Las vallas justamente evitan los choques, tal como sucede habitualmente frente a la Casa Rosada o el Congreso en días en que hay manifestaciones. Los empleados del Borda ingresaron al predio que querían defender y luego la Metropolitana tuvo que sacarlos, en lo que ya implicaba un contacto cuerpo a cuerpo. Encima algunos efectivos avanzaban, otros retrocedían y los escopeteros terminaron haciendo punta con sus armas. El recurso en el que confiaron fue el de la brutalidad, como ocurría antaño con la Federal. Y la ausencia de conducción civil redondeó todo.
Cuando existe control de los funcionarios de gobierno las instrucciones son precisas: el operativo se debe hacer de tal manera, hasta en los mínimos detalles. Cuando el poder lo tienen los comisarios, las instrucciones son vagas: despeje el área. Esto es lo que ocurrió el viernes. Y no hubo muertos de pura casualidad: el desorden, la falta de diálogo con los manifestantes, la ausencia de autoridad política terminó en que le pegaron palazos y balazos –de cerca– a cualquiera que tuvieran delante
Sin respetar ninguna de las doctrinas de control sin violencia, amiga de la bala de plomo, incompetente hasta en cómo formarse frente a una protesta, la flamante fuerza acumula muertos y heridos en apenas treinta meses.
En dos años y unos pocos meses, la Policía Metropolitana intervino sólo en cuatro conflictos: el Parque Indoamericano, el Parque Centenario, la Sala Alberdi del Teatro San Martín y el Borda. En los cuatro casos hubo heridos y en el Parque Indoamericano muertos, con imputación concreta por doble homicidio contra un jefe y 33 efectivos de la Metropolitana que integraban el grupo del que salieron los disparos con postas de plomo, que mataron a Bernardo Salgueiro y Rosemary Chura Puña e hirieron a cinco personas más. Ninguna de las víctimas estaba enfrentando a nadie, sino que eran vecinos que se iban del parque. Hay dos razones de fondo de la simultaneidad entre acción de la Metropolitana y muertos o heridos en los cuatro casos. La primera es que el núcleo central de cuadros de la Metropolitana son los 900 que ingresaron en el primer año reclutados por Jorge “El Fino” Palacios. Provenían de la Federal y de una tradición de Rambos. La segunda razón es que los jefes e integrantes de la Metropolitana tienen una gran autonomía: no aparecen los funcionarios del gobierno porteño en la escena de los hechos y las órdenes son abiertas, con margen a los policías para que actúen según su criterio. Por eso, los que el viernes portaban las escopetas aparecían muy adelante de las líneas de la Infantería y no detrás, en la retaguardia, como corresponde.
“El viernes se vio otra vez una policía de derecha”, señaló el ex interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y actual legislador de Nuevo Encuentro Marcelo Saín. “Al primer contratiempo, rápido van al uso de la fuerza, a una represión indiscriminada, donde les pegan a todos, se llevan preso a cualquiera. Y, además, avanzaban unos, otros no, disparaban desde cerca. Un verdadero desastre en el que se reflejó otro rasgo de la policía de derecha: dejan hacer a los jefes de uniforme, no hay conducción de los funcionarios políticos.”
De cuatro, cuatro
La jueza Silvia Ramond indagó el lunes al comisionado mayor de la Metropolitana, Ricardo Ferrón, quien orgullosamente le confirmó que él estuvo al frente del grupo sospechado por matar a los dos vecinos del Indoamericano. Su segundo, de apellido Castillo, le dijo a la jueza que dispararon 400 tiros disuasivos, aunque ninguno admite –de acuerdo con la minuciosa investigación que hizo el fiscal Sandro Abraldes– que entre las postas de goma metieron postas de plomo en las escopetas 12.70, las mismas que se vieron el viernes en el Borda. No sólo los muertos del parque tenían en el cuerpo restos de proyectiles de plomo, sino también los cinco heridos. Y los tiros salieron del mismo grupo de metropolitanos en dos lugares distintos: el propio parque y Autopista Cámpora y Castañares. En ambos sitios estaban los comandados por Ferrón. Abraldes acusa a 33 integrantes de la Metropolitana de homicidio en agresión, que es cuando no se puede determinar exactamente quién disparó.
En el conflicto por la Sala Alberdi, del Centro Cultural San Martín, en marzo se presentaron a la Justicia tres heridos con postas de plomo, también víctimas de la Metropolitana. Los médicos judiciales constataron que los proyectiles eran de plomo, rigurosamente prohibidos para cualquier efectivo que participe en un operativo de desalojo o que intervenga frente a una manifestación o concentración. Las postas de goma también pueden ser letales si se disparan desde cerca. Eso lleva a que la norma sea que los escopeteros estén detrás, en la retaguardia.
El desalojo de los vecinos que se oponían al enrejado del Parque Centenario también terminó con heridos. El caso fue de los más grotescos, porque los vecinos no constituían una organización férrea ni agresiva, eran asambleístas que igualmente fueron reprimidos con balas de goma y el saldo fue de cuatro heridos. Con la del viernes, entonces, en dos años y medio son cuatro intervenciones de la Metropolitana en conflictos con manifestantes. Siempre hubo heridos, las escopetas se cargaron con postas de plomo al menos en dos casos; tiraron con balas de goma invariablemente a corta distancia, resultaron apaleados decenas de manifestantes y en los operativos se privilegió la violencia a las modernas normas de intervención que se usan en protestas sociales (ver aparte).
Núcleo duro
El núcleo duro de la Metropolitana son los jefes y oficiales que reclutó El Fino Palacios al principio, todos provenientes de la Federal y con el modelo de la Federal en las venas. Tras los escándalos del propio Palacios y el espía Ciro James, fueron apartados unos 30 o 40 hombres, pero el contingente principal de jefes y oficiales siguió intacto y en el centro de la fuerza. El ADN de la Federal se marcó en décadas. Una fuerza que fue un Estado en sí mismo, que guardaba los antecedentes de toda la población, incluyendo los que nunca habían cometido un delito; la fuerza que emitía los documentos y pasaportes, una prerrogativa que perdieron en estos años y que sólo se explicaba como gigantesco mecanismo de control social. La Federal ejerció durante décadas un fuerte dominio sobre la vida cotidiana –hasta hoy sigue otorgando certificados de domicilio–, la calle y, al mismo tiempo, su influencia se extendió a las bandas, los prostíbulos, la droga y un largo listado de ilícitos.
La característica fundamental siempre fue el autogobierno, el poder de los comisarios, lo que se tradujo en que la Metropolitana la armó el comisario Palacios reclutando a su gente más cercana y cada uno de ellos a su vez convocó a quienes fueron sus oficiales subordinados a lo largo de la última década. Tras el escándalo Palacios hubo un tímido intento de poner una conducción civil, por lo que fue designado Eugenio Burzaco al frente de la Metropolitana. Pero ya por entonces todas las voces indicaban que los comisarios se subordinaban poco y nada, pero que además el gobierno de Mauricio Macri y el ministro Guillermo Montenegro –hijo de un capitán de navío– más bien respaldaba el modelo de que la seguridad es cosa de gente de uniforme. El tema se terminó blanqueando cuando Burzaco dejó el cargo y la fuerza quedó a cargo de la dupla de ex hombres de la Federal: Horacio Giménez y Ricardo Pedace.
Mauricio Macri nunca se apartó un milímetro de Palacios, pese a que se le imputa encubrimiento en el caso AMIA, escuchas telefónicas ilegales y hasta se hizo público un diálogo del Fino con un reducidor de autos y marcador de la banda de secuestradores que mató a Axel Blumberg. El jefe de Gobierno respaldó objetivamente una forma de actuación policial que se tradujo en la Metropolitana. Eso permitió que los privilegios se fueron sumando. Los metropolitanos cobran sueldos que rondan el doble de la Federal y son los únicos exentos de una norma establecida hace años –por Aníbal Ibarra y Jorge Telerman– y que impide que un funcionario porteño que cobra un sueldo pueda, a la vez, cobrar un retiro. O sea, si cobra de la Ciudad debe suspender su retiro. Los integrantes de la Metropolitana, que tienen algún retiro, cobran ambas cosas: sueldo y retiro.
El poder de los comisarios se traduce en autogobierno y dinero.
El modelo
Oficialmente, la Metropolitana ha dicho que tiene tres mil efectivos, de los cuales unos dos mil vienen de la Federal, aunque lo importante es que los cuadros de mando salieron de allí. Es una policía con escasa capacidad, lo que se evidencia en que no cubre las zonas calientes: el sur de la ciudad, las villas. Su actuación se inició en barrios menos conflictivos como Saavedra, Villa Urquiza o Coghlan, y avanzó hacia otros barrios como Chacarita o Villa Crespo, pero la impresión es que para cubrir toda la Ciudad, y sobre todo los sectores conflictivos, hacen falta unos 13.000 hombres, cifra que ni por presupuesto ni por capacidad de formación la Metropolitana puede alcanzar. Aunque se hicieron anuncios de operativos antidrogas en villas, incluyendo un ingreso a la 31, la realidad es que no hay efectivos ni preparados ni especializados para que esos operativos sean exitosos.
Sobre la Infantería, que es la que actuó el viernes, hay versiones cruzadas. Lo que se dice es que la Metropolitana no tiene efectivos suficientes y por lo tanto en la represión del viernes actuaron policías que durante la semana están en un patrullero. La falta de capacidad se traduce rápidamente en recurso a la violencia. El viernes, por ejemplo, la Metropolitana llegó a las siete de la mañana cuando no había manifestantes. Cualquier fuerza organizada pone vallas rodeando el lugar en el que se iba a hacer la demolición. Las vallas justamente evitan los choques, tal como sucede habitualmente frente a la Casa Rosada o el Congreso en días en que hay manifestaciones. Los empleados del Borda ingresaron al predio que querían defender y luego la Metropolitana tuvo que sacarlos, en lo que ya implicaba un contacto cuerpo a cuerpo. Encima algunos efectivos avanzaban, otros retrocedían y los escopeteros terminaron haciendo punta con sus armas. El recurso en el que confiaron fue el de la brutalidad, como ocurría antaño con la Federal. Y la ausencia de conducción civil redondeó todo.
Cuando existe control de los funcionarios de gobierno las instrucciones son precisas: el operativo se debe hacer de tal manera, hasta en los mínimos detalles. Cuando el poder lo tienen los comisarios, las instrucciones son vagas: despeje el área. Esto es lo que ocurrió el viernes. Y no hubo muertos de pura casualidad: el desorden, la falta de diálogo con los manifestantes, la ausencia de autoridad política terminó en que le pegaron palazos y balazos –de cerca– a cualquiera que tuvieran delante
"EN DEFENSA DE LO PUBLICO" Cortes contra las políticas PRO
Organizaciones barriales, sociales y políticas porteñas realizaron protestas en 22 puntos de Capital “en contra de la mercantilización de los espacios públicos” y por “una ciudad inclusiva y democrática”. Por su parte, los vecinos de los barrios porteños de Belgrano, Saavedra y Nuñez reclamaron por la falta de respuestas del gobierno de Mauricio Macri a sus reclamos de obras que mitiguen los efectos de las inundaciones.
En Corrientes a la altura de Montevideo una vocera explicó que "queremos denunciar a los grandes grupos económicos que, en pos de mayores ganancias y más negociados, generan una situación completamente excluyente y exclusiva de lo público".
Más temprano, los vecinos presentaron un petitorio en defensa de los parques Saavedra, Lezama y Centenario ante el ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. En ese escrito, reclamaron que se abran las 24 horas las plazas y espacios enrejados por decisión de las autoridades porteñas.
También exigieron que haya planes de manejo de los espacios verdes con participación vecinal y rechazaron la política que atribuyeron al macrismo, de "cambiar césped por cemento". Además, pidieron "la urgente urbanización y llegada de servicios básicos" a los barrios Zavaleta, Rodrigo Bueno, Ramón Carrillo, Los Piletones, Los Pinos, Ingeniero Huergo, Boedo y La Carbonilla, además de las villas 3, 31 de Retiro, 1-11-14 del Bajo Flores y 20 Playón de Chacarita.
Los cortes se replicaron en Corrientes y Angel Gallardo (Parque Centenario); Martín García y Paseo Colón (Parque Lezama); Iguazú y Alcorta (Barrio Zavaleta); Zavaleta e Iriarte; Varela y Avenida Perito Moreno; Avenida de la Cruz y Perito Moreno; Corrientes y Dorrego; Castañares y Mariano Acosta; Mariano Acosta y Ana María Janer; Intendente Francisco Rabanal y Berg (contra el metrobús sur); 9 de Julio y Avenida de Mayo (metrobús 9 de Julio), Juan B. Justo y Nazca (Autoconvocados de la Cuenca del Maldonado); Córdoba y Callao; Entre Ríos y Pavón; Calle 12 y Avenida Ramón Castillo (Villa 31); Pedro de Mendoza y Suárez; San Juan y Boedo, y Corrientes y Olleros.
En tanto, los vecinos del Barrio Mitre se sumaron a la protesta en la esquina de avenida Cabildo y Crisólogo Larralde. La decisión de realizar ese corte se tomó luego de que las autoridades porteñas comunicaran que las obras proyectadas para prevenir las inundaciones tardarán cuatro años en ejecutarse. "El plan del gobierno porteño tiene un carácter parcial y no evitaría la continuidad de inundaciones aguas arriba en la cuenca y sus consecuencias en el barrio de Saavedra", destacó un comunicado de la Asamblea de vecinos de ese barrio.
LA RUBIA TARADA Y EL PELADO LUCA, MAS VIGENTE QUE NUNCA !!
Caras conchetas, miradas berretas
y hombres encajados en Fiorucci.
Oigo "dame" y "quiero" y "no te metas"
"Te gustó el nuevo Bertolucci?".
La rubia tarada, bronceada, aburrida,
me dice "Por qué te pelaste?"
Y yo "Por el asco que dá tu sociedad.
Por el pelo de hoy ¿cuánto gastaste?"
Un pseudo punkito, con el acento finito
quiere hacer el chico malo.
Tuerce la boca, se arregla el pelito,
se toma un trago y vuelve a Belgrano.
Basta! Me voy, rumbo a la puerta
y después al boliche a la esquina
a tomar una ginebra con gente despierta.
Esta si que es Argentina!
Más sola que Ailén en la carpa de la oposición
SE OFRECIO A QUEDARSE DURANTE LA NOCHE Y DE PRONTO TODOS SE FUERON
Se acercó a la carpa blanca opositora para firmar el petitorio contra la reforma judicial. Tal vez la entusiasmó el movimiento, o la propuesta de hacer del lugar “un lugar de encuentro”; como sea, Ailén Navarro, estudiante de locución de 19 años, no solamente firmó sino que se ofreció a quedarse durante la noche para ayudar a juntar firmas. Lo que no imaginó es que la iban a dejar sola, a cargo de las planillas, sin comida ni abrigo. Ni siquiera un teléfono por si pasaba algo. Primero vio que se iban los diputados, después los asesores empezaron a esfumarse. “Cuando vi que se habían ido todos y que me había quedado sola me pregunté: ¿Y estas planillas, ahora, a quién se las doy? Fue un poco desilusionante”, resumió sobre la experiencia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)