LA PROCESION VA POR DENTRO!!!





Internas no existen, pero que las hay las hay
La interna entre los dirigentes del agro recrudeció luego de que el Gobierno decidiera no recibirlos. Públicamente criticaron la decisión oficial, pero puertas adentro algunos cuestionaron a Buzzi y Llambías por sus discursos del domingo. Diferencias sobre cómo seguir.

Por Fernando Krakowiak

Sus protagonistas quieren que pase desapercibida. Sin embargo, la interna política entre los dirigentes del agro recrudeció luego de que el Gobierno decidiera no recibirlos el lunes pasado. En la reunión de la Mesa de Enlace realizada ese mismo día, Confederaciones Rurales (CRA) propuso volver al lockout, con bloqueo de rutas incluido, en respuesta al “desplante”, pero las otras entidades se opusieron y se convocó a un cuarto intermedio a la espera de un gesto oficial. Finalmente, el martes se anunció una nueva medida de fuerza luego de que la conducción del Partido Justicialista los acusara de “golpistas”, pero se buscó un punto intermedio entre “duros” y “moderados” para conservar la unidad porque Coninagro dejó en claro que no iba a redoblar la apuesta. De hecho, la entidad le envió un documento a la mesa de enlace donde critica “la politización de las posiciones” y reclama que “se mantenga en cada acción el reclamo sectorial del campo”.

Las diferencias entre las entidades no son de ahora, pero el paso de los días acentuó las divisiones, porque no todos están dispuestos a seguir con el conflicto indefinidamente. El lunes los dirigentes del agro criticaron públicamente la decisión del Gobierno de no recibirlos, pero puertas adentro los más dialoguistas le pasaron factura a Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria, y a Mario Llambías, de CRA, por los discursos del domingo en Rosario. Fernando Gioino fue uno de los más enojados, pues consideró que esos ruralistas le dieron al Gobierno la excusa perfecta para no recibirlos y seguir apostando al desgaste. La bronca se concentró fundamentalmente en Buzzi, quien el domingo llegó a decir que “los Kirchner son un obstáculo para el crecimiento del país”.

El sábado a la noche en Rosario los dirigentes de las entidades habían acordado evitar los agravios y las definiciones sobre nuevas medidas de protesta para no poner en riesgo la reunión del lunes. Incluso lograron convencer a Alfredo De Angeli, que había llegado a la ciudad santafesina con la intención de declarar un nuevo lockout. Sin embargo, al otro día algunos chacareros cayeron seducidos ante la multitud y la emprendieron contra el Gobierno con cuestionamientos que fueron más allá de lo sectorial. De Angeli incluso formuló un ultimátum al decir que si el lunes no tenían una respuesta favorable volverían a las rutas.

La nota que le presentó Coninagro el martes a las demás entidades fue consensuada por el Consejo de Administración de la entidad y le apuntó a esos exabruptos, aunque formalmente se la presentó como líneas de acción para “optimizar” el funcionamiento de la mesa de enlace. El documento pide que “se mantenga en cada acción el reclamo sectorial del campo”; “la no politización de las posiciones, el discurso o las decisiones que se tomen” y la necesidad de “respetar la institucionalidad de cada entidad, manteniendo dentro de las mismas la verticalidad y la disciplina”.

Gioino remarcó luego que seguirán participando de la Mesa de Enlace, pero proclamó la necesidad de “hacerlo de forma conducente a solucionar el conflicto”. Los dos principales socios de Coninagro son SanCor y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), las cuales se encuentran en un disyuntiva por distintos motivos. SanCor depende de la ayuda del Gobierno para salir adelante de sus crisis, mientras que ACA ve en la continuidad indefinida del lockout un riesgo para su negocio porque tiene menos espalda financiera que las multinacionales contra las cuáles compite (Cargill, Dreyfus, AMD, etc.).

El lunes por la tarde, luego de haberse pasado factura mutuamente por la situación en la que se encuentran, los dirigentes comenzaron a analizar cómo seguir y allí también surgieron las diferencias. Mario Llambías llevó el mandato de volver al lockout y a los cortes de ruta. Esa posición fue alentada fundamentalmente por Carbap, entidad que integra CRA y que además estuvo representada en la reunión por su presidente Pedro Apaolaza. Otra de las posiciones más radicales dentro de Confederaciones Rurales es la que expresa Néstor Roulet, vicepresidente de la entidad y titular de Cartez. Algunos de los dirigentes todavía recuerdan las duras críticas que le hizo Roulet a Llambías cuando el presidente de CRA firmó un nuevo acuerdo por la carne durante la tregua. “Ese acuerdo no sirve para nada. Estamos haciendo el papel de pelotudos”, le dijo entonces.

A diferencia de CRA, Coninagro y Sociedad Rural propusieron esperar al menos hasta el otro día para tomar una decisión sobre cómo seguir las protestas y contaron con el apoyo de Eduardo Buzzi, quien luego de consultar telefónicamente con De Angeli obtuvo la promesa de que en Gualeguaychú no tomarían ninguna medida de fuerza al menos hasta el mediodía del martes.

La intención de los dirigentes era enviarle una carta a Cristina Fernández pidiéndole una audiencia para destrabar la situación. De hecho, Luis Biolcati, vice de la Rural; Pablo Orsolini, vice de Federación Agraria, y Pedro Apaolaza, de Carbap, se fueron de la reunión cuando sólo faltaba redactar la carta, pero los que se quedaron en la sede de CRA a último momento decidieron que era mejor no enviar nada y se limitaron a anunciar el paso a un cuarto intermedio para el martes.

A la mañana siguiente, De Angeli llamó personalmente al celular de Buzzi y le dijo que el tiempo extra que le habían dado para encontrar una solución se acababa al mediodía. “Acá no quieren esperar más”, le comunicó. Buzzi elogia públicamente a De Angeli por su disciplina y verticalidad, pero en la intimidad lo denosta porque no soporta que le marque la cancha todo el tiempo. Ulises Forte, otro de los vicepresidentes de Federación, también critica a De Angeli. El día que fueron al Congreso a exponer sus argumentos ante los legisladores de la oposición, De Angeli atrajo la atención de todos los fotógrafos. “Vayan a hacerle la nota al nuevo Blumberg”, comentó Forte por lo bajo. Por ahora, las internas se saldaron con una medida de fuerza que incluye un lockout por pocos días para luego iniciar otra serie de protestas más a tono con las posiciones moderadas.



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Dos modelos agrícolas

El presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), Patricio Griffin, sostuvo ayer que es preciso “fortalecer el modelo cooperativo de producción agropecuaria en detrimento del sojero monopólico”. “Los productores, los pequeños y medianos propietarios, deben entender que su libertad económica y su futuro dependen de proteger su capital principal, que es la calidad de sus campos, y de la capacidad de agregarle valor a la producción primaria, en toda la cadena”, indicó Griffin. El titular del Inaes remarcó que existen “dos modelos de explotación y acumulación existentes en la producción agrícola”. Al respecto precisó que “uno es el complejo sojero multinacional, compuesto por Cargill, Bunge & Born y Dreyfus, que supone la concentración en manos monopólicas de la producción primaria desde la tranquera del campo, la lleva al exterior y la transforma y le agrega valor en los países de destino”. Griffin subrayó que “el otro modelo es el complejo cooperativo nacional, que se propone seguir la cadena de valor más allá de la tranquera del campo”.

Los amigos de De Angelis. ¡Y despues hablan de democracia...!




Adjunto fotografía que compañeros enviaron de De Angelis hablando; quien lo acompaña

en la misma es Julio M. Mendez, quien se encuentra procesado en el juicio por centros

clandestinos de detención de Tandil, específicamente la: 'Quinta de Mendez'. En estos

momentos tiene prohibido por el Juez Comparato, a cargo del Juzgado Federal de Azul,

que entiende en la causa, la salida del País al igual que su hermano Emilio.

¡Dime con quien malandras y te dire quien eres!

Los movimientos Sociales se reunieron con Kirchner



A explicar con tiza y pizarrón

Néstor Kirchner recibió en la sede del Partido Justicialista a Luis D’Elía, Edgardo Depetri, Lito Borello y Gastón Harispe, entre otros. Acordaron realizar una campaña de “esclarecimiento” sobre el conflicto rural. Convocaron a un acto para el jueves.

“Los invité a esta casa, pero comprendo que algunos hayan puesto reparos en venir.” La frase de bienvenida que Néstor Kirchner les dedicó a sus invitados de los movimientos sociales dibujó algunas sonrisas. La sede nacional del PJ, Matheu 130, en Once, traía malos recuerdos para la mayoría de los miembros de organizaciones de desocupados. A muchos les recordaba a Carlos Menem y la reconversión al neoliberalismo (el edificio de cuatro pisos y quincho fue inaugurado por el riojano a fines de 1991). El grupo de dirigentes sociales estaba integrado por el diputado Edgardo Depetri (Frente Transversal), Luis D’Elía (FTV), Lito Borello (Comedor Los Pibes), Gastón Harispe (Octubres), entre otros.

Kirchner los recibió en la sala del Consejo Nacional del PJ. Una hora más tarde, los dirigentes anunciaban que a partir de hoy iniciarán una campaña de esclarecimiento a favor de las retenciones móviles y que el jueves próximo realizarán un plenario nacional con delegados de todo el país al que asistirá Kirchner. El acto probablemente se realice en el Luna Park.

La reunión formaba parte de la ronda de consultas que el propio Kirchner se autoimpuso como tarea inmediata desde que terminó el acto de las cámaras patronales del campo en Rosario. El encuentro comenzó a las 19. En ese momento la calle Matheu ya estaba cortada y ocupada por unos doscientos manifestantes. “No queremos un partido/ un partido liberal/ queremos un movimiento/ nacional y popular”, se oía cantar desde el primer piso. Kirchner recibió a sus invitados flanqueado por un viejo conocido de todos, el dirigente Emilio Pérsico (Movimiento Evita), a quien el santacruceño designó como secretario de organizaciones sociales del PJ, y el legislador porteño Juan Cabandié.

Lo que siguió fue una intervención en solitario de casi una hora en la que el ex presidente dio detalles del conflicto con el campo (contó que mantener la cotización del dólar en 3,15 pesos costaba 12 mil millones de dólares al año), dijo descreer de las encuestas que publican los medios y convocó a hacer acciones, pero sin confrontar con los ruralistas (“déjenlos”, fue la sugerencia).

El anfitrión también estaba acompañado por el diputado Carlos Kunkel y el intendente de Florencio Varela Julio Pereyra. La lista de invitados incluía además a la ex titular de Ctera Mary Sánchez, Sergio Berni (Militancia Social), Leandro Díaz (MTD Trabajo y Dignidad), Sandra Cruz (Frente Transversal), Alicia Sánchez y Rubén Pascolini (FTV), la diputada provincial Adela Segarra (Movimiento Evita) y el secretario general del Partido Comunista Congreso Extraordinario, Jorge Pereyra.

La charla comenzó con un análisis del conflicto rural que buscó coincidencias en Sudamérica. El ex presidente coincidió con sus interlocutores en que podían encontrarse ciertas similitudes entre la intención secesionista del oriente boliviano con la cruzada de algunos sectores del campo para que las retenciones de la soja se coparticipen con las provincias que la producen.

La preocupación por ese discurso sería expuesta luego en la conferencia de prensa. “Nos parece peligrosísimo lo que vienen planteando algunos ruralistas cuando dicen que la riqueza debe quedar en los municipios y las provincias. Plantean la regresión y el retorno del unitarismo, están planteando la ruptura del Estado federal”, denunció D’Elía ante las cámaras. Durante la charla con los dirigentes sociales, Kirchner aportó información sobre lo que considera el núcleo del conflicto.

Dijo que el eje de la pelea es la resistencia del 3 por ciento de los productores rurales, que correspondería a los grandes terratenientes de la pampa húmeda, a desprenderse de una renta extraordinaria de 750 millones de dólares para destinarlas al pago de derechos de exportación (o retenciones móviles). En la conferencia de prensa, Pérsico machacó crudamente con esas cifras. “A ese sector tenemos que sacarle la mayor rentabilidad posible para poder redistribuir la riqueza”, desafió.

En confianza, Kirchner se permitió contar algunas intimidades de cómo están viviendo él y su esposa la protesta contra las retenciones. Entonces contó que en los últimos días le había dicho a CFK que así como él se había “recibido de presidente” al soportar y vencer la presión corporativa de la Corte Suprema, ella haría lo mismo al superar la presión sectorial de las cámaras patronales del campo.

Y para el final, entre sonrisas, agregó otra revelación: les contó a sus invitados que cuando el secretario legal y técnico Carlos Zannini le acercó el borrador con el documento del PJ sobre las retenciones móviles, él lo leyó y le espetó una pregunta a bocajarro. “Che, ¿el documento lo escribió D’Elía?”

Por Martín Piqué

Comunicado número uno




Por Agustín Calcagno *

Desde el 10 de febrero de 1912, en que fue promulgada la llamada Ley Sáenz Peña, que estableció el sufragio universal, secreto y obligatorio, los argentinos vivimos bajo un sistema político llamado Sistema Representativo Republicano. Y si bien fue constantemente avasallado a lo largo del siglo XX por muchos golpes de Estado, desde hace más de dos décadas es la forma que hemos consensuado para regir los destinos de nuestra nación.

Este sistema político tiene dos características principales: la republicana (constituido de tres poderes que son los que deben establecer las leyes, ponerlas en práctica y controlarlas) y la representativa (los representantes de dos de estos tres poderes son designados por la voluntad popular expresada a través del sufragio). Según la Constitución Nacional “toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste comete delito de sedición”.

Las entidades que representan a las pequeñas, medianas y grandes empresas agropecuarias están convirtiendo un reclamo sectorial en un abierto desafío a la Constitución Nacional. En primera instancia al arrogarse para sí el derecho de representación política y pretender tomar decisiones para las cuales existen autoridades pertinentes, ya que “el gobierno federal provee a los gastos de la Nación con los fondos del Tesoro Nacional, formado (entre otros elementos) del producto de derechos de importación y exportación”.

En los sistemas corporativos, las decisiones políticas eran tomadas justamente por corporaciones representantes de cada una de las áreas que tenían algún interés frente a cada tema de la agenda de Gobierno (como podía ser la suba de impuestos o de derechos de exportación).

Este tipo de sistemas, característicos de los regímenes autoritarios, no se aplican desde hace décadas en ninguna parte del mundo, porque se ha demostrado que la mayoría de las personas no está representada efectivamente por ninguna corporación y que, en consecuencia, el corporativismo es una forma de gobierno de elites y una máscara pluralista para el autoritarismo. En su lugar, se han impuesto regímenes democráticos en los cuales se considera al voto popular como la única forma de acceder a la representación legítima del pueblo.

El conflicto agropecuario que atravesamos actualmente no es una huelga gremial sino un lockout patronal, ya que los que cortan las rutas no son trabajadores reclamando por sus salarios o mejores condiciones de empleo, sino empresarios, que más allá de su aspecto físico o del tamaño de su renta, tienen intereses sectoriales que confluyen, es decir, intereses corporativos.

Y que actualmente aspiran a tomar decisiones de corte económico que corresponden al gobierno nacional, como queda claramente expresado en el comunicado del día 27 de mayo en el cual se intenta establecer nuevos derechos de exportación y comercialización a través del uso de la fuerza mediante el corte de rutas.

Desde el miércoles 28/5 a las 0 hora y hasta el lunes 2/6 a las 24, cese de comercialización de granos con destino a exportación.

Y desde el jueves 29/5 a las 0 hora hasta el mismo lunes 2/6 a las 24, cese de comercialización de hacienda vacuna con destino a faena.

Asimismo, se pretende imponer una agenda política a los poderes del Estado nacional y provinciales:

Desde el martes 3/6 y hasta el viernes 6/6, establecer campamentos en las plazas de las cabeceras de comunas y partidos, visitando intendentes, profundizando la campaña de recolección de firmas y, a la vez, realizar marchas a las capitales de aquellas provincias que aún no han recibido al sector agropecuario.

A partir del lunes 9/6, reforzar y profundizar las acciones sobre el Parlamento con el objeto de lograr por la vía legislativa las soluciones que el sector necesita.

Este documento, al que supongo involuntariamente han dado en llamar “comunicado”, ha sido reproducido por todos los medios masivos, y lamentablemente es inevitable no trazar un paralelismo con los viejos comunicados radiales de la dictadura militar. Esta nueva junta, ya sin gorra verde pero con botas, ha pasado el límite del respeto a la Constitución, y el gobierno nacional tiene el deber de intervenir de forma inmediata para defender los derechos de sus ciudadanos.

Las decisiones de los gobiernos popularmente elegidos pueden ser cuestionadas, aplaudidas o abucheadas, pero deben ser respetadas, por lo menos mientras vivamos en un sistema democrático representativo. En todo caso, si lo que está en cuestión es su vigencia, la Constitución prevé mecanismos de reforma, claro está, luego de conseguirse los votos necesarios.

Todos los gobiernos, desde la última dictadura, han soportado protestas de diversa índole, más o menos populares, más o menos respetuosas del derecho a la libre circulación de personas y bienes, más o menos violentas, pero ninguno hasta ahora ha sido tan atacado a pocos meses de reafirmar su legitimidad en las urnas. Menos aún por sectores a los cuales todos los argentinos favorecemos con un tipo de cambio a su medida y subsidios de toda índole, y que nos retribuyen con altísimos precios y desabastecimiento.

Lo que los empresarios agropecuarios, y quienes los apoyan, comenzaron a poner en tela de juicio luego del superconvocante acto rosarino, es el derecho del Estado a tomar decisiones y la legitimidad de un gobierno elegido por 8.204.624 personas. Eso no es democrático por más progresistas que se digan algunos de sus dirigentes, y no debe ser tolerado si pretendemos resguardar la democracia.

* Politólogo, docente de la UBA.

Elogio de la tibieza y la media tinta




Por Mempo Giardinelli

El desdichado conflicto que envuelve al país desde hace dos meses y medio ha generado un sinnúmero de expresiones revulsivas, intemperancias, agresiones y descalificaciones por parte de las llamadas “ambas partes”.

El griterío ha desencadenado una lamentable sucesión de mentiras y afirmaciones parciales que ya se encargará la historia de clarificar. Pero nosotros estamos aquí, y ahora, y nuestro país atraviesa una situación horrible, de la que es urgente salir. Con serenidad y mesura, y no con las indefendibles alusiones al todo o nada del señor D’Elía y –ayer– del señor De Vido diciendo que “no hay lugar para tibios”.

Esta emergencia argentina es precisamente para tibios y no para calientes al cuete. Bienvenidos sean los que reflexionan dos veces, los que ven la cancha completa, los que son capaces de dialogar y negociarlo todo, los que saben perder en beneficio del bien común.

No jodan más con intransigencias imposibles.

Afloje el Gobierno y revea algunas políticas: las retenciones son un derecho del Estado y por eso son vistas como necesarias por gran parte de la población, pero no coparticiparlas es, por lo menos, mezquino; además las retenciones pueden ser un poco más bajas y orientadas a favorecer a los pequeños productores; y hay que dar subsidios generosos a determinadas áreas e industrias alimentarias pequeñas y medianas; y hay que terminar con el innecesario y poco transparente Tren Bala y en cambio bien se haría en adoptar la propuesta Tren para Todos. Y también es hora de otorgar la personería gremial a la CTA y de intervenir el sindicato de peones de campo, por lo menos. Si el Gobierno hiciera esto, se fortalecería asombrosamente la gestión presidencial.

Pero también aflojen las entidades del agro aceptando de una vez las retenciones con sentido social y redistributivo; impulsando a que sus afiliados paguen los impuestos en su totalidad; blanqueen todos a sus peonadas; alquilen menos campos a los pools sojeros y oriéntense más a producir que a especular. Y también aflojen con la autovictimización: eso de que el Gobierno los “empuja” a hacer paros, o que el oficialismo los “ataca”, no es verdad, como no lo es su declamada “voluntad de no perjudicar” a la sociedad. Por favor, si realmente tuvieran esa voluntad no harían lo que están haciendo: casi 80 días de un lockout nefasto que sólo ellos aguantan porque tienen un resto que la sociedad no tiene.

Además, y aunque lo nieguen, generan inflación al provocar un desabastecimiento irritante que se parece, bastante, a los muchos golpes de mercado que ya padecimos los argentinos. E inflación que pagarán los sectores más pobres y desprotegidos, no ellos, y no importa que el Indec haga ahora mediciones desastrosas.

Esa autovictimización es en algunos casos tragicómica: como cuando ayer el señor Buzzi dice que “la actitud del campo es ya casi de sobrevivencia”. No tiene idea este señor de lo que es sobrevivir. Bien podría, cuando viene a Sáenz Peña, hacer unos kilómetros más hasta el ex Impenetrable, hoy un semidesierto en el que habitan unos 60.000 miserables esparcidos entre restos de bosques y sojas malditas, ésos sí que están sobreviviendo, y muy mal.

La intemperancia maximalista de algunos dirigentes y personajes del sector agrario, de la mano del oportunismo de la impresentable “oposición” que padecemos en la Argentina, es insuflada de una soberbia creciente que impide ver lo que hay que ver: porque en el fondo está lo que Alfredo Zaiat desnudó ayer en este diario: “el campo” mantiene un lockout durante dos meses, sin comercialización de cereales y hacienda y sin quebrar, cuando ninguna otra actividad económica aguantaría sin quiebras a montones.

“¿Por qué, entonces, los dueños, arrendatarios y arrendadores de campos agropecuarios pueden hacer un lockout, protestas, marchas y no trabajar?”, se pregunta Zaiat. Y responde: porque “el agro no se detiene por un lockout. No pierden mucho; más bien, casi nada”. La soja sigue creciendo, vacas y cerdos siguen engordando y basta recorrer cualquier ruta –lo hice esta semana– para ver que al interior de los campos se funciona a pleno y los granos se guardan en silos “hasta que aclare”.

Es en ese contexto donde es chocante la grosera altisonancia del señor De Angeli, fogoneado por el vasto coro de “periodistas” de radio y tele que más parecen dirigentes políticos y cuyos programas o medios están casi todos auspiciados por Monsanto, Cargill y otras empresas concentradas. Así desvían la atención pública para que permanezca fuera de escena lo que es en realidad el centro de la cuestión: el desastre ecológico y social sojero que sigue destruyendo las tierras y el trabajo de los campesinos más pobres y explotados de todo el país, que son expulsados de sus tierras y de quienes nadie se ocupa.

Gobierno y Campo no son iguales, y en eso tiene razón la Presidenta. Pero sí se equivocaron y se equivocan el Gobierno y los empresarios rurales por igual.

Por eso es urgente terminar con esto, con esa seriedad y grandeza que hasta ahora no se han visto. Diálogo sereno y media tinta es exactamente lo que esta crisis necesita. No más polarización, no más esa neoversión idiota de los viejos “patria o muerte”. Nadie vence con consignas extremas.

Nuestra democracia no se merece tanta patraña. Como no merece ese patrioterismo ramplón al que asistimos las últimas semanas, ni ese golpismo inconsciente basado en el odio y el resentimiento de clase (media y alta, desde ya).

Todos los caminos de la democracia conducen al diálogo, la tolerancia, la admisión del superior interés colectivo por sobre el de un gobierno y –particularmente– por sobre el de un sector que hasta ahora fue, y por lejos, el más privilegiado de la recuperación económica argentina.

Por eso millones de ciudadanos serenos y silenciosos, que asistimos a este tironeo con azoramiento y pena, esperamos del gobierno elegido democráticamente, así como del sector agrario, una nueva conducta cívica. Es hora de que la tengan. No se aguanta más esta disputa

Edgardo Depetri. “Las retenciones son un instrumento de redistribución”



Así lo consideró esta noche el diputado Edgardo Depetri, tras la reunión que mantuvo con el titular del PJ, Néstor Kirchner. "Lanzaremos una campaña de concientización para fortalecer el actual modelo productivo", explicó el legislador. A su turno, el dirigente social Luis D´Elía consideró: “Las retenciones son la contracara de la distribución de la renta nacional y la riqueza”. En ese sentido, llamó a fortalecer el respaldo a la administración de Cristina Fernández.

El diputado nacional Edgardo Depetri anunció hoy que los movimientos sociales "lanzaremos una campaña de concientización para fortalecer el actual modelo productivo".

Así se manifestó luego de mantener un encuentro con el titular del PJ, Néstor Kirchner, en la sede de Matheu al 11, de Capital Federal. “Dialogamos con el ex presidente (Néstor) Kirchner sobre la actualidad política y económica", explicó el legislador.

Hay una Argentina que avanza pero hay sectores que creen que los beneficiados exclusivos tienen que ser ellos. Lo del campo, esta brutal agresividad contra toda la sociedad y sobre todo, contra los sectores mas desprotegidos, son una muestra de lo que estamos confrontando.

Hemos estado con Kirchner, nos ha demostrado en una clara eposicion, que el futuro no se negocia. Y estoy de acuerdo. En general, todas lasOrganizaciones Sociales han mostrado su acuerdo con las medidas del gobierno. Las respaldamos y saldremos en una campaña nacional, a dialogar, discutir e intentar aislar a estos sectores, este nuevo campo con sus pretenciones desestabilizadoras.

Ellos creen que pueden imponer sus intereses al gobierno nacional. Y no lo van a lograr. En pocos dias lochout, la sociedad toda comprendera de que lado esta la verdad"

Depetri junto a Emilio Pérsico y Luis D’Elía ofrecieron una conferencia de prensa al término del encuentro que mantuvieron dirigentes de las organizaciones sociales con Kirchner.

“Las retenciones son un instrumento que capturan ganancias”, consideró durante la conferencia y explicó: “Cos esas retenciones vamos a seguir profundizando la redistribución”.

A su turno, el dirigente social Luis D´Elía explicó: “Nosotros queremos convocar para la semana que viene a un acto, el jueves, para diseñar medidas de acción que permitan contrarestar el accionar del campo”.

“No hacemos medidas contra nadie, aportamos al esclarecimiento a favor de la conciencia del pueblo argentino”, agregó D´Elía.

“Las retenciones son la contracara de la distribución de la renta nacional y la riqueza”, sentenció y llamó a fortalecer el respaldo de la administración de Cristina Fernández.

En

Edgardo Depetri -comunicado de prensa

"De Angeli busca que haya un muerto"

"De Angeli, con su actitud en los cortes de ruta, busca un muerto para culpar al gobierno. Sus ansias de protagonismo no tienen límite y su objetivo es seguir con esta campaña para enrarecer el clima político y alentar un proceso de desestabilización", dijo Edgardo Depetri.

El diputado nacional y dirigente de la CTA afirmó además que "la Federación Agraria ya no discute los intereses de los pequeños y medianos productores porque ahora representa a los arrendatarios del núcleo sojero que alquilan sus campos a los pooles de siembra para generar ganancias extraordinarias con la exportación".

Buenos Aires, 29 de mayo de 2008

Dip. Depetri: 011 15 5057 2132

Prensa: 011 15 5599 6606

011 15 4422 4539

HACIENDO BUENOS AIRES?


Según el informe de ejecución presupuestaria enviado a la Legislatura correspondiente al primer trimestre del año, el Gobierno de la Ciudad muestra que gasta bastante poco de lo que recauda. En algunos ministerios la subejecución es preocupante. Por ejemplo en Desarrollo Urbano, el área encargada de hacer las obras públicas, entre enero y marzo de gastó solo el 2,5% del presupuesto. Si tomamos en cuenta todas las áreas de gobierno, sobre un presupuesto total de unos 12 mil millones en el primer cuarto del año se ejecutó el 17%, esto incluye el gasto de salarios y servicios.

La difusión de este informe provocó una avalancha de críticas de parte de la oposición. “Es llamativo que un gobierno que ganó con un discurso que enfatizó la gestión, tenga más subejecución que las de Telerman e Ibarra” opinó Diego Kravetz, titular de la bancada del Frente para la Victoria. El legislador le apunta sobre todo a la salud, “el ministro Jorge Lemus logró lo que no había pasado en la crisis de 2001, que es desabastecer a los hospitales públicos” agrego el kirchnerista. En la intimidad algunos macristas admiten que la gestión no se mueve lo que desean y que esto inquieta a Macri. Recordemos que en varios discursos durante su campaña electoral el actual jefe de gobierno prometía: “Vamos a lograr que estos 10.000 millones que se están recaudando vuelvan a la calle a resolver los problemas”. La recaudación viene bárbaro, sobre todo después del aumento del ABL, una de las primeras medidas de gobierno, pero la vuelta a la calle de ese dinero sigue siendo una de las tantas promesas de campaña.

MAURICIO TIENE FOBIA MEDIATICA!!


Todos tenemos algún tipo de fobia escondida por ahí. Pero el caso de nuestro jefe de gobierno es por lo menos insólito. Mauricio tiene fobia-mediática, es decir, pavor al señalamiento de los medios. Es capaz de anular medidas o echar funcionarios ante la menor crítica por parte de la prensa. Cada vez que los medios lo critican por algo, se le transforma la cara y enfurece. La imagen y las encuestas son su obsesión. El temor al escrache mediático parece marcar su ritmo de gestión.

He aquí algunos claros ejemplos de los grandes papelones macristas: Luis Rodríguez Felder, quince días antes de asumir como ministro de cultura, se despacho contra los vanguardistas, el arte conceptual y la obra de León Ferrari. Las críticas no tardaron en llegar y Macri no dudó y le bajó el pulgar antes de asumir. Nicolas Caputo, amigo y socio, fue nombrado asesor y solo duró una semana, la avalancha mediática fue demasiado para Macri. ¿Como el jefe de gobierno designaba a su amigo, socio y uno de los principales contratistas de la ciudad? El final estaba claro, “Nicky” fue echado. Quiso cerrar la señal de la Ciudad y ante los reclamos dio marcha atrás. El contracarril que intento implementar en la Av. Rivadavia duró solo tres horas. Cuando los medios advirtieron que los colectivos no llegaban a doblar el macrismo retrocedió y nunca más se hablo del tema. En Parque Chacabuco ante el asedio de unos vecinos y un notero de CQC, suspendió las obras de ascenso y descenso de la autopista 25 de mayo. Tampoco se decide que hacer con los baches, la policía porteña y la calle de Cromañon. Ante una eventual crítica de la prensa, Mauricio se paraliza y lo invade el pánico mediático. Hace unas semanas un conocido encuestador comprobó lo pendiente que esta de la opinión pública. Le acerco una encuesta que le daba 58% de aprobación a él y diez puntos menos a su gestión. Y Macri se quejó y le dijo: “No, bajame la imagen del gobierno, yo tengo que estar 20 puntos arriba, dejame la gestión en 40% y a mi poneme en 60%”. Le importa más su popularidad que la imagen de su gobierno y los medios le marcan la agenda. Algo que no es para minimizar en alguien que aspira a ser Presidente.

NO AL FRAUDE DE LA VERDE, EN ATE ANSES!!

CONTUNDENTE MARCHA DE LOS COMPAÑEROS DE LA ANSES AL MINISTERIO DE TRABAJO CONTRA EL FRAUDE DEL OFICIALISMO DE ATE LISTA VERDE!!
EL OFICIALISMO VERDE ENCABEZADO POR EL SECRETARIO GENERAL DE ATE CAPITAL LEOPOLDO GONZALEZ Y SIN RESPUESTA ANTE LOS RECLAMOS DE DENUNCIAS DE FRAUDE, SE LLEVO A CABO LA PRIMERA REUNION CONCILIADORA PASANDO ESTA A UN CUARTO INTERMEDIO HASTA EL DIA 3 DE JUNIO A LAS 15 HS.
NUESTRA AGRUPACION CON NUESTRO COMPAÑERO HECTOR "POLLO" ROUILLET, SOLICITO QUE SE REALICE NUEVAMENTE LA ELECCION DE JUNTA INTERNA DADO QUE LA ANTERIOR TUVO GRAVISIMAS IRREGULARIDADES!!


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Duro cuestionamiento al oficialismo de Pablo Micheli y Vìctor de Gennaro




Denuncia de fraude en la delegación de ATE de la ANSES

La junta interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la ANSES, perteneciente a la agrupación “ATE es de todos”, cuestionó el resultado de los comicios realizados en esa dependencia oficial el pasado 8 de mayo, y acusó de fraude a la conducción nacional del gremio, encabezada por Pablo Micheli.

El delegado general de la ANSES, Héctor “Pollo” Rouillet, denunció que “fue adulterado el padrón electoral dias antes del comicio, con la inclusión de personas que no revistan en esa dependencia y con la exclusión de afiliados que sí lo hacen, entre otras anormalidades”. Y agregó que “frente al fraude comprobado, se pidió la impugnación del acto electoral ante el Ministerio de Trabajo, que decidió el día previo al comicio que, “mientras se sustancia la impugnación planteada, suspender la puesta en posesión de los miembros de la nueva junta interna ”.

Para finalizar, Rouillet afirmó que “no basta sólo con reclamar democracia sindical, hay que ejercerla en todos los sentidos, que incluye garantizar condiciones transparentes para que los compañeros elijan a sus representantes; esto no es lo que quieren los representantes de la Lista Verde ANUSATE de Pablo Micheli y Leopoldo González (hoy oficialismo en ATE-Capital), quienes fueron los responsables de llevar a cabo la manipulación del padrón electoral.

A pesar de las maniobras fraudulentas, la lista de Micheli sólo pudo imponerse por apenas cuatro votos entre 600 votantes.

Denuncia: Fraude en ATE-ANSES



No basta sólo con reclamar democracia sindical, hay que ejercerla en todos lo sentidos. Esto incluye garantizar condiciones transparentes para que los compañeros elijan a sus representantes, Sin embargo, los trabajadores de la ANSES de Capital Federal presenciamos el día 8 de mayo un acto eleccionario viciado de nulidad, instrumentado por la Lista Verde ANUSATE ( hoy oficialismo en ATE-Capital) en contra de la lista Verde y negro en cabezada por Héctor Roillet, orquestando todo tipo de acciones como :

No convocar elecciones en término; negar el control del padrón electoral durante 4 meses; ingresar 85 fichas de afiliación con inminencia a la convocatoria; permitir votar a compañeros sin la antigüedad necesaria para emitir su voto; empadronar compañeros del conurbano bonaerense al padrón de Capital Federal; alterar los padrones por mesa para impedir el voto de algunos compañeros de la lista verde y negro; no permitir a los fiscales observar los votos( por decisión de la junta electoral de ATE-Capital); no entregar los padrones por mesa el día anterior a la elección.

Ante esta grosera manipulación de la elección, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social decide un día antes de la elección “que, mientras se sustancia la impugnación planteada, suspender la puesta en posesión de los miembros de la nueva junta interna de delegados…”

Con aprietes, manipulación de padrones, manejo de aparato y fraude solo pudieron ganar por 4 votos de ventaja sobre un padrón de 700 afiliados. En las mesas donde votaron los trabajadores, sin adulteración de los padrones, gano la lista verde y negro.

Por Germán, la historia de ATE y la de todos los compañeros que dieron su vida en pos de recuperar el sindicato para los trabajadores, condenamos y nos sentimos avergonzados de la constante doble moral y doble discurso que sólo repite las prácticas y los peores vicios de la burocracia sindical.

Las Organizaciones Sociales y el lockout. Por un “diálogo pacífico”




Encabezados por Luis D’Elía, diferentes movimientos sociales kirchneristas se reunieron ayer y resolvieron iniciar una campaña “de esclarecimiento” en las plazas y rutas. Por pedido de la Presidenta, no bloquearán Rosario el 25 de mayo.

“Volvemos a tenderle la mano al campo. Tengan una actitud prudente y racional. Abandonen la protesta y pasen al plano de la propuesta. Tenemos que realizar un diálogo pacífico.” La convocatoria que hizo ayer Luis D’Elía contradijo su imagen más conocida, ese estereotipo construido por la mayor parte de los medios, de interlocutor agresivo y desafiante. Desde el hotel Marcone del barrio de Once, D’Elía comunicó el resultado del plenario nacional de organizaciones sociales que había terminado minutos antes.

La votación había aprobado por unanimidad realizar una campaña nacional de debate contra el lockout rural. La campaña comenzará con jornadas de esclarecimiento en las plazas y rutas desde el martes y se extenderá durante quince días. D’Elía también anunció que el domingo 25 de mayo no se bloquearán los accesos a la ciudad de Rosario, como se había anunciado hace dos días. “Por pedido de la Presidenta”, informó.

En la asamblea y posterior conferencia de prensa, D’Elía estuvo acompañado por el diputado Edgardo Depetri (CTA y Frente Transversal) más todos los movimientos que integran el Congreso de Organizaciones Sociales. Al momento de hablar ante las cámaras, el dirigente matancero se mostró rodeado de buena parte del espacio social kirchnerista: a su lado estaban representados el Frente Transversal, la Federación de Tierra y Vivienda, Movimiento Octubres, Bicentenario, Peronismo Militante, Comedor Los Pibes, Movimiento Plátano, entre otros.

El resultado del plenario expresó una evidente sintonía con la vocación dialoguista hacia las entidades ruralistas que el Gobierno viene planteando desde el discurso de Cristina Fernández en la cancha de Almagro. La sintonía no fue casualidad. Antes de realizar el plenario, algunos dirigentes habían conversado con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.

Pero desde la conferencia no salieron sólo mensajes contemporizadores. Como en todo conflicto nunca se descarta que la pelea siga escalando, D’Elía también hizo una advertencia que rápidamente fue reproducida en los portales de noticias en Internet. “Les pedimos que abandonen esta tesitura egoísta, mezquina. Pero que nadie se equivoque. Los convocamos nuevamente al diálogo, porque ya no hay sector en las clases sociales que se identifique con el egoísmo. Pero si es necesario y siguen provocando al pueblo, les vamos a hacer, como decía la compañera Eva, tronar el escarmiento”, advirtió a las cámaras patronales del agro.

La campaña de las organizaciones sociales se desplegará a partir del martes por varios puntos de la Capital Federal y el conurbano. Estará acompañada por afiches contra el “paro oligárquico y golpista” que recuerdan la historia de la Sociedad Rural; también con folletos explicativos sobre las retenciones y la rentabilidad del sector rural. Según D’Elía, las medidas irán “de menor a mayor”.

–¿Qué acciones piensan llevar a cabo? –le preguntó Página/12.

–Una campaña en positivo, a favor de las retenciones. Tenemos que explicar a la gente común qué significan las retenciones.

–¿Cómo analiza la situación del actual conflicto?

–Yo creo que la mayor politización que le están dando al reclamo está perjudicando al campo, la politización los perjudica muchísimo y también favorece al Gobierno. La gente empieza a ver que el lockout no tiene que ver con intenciones o problemas sectoriales reales sino con maniobras de la oposición. Es lo que veníamos diciendo desde el principio.

–¿Qué quiso decir cuando advirtió con “hacer tronar el escarmiento”?

–Si los tipos vuelven a generar desabastecimiento e inflación, como generaron en los primeros veintiún días del paro, la reacción popular va a ser dura. No se olvide que durante lo peor de la crisis nosotros supimos tener muchas rutas del país cortadas.

–El lockout generó desabastecimiento. Ahora afecta la comercialización de granos. Cuando habla del “escarmiento”, ¿se refiere a realizar alguna acción que afecte los intereses de los ruralistas?

–Y... sí, en ese caso, buscaríamos alguna forma de afectarlos a ellos.

En la conferencia de prensa no sólo hubo mensajes para los organizadores de la protesta rural. También se escucharon duras críticas a los sectores de la oposición que adhirieron al reclamo de suspender las retenciones móviles. El diputado Depetri calificó como “golpistas” ciertos dichos de los senadores Gerardo Morales (UCR) y Rubén Giustiniani (socialismo), que habían comparado la imagen actual que CFK cosecha en la opinión pública con la aprobación que tenía a fines de 2001 el entonces presidente Fernando de la Rúa.

Por Martín Piqué

Realineamiento político. Piso y techo




Por Horacio Verbitsky -

El declarado propósito de los patrones rurales de cambiar el modelo de país es parte de un realineamiento político. Según cómo resulte la convocatoria del 25 de mayo en Rosario, el movimiento patronal podría ser el núcleo de un partido de base agraria que represente esos intereses. Progresistas y nacionales y populares no kirchneristas frente a la coyuntura.

Aunque Eduardo Buzzi no lo sepa, la “pueblada agraria” que postula como forma de cambiar “el modelo de país” es un nuevo intento de las clases dominantes por articular sus intereses en un partido que los represente por medios políticos dentro de la competencia electoral. No es una ilusión novedosa en la Federación Agraria. Antes que Buzzi y que Alfredo De Angeli lo intentó el líder histórico chacarero, Esteban Piacenza, quien viajó a Italia para encontrarse con Mussolini e intentó reproducir en Buenos Aires la Marcha sobre Roma, hasta que en 1933 fue confinado en Gualeguaychú.

Por supuesto, si tuvieran éxito en su tentativa de torcerle el brazo al gobierno, el programa resultante no sería el de las nacionalizaciones de Evo Morales, que Buzzi exalta sentado a la misma mesa de Luciano Miguens y Mario Llambías, quienes lo consideran un simpático Tío Tom. Ese déficit de representación política de casi un siglo constituye una singularidad argentina, en contraste con los partidos fuertes y competitivos que sí supieron crear las burguesías de Brasil, Uruguay o Chile, donde también hay izquierdas capaces de disputar el poder.

Entre dos Centenarios

Bajo el impacto de la contestación social en los años previos al primer Centenario, la clase que organizó la Nación e insertó su economía con éxito en el mercado mundial abandonó las reformas liberales y se reconcilió con la Iglesia Católica, con cuyo discurso sobre las jerarquías inmutables del orden natural convirtió a las Fuerzas Armadas en Partido Militar, que hiciera la tarea de tomar el poder para ellos. La cara nacionalista y la cara liberal de ese Jano sembrador, dios de los comienzos y de los finales, imperaron desde el golpe exitoso de Uriburu hasta el fallido de Seineldín, pero no tienen viabilidad hoy. En su lugar se insinúa “un clima destituyente”, según la expresión de la carta abierta difundida esta semana por más de 750 intelectuales y artistas*. Su texto dice que el de

safío planteado a un gobierno democrático que intenta, mediante estrategias de intervención en la economía, algunas reformas en la distribución de la renta, no constituye una forma abierta de golpismo, pero es inocultable su desprecio por la legitimidad obtenida en el proceso político y plantea una prueba de fuerza externa al marco institucional. Una mañana reciente, cuando subía hasta su despacho en el ascensor que la Infanta Isabel le regaló a la Nación Argentina para los fastos de 1910, la presidente CFK pensó en algunas diferencias entre aquel Centenario y el próximo.

Entonces, las masas de obreros y artesanos se movilizaban por sus miserables condiciones de vida y su falta de derechos civiles y políticos; el gobierno oligárquico de Figueroa Alcorta declaraba el estado de sitio y policías y militares lo aplicaban con violencia. El festejo del Bicentenario se prepara sin estado de sitio ni represión y los protagonistas del reclamo militan en los primeros deciles beneficiarios de la distribución del ingreso, dispuestos para acrecentar su parte, a desconocer los títulos democráticos de un gobierno recién electo.

Entre uno y otro Centenario, la experiencia peronista hiende el siglo e impregna la memoria social, más en profundidad de lo que sugeriría el fantasma desvaído a que hoy se reduce su expresión partidaria.

Hielo fino

El gobierno de Cristina parece más frágil que el de Néstor Kirchner a esta misma altura de su mandato. ¿Pero de verdad lo es? Ni la marcha de la economía ni la situación social ni el marco institucional son comparables. Lo que se ha replanteado es la crisis política.

Durante los 55 meses de la vertiginosa presidencia de Kirchner se instaló la idea de un gobierno fuerte, autoritario, hegemónico, que acumuló tanto poder como reservas monetarias. Esta imagen fue una ficción conveniente a todas las partes. Básicamente débil, resultante de la inundación devaluatoria sobre la tierra reseca de la convertibilidad, ese gobierno disputó su derecho a existir día a día. Su estabilidad dependió siempre del ritmo de avance y del equilibrio que fuera capaz de mantener sobre una capa de hielo fino.

Debajo seguían los demonios de la crisis que en 2001 desbarató el sistema político. El impresionante crecimiento del Producto Interno, la rentabilidad extraordinaria de las mayores empresas, la recuperación sostenida del empleo y del salario sirvieron para calmarlos, pero sólo mientras el capital más concentrado consintió la política redistributiva que Kirchner planteó desde el comienzo. Tanto la inflación como la obstinada resistencia al incremento de las retenciones son expresión del cambio de etapa, con una pugna por el ingreso que en pocos países es tan feroz como en la Argentina, donde la tradición nacional y popular ha sobrevivido a las bases materiales que en las tres décadas de la posguerra mundial le dieron sustento.

Porotos de muestra

La confrontación sostenida desde hace nueve semanas por la Mesa de Enlace y por los actores ocultos que la respaldan requiere explicaciones. Una debe dar cuenta de la unidad inconmovible entre expresiones del gremialismo patronal con historias diferentes y, se creía al comienzo, intereses contradictorios. No por casualidad el punto inmodificable por el que se lanza uno y otro ultimátum a las pacientes autoridades son las retenciones a la venta de soja.

El 95 por ciento se destina a la exportación, lo cual independiza a toda la cadena del mercado interno. La industria atravesó un proceso similar hace tres décadas, cuando la valorización financiera del capital devino el eje del proceso de acumulación en reemplazo de la substitución de importaciones. En el caso de la soja se quiebran los lazos de solidaridad entre el campo y las ciudades, a cuyos habitantes más desfavorecidos puede tomarse como rehén o sitiar por hambre, porque han pasado a ser sólo un costo y ya no un mercado a abastecer. Cuanto más grande la escarapela, mayor la vergüenza que intenta tapar. Los chacareros están globalizados desde bien temprano en el siglo pasado, porque la carne y el trigo también concurrían al mercado externo.

Pero se trataba de lo que se conocía como saldos exportables luego del abastecimiento interno. Debido al incremento de los precios de la soja, el valor de los campos se ha duplicado o triplicado, en dólares y según las zonas, de modo que quien no tiene escala suficiente alquila su tierra a muy buen precio y, a diferencia de lo que ocurría hace una década, no quiebra ni se endeuda, vive de rentas con ingresos que decuplican los de un trabajador rural, los grandes excluidos del debate. Además, la banca del Estado ha acudido al rescate de quienes se hipotecaron en la década anterior y no fueron ejecutados antes de 2003. El propio Buzzi reconoce que no es el incremento de cuatro puntos en las retenciones lo que está en discusión. Aun así, la prosperidad de sus representados es superior a todo lo que conocieron en el pasado.

En la última década, las transferencias de paquetes accionarios debilitaron la conducción sobre el conjunto del patronato de la oligarquía diversificada que condicionaba al Poder Ejecutivo. Bunge y Born, Bemberg, incluso Perez Companc se desprendieron de muchas tenencias y resignaron su capacidad de liderazgo. A raíz de la aparición de un proyecto político como el kirchnerista que reclama grados novedosos de autonomía (aunque no sepa sostenerlos sobre alianzas sociales consistentes) la recomposición de las bases políticas de ese sector se torna urgente, y la eterna ilusión de un partido de base agraria reaparece con fuerza.

Su acta fundacional puede ponerse el próximo domingo en Rosario. Las organizaciones sociales que apoyan al gobierno deberían abrirles el paso para que concreten ese proyecto y así ayuden a delimitar mejor los campos políticos del país.

Transfusiones

En su columna periódica en La Nación el intelectual duhaldista Abel Parentini Posse no reivindicó ahora al ex obispo castrense Antonio Baseotto, que postulaba tirar un ministro al mar, ni el golpe de 1976, como hizo al cumplirse sus treinta años. Propuso, en cambio, la creación de “una Mesa de Convergencia Republicana que sirva como gran asamblea política” e incluya a todas las fuerzas de la oposición. “La caída de prestigio y de futuro electoral del Gobierno obliga a una política de diálogo y de reconstrucción institucional urgente”, cree.

Parentini perdió la virginidad electoral en 2007, cuando fue candidato a senador por la Capital en la Alianza UNA, que postulaba a Lavagna para presidente. Salió sexto, con el 3,7 por ciento de los votos. Su mesa de republicanos sin votos anhela una transfusión de la sangre agreste de los Buzzi y los De Angeli, y de buen grado la retribuiría con un generoso aporte de sus brillantes ideas. Unos ponen el cuerpo y los otros la mente.

El juego en que andamos

Como jactanciosos intelectuales, los firmantes de la Carta Abierta tienen muchas dudas, pero también algunas certezas. Señalan que los modos de construcción política del gobierno no siempre son felices, que faltan mediaciones imprescindibles, sobran las soledades enunciativas y demasiadas políticas son definidas sin la conveniente y necesaria participación de los ciudadanos. Como “una nueva época democrática, nacional y popular es una realidad de conflictos cotidianos” es preciso “desplegar las voces en un vasto campo de lucha, confiar, alentar e interactuar”.

Creen indispensable señalar los límites y retrasos del gobierno en aplicar políticas redistributivas de clara reforma social. Pero apoyan su responsabilidad y firmeza al instalar tales cuestiones “como núcleo de los debates y de la acción política desde el poder real que ejerce y conduce al país (no desde la mera teoría), situando tal tema como centro neurálgico del conflicto contra sectores concentrados del poder económico”.

También saben que los protagonistas del desafío buscan “limitar y domesticar” a la democracia, con argumentos similares a los que acompañaron los golpes de Estado históricos; que no sólo cuestionan el derecho que le asiste a un gobierno recién electo de aplicar los programas de acción que la mayoría votó, sino también impugnan “la cuestión de la memoria articulada en la política de derechos humanos”; que la batalla cultural que los medios masivos de comunicación más concentrados plantearon por la mera existencia de un inocente observatorio de medios tiene su correlato en el Brasil de Lula, en la Bolivia de Evo Morales, en el Ecuador de Correa, en la Venezuela de Chávez, en el Chile de Bachelet, porque cuestionan algunas políticas de Estados Unidos.

Otra casualidad

Es llamativa la coincidencia cronológica entre el reto político de los patrones rústicos y el avance de las investigaciones judiciales hacia los socios civiles de la represión dictatorial, como el ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz y el ex ministro de Justicia en la provincia de Buenos Aires, James Smart. La noche de marzo en que los caceroleros porteños salieron a las calles, en la Plaza de Mayo los aguardaba Cecilia Pando de Mercado y las mismas cadenas de mails que canalizan sus reivindicaciones alimentaron la ola de rumores sobre una crisis económica que precedería al colapso político.

Desde aquella imprudente exhibición de la activista castrense que considera presos políticos a los detenidos por crímenes contra la humanidad, el movimiento se impuso mayor sigilo ya que el apoyo a la dictadura dista de ser la motivación consciente de todos quienes se manifiestan en las calles de algunos barrios porteños. Entre ellos hay quienes consideran el tren bala un disparate ofensivo, la destrucción del Indec un acto retrógrado y las batallas entre sindicalistas una amenaza, y que de ninguna manera adhieren al credo conservador o prodictatorial.

Por eso la eficacia de la movida desestabilizadora depende de su enmascaramiento, cuanto más celeste y blanco mejor. Un ejemplo es el editorial de La Nación del domingo 11, titulado “El ocaso del dedo acusador”. Allí enumeró la posición oficial “contra la gente de campo y contra la jerarquía de la Iglesia, contra el periodismo independiente” y “contra instituciones en cuya preservación el interés del Estado debería prevalecer por encima del de otros”. ¿Hace falta nombrar a qué instituciones se refiere el diario que dedica no menos de un editorial mensual a considerarlas perseguidas por un afán de venganza?

Divisoria de aguas

Más allá del conflicto con los patrones rurales el discurso presidencial en el acto de Almagro tuvo un fuerte contenido político. Primero declaró qué rescataba del reorganizado justicialismo: un joven que nació en la ESMA, hijo de desaparecidos; el secretario general de la CGT, que habló en nombre de los trabajadores; un gobernador joven, que no arrastra la carga del pasado. Pero luego encomió a los movimientos sociales y a otros partidos políticos del campo nacional y popular y dijo que la tarea del nuevo Consejo Nacional partidario debía ser la convocatoria “a la concertación plural” a “miles y miles de argentinos” no justicialistas. Pero eso contradice el empecinamiento de la misma presidente en negar la personería gremial a la Central de Trabajadores Argentinos, el más representativo de los movimientos sociales y gremiales excluido del universo oficial, sin el cual será muy difícil concretar la distribución del ingreso.

Mientras el ex alcalde porteño Aníbal Ibarra opina que el gobierno debería “ceder con las retenciones” y que la futura ley de servicios audiovisuales no es oportuna porque “parece que la única finalidad es torcerle el brazo a Clarín”, el intendente de Morón Martín Sabbatella medita sobre la dificultad de conciliar la tradición nacional y popular que cruza la historia moderna del país, con los valores del progresismo liberal.

“Para nosotros el kirchnerismo fijó en estos años un piso alto. Lo que objetamos es que también haya puesto un techo bajo: no se profundiza la distribución del ingreso mediante una reforma tributaria, no se abren canales de participación y se insiste en algunas alianzas inaceptables con ciertos intendentes del conurbano. Pero ante el desafío oligárquico sabemos cuál es nuestro lugar. Queremos levantar el techo, nunca bajar el piso, construir una alternativa postkirchnerista después de un gobierno exitoso, no contribuir a su fracaso.”

* Uno de los firmantes es el autor de esta nota.

República de la Soja




Por Alfredo Zaiat

El ministro de Economía no habla. Los presidentes de las cuatro entidades de un sector del campo hablan.

Carlos Fernández no explica lo que ya se acordó, se concedió y lo que falta negociar. Eduardo Buzzi & cía. siguen pidiendo lo mismo y más, según el momento y lugar.

El Gobierno, a la defensiva, no avanza en la gestión diaria que interesa a las mayorías, que no es precisamente el tren bala. Los dirigentes agropecuarios –que representan cada vez menos a las bases y, por lo tanto, acompañan la dureza de las asambleas– suman contradicciones en sus declaraciones y petitorios con el acompañamiento de un coro afinado de voceros mediáticos.

La administración kirchnerista no puede salir de la conmoción de una protesta patronal de envergadura, enfrascada en una pelea de declaraciones, a veces ardientes y otras conciliadoras, desatendiendo otros problemas más relevantes, como la inutilidad –por su ineficacia– de los acuerdos de precios acordados por la Secretaría de Comercio. El Grupo de los Cuatro oculta que ya han recibido respuestas a sus reclamos, pero que no pueden aceptarlas porque implicaría que deben blanquear gran parte de sus operaciones comerciales para recibir las generosas compensaciones por retenciones y fletes.

Cristina Fernández de Kirchner puede ocuparse de otras cuestiones diferentes al lockout del campo, como la necesidad de recuperar el haber de los jubilados y de las asignaciones familiares o la de instrumentar una asignación universal por hijo para rescatar a millones de la indigencia. Eduardo Buzzi, Mario Llambías, Luciano Miguens y Fernando Gioino deberían reconocer, simplemente para transparentar el conflicto, que el diálogo para ellos es la subordinación del Poder Ejecutivo a sus pedidos y que algunos están pensando más en su carrera política que en resolver la crisis.

A esta altura, la extensión del conflicto responde a una dinámica perversa del actual proceso, que se ha independizado de los aspectos económicos, pese a que éstos son expuestos como motivadores de la protesta. En ese escenario, la mayoría de la población está en el peor de los mundos, recuperando angustias e incertidumbres de momentos pasados sin ningún motivo. Salvo que los agraciados productores sojeros piensen que están batallando por la declaración de la independencia de la República Unida de la Soja. El debate sería, entonces, más transparente para todos.

Anunciaron un nuevo plan de lucha contra el lock out patronal del campo





En una asamblea celebrada en Once decidieron comenzar "jornadas de esclarecimiento" sobre el conflicto con las entidades agrarias, construir mercados populares y controlar los precios. En ese marco, Luís D’Elía convocó al diálogo a las autoridades ruralistas y dijo que "volvemos a tenderle una mano al campo".

En la asamblea participaron varios movimientos sociales como el Frente Transversal Nacional y Popular, Militancia Social, Movimientos Octubres, Movimiento Bicentenario, la Juventud Peronista (JP), La Cámpora, Movimiento Nacional "Evita" y Peronismo Militante.

El objetivo fue diagramar las actividades que llevarán a cabo esas entidades en las próximas semanas, durante las cuales harán una campaña para "esclarecer" lo que "está en juego" en el conflicto, indicó D’Elía, tras continuar el plenario que había pasado a cuarto intermedio el jueves.

El martes próximo los dirigentes, entre los cuales también estaba el Diputado Nacional Ariel Passini, brindarán una conferencia de prensa a las 18 para dar detalles sobre las medidas, en la sede del viejo Hotel Marcone, ubicado en la avenida Pueyrredón 19, frente a la Plaza Miserere, donde este sábado se realizó la asamblea.

Edgardo Depetri

El Diputado Nacional, destacó que "no es lo mismo el pequeño productor que el pequeño productor del núcleo sojero" y explicó que la "Campaña nacional de debate y participación popular" contra el lock out patronal, definida este mediodía, incluirá actividades para los próximos 15 días.

Y más duro cargó contra Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria: "que no venga a decir que representa a los pequeños productores y después termina siendo funcional a la Sociedad Rural", dijo.

Depetri, además, dijo que "duelen en el corazón" las "lamentables" declaraciones de los senadores Rubén Giustiniani y Gerardo Morales "que alientan desde la oposición política que la Argentina puede tener un problema financiero con el ’dolarazo’ o un problema de inflación", porque según dijo "no ayudan en nada".

También Edgardo Depetri hizo un paneo sobre lo que significa ser pequeño productor. Y para eso fueron presentados campesinos del Mocase y de los movimientos de sin tierra. Hasta una representante de organizaciones cartoneras. Una manera de ir quitando tanta confusión de la madeja.

Y Edgardo remarcó la intransigencia de Buzzi. Sobre todo, desmintió que defienda a pequeños propietarios. Un propietario de 100 hectáreas en la provincia de Buenos Aires no es un pequeño campesino. En este momento son arrastrados por los grandes e invisibles grupos de concentración económica en este conflicto, como son Carguill o Monsanto.

Son la patria sojera.

Habló de la violencia, de métodos que ellos vociferaban de que se impusiera la autoridad y mandaran la represión sobre los piqueteros, piqueteros que como bien lo sabe Luís y los compañeros de La Matanza, salían a la calle empujados por el hambre, no por defender a las multinacionales agro- exportadoras.

"Esto no es un problema de rentabilidad. No estamos hablando de retenciones. Han echado a correr la voz de que hay crisis financiera, de que estamos en un proceso inflacionario. Buzzi nos explicó que si la Argentina seguía así iba a haber recesión y desocupación. Entonces la confrontación con el campo es una confrontación ideológica y política, del país que queremos construir", culmino Edgardo Depetri

Palabra de piquetero

El titular de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), Luís D’Elía, dijo este sábado "volvemos a extenderle la mano al campo" al convocar al diálogo y afirmó que el martes comenzará una campaña de difusión y esclarecimiento del conflicto que irá "de menor a mayor" y que se iniciará "sin cortes de ruta".

En una asamblea celebrada en el barrio porteño de Once, representantes de movimientos sociales decidieron comenzar este martes un plan de lucha que contempla "jornadas de esclarecimiento" y "movilización", la construcción de mercados populares y el control de precios por parte de las distintas agrupaciones.

Con tono conciliador, D’Elia pidió que "el pecho no le gane a la cabeza" y recomendó a los sectores agrarios tener una actitud "prudente y racional", que "abandonen la protesta y pasen el plano de la propuesta" y el "diálogo pacífico".

"El martes iniciamos un plan que va a ir de menor a mayor. Les pedimos que abandonen esta tesitura egoísta, mezquina. Pero que nadie se equivoque; los convocamos nuevamente al diálogo, porque ya no hay sector en las clases sociales que se identifique con el egoísmo. Pero si es necesario y siguen provocando al pueblo les vamos a hacer, como decía la compañera Eva, tronar el escarmiento", dijo el dirigente oficialista Luís D’Elía.

El piquetero agregó que el lunes indicarían cómo se instrumentaría la medida, que incluirá la salida de los piqueteros oficialistas a las rutas para explicar el esquema de retenciones móviles.

Sin embargo, el dirigente se encargó de aclarar que las acciones serían "de menor a mayor" y que cada día analizarían los pasos por seguir en función de la respuesta del campo.

Sin cortes. Además, D’Elía pidió que no se corten los accesos a Rosario el próximo 25 de mayo, para que el agro pueda realizar el acto en el Monumento a la Bandera.

"Tenemos que actuar en concordancia con la presidenta Cristina Kirchner, que ha sido vituperada y agraviada por la derecha. Ella nos ha pedido que hagamos gestos de diálogo y de distensión. No vamos a ser quienes aporten irracionalidad, quienes pongan piedras en el camino", agregó.

Niñas rebeldes y putas azarosas




Por José Pablo Feinmann

Si Evita hubiese sido una señora de la oligarquía, ninguno de estos machistas, de estos tipos llenos de odio por los que llegan desde abajo, por los que ocupan los lugares que no deben, le habían dicho nada.

Lo mismo con Cristina Fernández y sus carteras o sus relojes.

¿Alguien imagina posible que se le cuestionara a Victoria Ocampo tener una casona tan opulenta en las Barrancas de San Isidro?

¿Alguien le dijo algo a Marcelo T. de Alvear por las joyas de su suntuosa mujer, Regina Pacini?

Lo que subyace es lo siguiente: la oligarquía tiene lo que tiene porque tiene “derecho” a tenerlo.

“Los campos no se compran, se heredan” le dice Elina Colomer a Juan Duarte en “Ay Juancito”.

NIÑAS REBELDES Y PUTAS AZAROSAS

Y no solo derecho, tambien sabe como usarlo.

A la oligarquía le cae bien ser rica, rumbosa.

A los otros, a los que carecen de linaje, el lujo solo les sirve para revelar su ambición.

“Quieren ser lo que no son”.

Escribe Ghioldi: “Este furioso e incontenible amor al lujo pone al descubierto el escondido móvil que condujo su vida azarosa”(Américo Ghioldi, El mito de Eva Duarte, Montevideo, octubre 1952.)

Que perfecto canalla: lo de “vida azarosa” significa “puta” . Una señora “bien” no tiene “vida azarosa”.

Y si Victoria Ocampo la tuvo, fue por su “rebeldía”.

Las niñas de clase alta si son “azarosas” es porque son “rebeldes”, “curiosas”, “inquietas” y por fin, “poetas”.

Si Evita es “azarosa” es porque anduvo pasando de una cama a la otra, no de Roma a Paris y de Paris a Londres.

¿Porqué nunca se ha dicho nada de Regina Pacini de Alvear?.

Era, al cabo, una prima donna, era portuguesa, pero era una cantante lírica.

Una cosa son Verdi, Puccini y Wagner y otra una chica de Los Toldos que apenas si cantaba La comparsita.

Pero tampoco es lo esencial.

Lo que importa es esto: “Su figura (la de Alvear) respondía a ‘una cierta idea de país’ agropecuario, grandioso, bucólico, pacífico, que debía proyectarse al ritmo de las grandes republicas democráticas que el había conocido y admirado en sus largas residencias en Europa”

(Maria Sáenz Quesada, La Argentina, historia del país y de su gente , Sudamericana, Buenos Aires, 2001, pag. 478).

Alvear era un sibarita, le gustaba la buena vida, la vida de la noche, fue presidente del Jockey Club, hizo deportes, fue el perfecto bon vivant y, como buen enamorado del amor que era, se casó con la prima donna, con Regina Pacini.

“Esto fue juzgado como una nueva locura de Alvear por la pacata sociedad tradicional que perdía con esta boda a un soltero codiciable. Ella dejó su profesión. Formaron un buen matrimonio dentro de los cánones de la época; residieron mucho tiempo en Paris y se vincularon con gente refinada” (Sáenz Quesada, ibid. pag.479).

¿No es un cuento de hadas? No creo que nadie le haya cuestionado a doña

Regina Pacini de Alvear nada de lo que se pusiera encima..

A lo sumo, las conchetas solteras le recriminaron que les robara “a un soltero codiciable”. Hay cosas que repugnan.

Hay un odio de clase en este país. Hay un siempre renovado cholulismo por la “gente bien”, por la aristocracia, por los dueños de la tierra o por las señoras de clase.

Y, si acaso, eso ha disminuido (se me dirá que la oligarquía no esta en su apogeo, y es cierto), lo que no disminuyó, es el resentimiento contra el que vino de abajo, con el que usa lo que “por naturaleza” no le pertenece.

Si alguien quiere criticar a Cristina Fernández, que critique su política, pero que no utilice para hacerlo, la cartera o los zapatos que usa. Lo hicieron con los vestidos de Dior de Evita aunque, se sabe, después los cambió por el traje sastre y el rodete de la militante.

Pero, ¿por qué no los ofende la riqueza de los herederos? Al cabo, los que llegaron a lo alto algún esfuerzo tuvieron que hacer. Tuvieron que ganárselo.

Por eso se les dice ambiciosos, trepadores.

O, como dice el miserable de Ghioldi de Evita, “furioso e incontenible amor al lujo”.

Los que viene de abajo no heredaron nada: se lo tuvieron que ganar todo.

A los otros les cayó de arriba.

Si viene la reina Sofía o la princesa de donde sea, se les rinden tributos y hablan de su elegancia.

A Lady Di nadie jamás le dijo que se vestía lujosamente: admiraban su buen gusto.

Nadie le dijo que revolvía demasiadas camas con demasiados amantes: le gustaba ser libre, ser la rebelde de la Corona. Puta, jamás.

Concluye Ghiodi “Corta de inteligencia, deficiente de cultura y sensibilidad femenina, ignorante de las relaciones morales y civiles de los hombres, sin autocrítica, sin carga de escrúpulos de conciencia, falta de gusta, Eva Perón ingresa a la historia como una leyenda plantada en el mentidero argentino” (Américo Ghioldi, ibid. pag. 49).

En cambio, Mary Main, la autora del libro que inspiró la opera rock que indignó al país, termina su libro diciendo: ”Por otra parte, aquellos que inicien la tarea (de recuperar al país) no deberán subestimar la influencia que ‘Santa Evita’ ejerce en los corazones simples y las almas sencillas. Influencia que puede ser fortalecida y no debilitada por la muerte. Y que desaparecerá, no por medio de leyes y decretos, sino con ilustración, democracia y libertad” (Mary Main, The woman of the Whip (La mujer del latigo) Nueva York, 1952, pag. 199).

A Evita y al peronismo , en cambio, los “libertadores” los quisieron desaparecer con el decreto 4161 y a Evita, sin mas, la desaparecieron.

Tanto miedo le tenian a su cadáver.

Sabían que el pueblo la amaba.

No el “lumproletariat” de Ezequiel Martnez Estarda.

No la “chusma” de la oligarquía.

O los obreros incultos, barbaricos de Ghioldi.

Sino eso que Mary Main, calidamente, llama “los corazones simples y las almas sencillas”.

O sea las almas y los corazones que amaba Tolstoi.

Cosechar en negro. Cómo esconder millones de toneladas



Una alta proporcion de granos se vende en negro. Ello impide a los productores chicos recibir compensaciones

La Oncca busca blanquear cuatro millones de toneladas de trigo, una cuarta parte de la última cosecha que no fue declarada. Es un reflejo del manejo irregular del mercado de granos y del porqué los más chicos no acceden a las compensaciones.

La última cosecha de trigo se estimó en 16 millones de toneladas. Pero sólo se declararon 12 millones para exportación y molienda.

Cuando el 31 de marzo, el entonces ministro de Economía, Martín Lousteau, anunció las compensaciones para los productores más chicos de granos por diferencias de retenciones y por flete, la suposición lógica era que el conflicto se encaminaba a una solución.

Sin embargo, el beneficio fue rechazado por las entidades rurales, sin demasiadas explicaciones acerca de por qué no los satisfacía, cuando aparentemente el 80 por ciento de los productores quedaban mejor posiciones que antes de las retenciones móviles. La auténtica razón de la insuficiencia de la medida es que, para recibir compensaciones, los productores deben figurar en el padrón tributario y registrar sus operaciones. Apenas una minoría cumple el requisito.

La actual controversia entre los exportadores de trigo y el organismo responsable de autorizar el registro de operaciones de venta al exterior, la Oncca, pasa justamente por ese plano: la diferencia entre unos y otros sobre el grano disponible para exportación es de nada menos que de cuatro millones de toneladas, el 25 por ciento de la cosecha total estimada. Sería la proporción de la producción no declarada que, casi como una extorsión, sólo se “blanquearía” en caso de que se autorice su exportación. De ir al mercado interno, permanecerían en el “circuito negro”, hasta su venta al consumidor como pan, facturas, harina o fideos.

Se estima que en el país hay alrededor de 50 mil productores de trigo. Sin embargo, el año pasado el registro de la Oncca de quienes se presentaron a pedir alguna compensación no llegaba al 10 por ciento de ese universo. Se adujo, desde la vereda de la dirigencia agropecuaria, que los trámites para la acreditación de las compensaciones eran “muy complejas” e inalcanzables para el pequeño productor. Pero se eludía, prudentemente, admitir que una amplia mayoría no está registrada como contribuyentes.

“La producción de granos constituye un sector muy grande de la economía argentina, pero un alto porcentaje del mismo se maneja de manera irregular”, advirtió Ricardo Echegaray, titular de la Oncca (Organismo Nacional de Control Comercial Agropecuario), en diálogo con Página/12. “Las compensaciones, conceptualmente, siguen siendo la herramienta para optimizar el desacople entre los precios internacionales en alza y el valor de la materia prima para el mercado interno. Pero el productor debe saber que, para compensar, el requisito principal no es llenar un formulario o hacer un trámite, sino estar en regla con el sistema tributario.”

La apreciación de Echegaray calza perfectamente con lo que sucede en el mercado triguero. Tanto las estimaciones privadas como la de la propia Secretaría de Agricultura coinciden en que la última cosecha (2007/08) arrojó una producción de 16,2 millones de toneladas. “Cuando nosotros nos hicimos cargo del Oncca, a principios de abril, teníamos que de esa cosecha se habían exportado seis millones”, relata el titular del organismo. “Como la demanda interna para molienda y elaboración de productos de panadería y de pastas se calcula en poco más de seis millones de toneladas, los exportadores nos reclamaban que autoricemos la venta al exterior de las cuatro millones de toneladas restantes”.

El problema es que esa cantidad de trigo, supuestamente “disponible”, no aparece en las existencias declaradas por los distintos operadores del sector. Sumando lo que dicen tener los molinos y acopiadores, en sus propias instalaciones o ya compradas pero aún en campo del productor, no pasan de 5,1 millones de toneladas. Como aún se necesitan 4,7 millones de toneladas para la molienda destinada al mercado interno de aquí hasta el ingreso de la nueva cosecha, apenas quedarían disponibles 400 mil toneladas para exportar. Prudentemente, sólo se autorizó la apertura del registro de exportadores por 100 mil: el 2,5 por ciento de los cuatro millones que pretenden los exportadores.

Lógicamente, la suposición que hacen todos, autoridades y analistas privados, es que no se trata de un error tan grosero de estimación de la cosecha, sino que existe trigo no declarado en varios puntos de la cadena comercial. Este podría estar en manos de productores que aún no vendieron, en poder de acopiadores que no los declararon, en manos de otros intermediarios e incluso de molinos que no informaron de su existencia. Intentando descifrar su localización, la Oncca obligará a los productores a declarar qué cantidad de trigo tiene almacenada en silobolsas. Seguramente no será una solución definitiva, puesto que gran parte de los productores no están registrados y, por tanto, seguirán en las sombras. Ellos y su trigo. El paso siguiente sería la inspección física de campos, especialmente cercanos a los molinos, en búsqueda del trigo perdido.

Mientras el trigo no se declare, la decisión de la Oncca es mantener cerrada la exportación. Aunque con ello se corra el riesgo de que el trigo no registrado entre en un “circuito negro”: pase por la molienda sin ser declarado, se produzca harina y se venda a la industria panificadora o de pastas sin declarar. La presión de los exportadores es que sólo abriendo el registro se asegura su blanqueo, y sólo en su última etapa. Pero si se habilita su exportación y resulta que el stock disponible no existe, antes de que entre al mercado la nueva producción de trigo se produciría una situación de desabastecimiento y salto en los precios internos.

La existencia de una importante franja de producción de granos “en negro” ha sido una palanca que, en definitiva, siempre resultó funcional al interés de los exportadores. Y en la coyuntura actual, un paredón que impide la aplicación de políticas de Estado a través de las compensaciones. La Oncca va al rescate del instrumento.

Por Raúl Dellatorre