Ola de desalojos en la Capital: el verdadero rostro de la política PRO



Una crisis habitacional que la comuna ignora

Por Carmelo Paredes, especial para Causa Popular
Los fines de febrero preanuncian que la política del Gobierno Porteño será profundizar la expulsión de pobres de la Ciudad. Al cierre de esta edición, unas 320 familias fueron desalojadas de un edificio ubicado en la esquina de Bolivar y Mariano Moreno, en pleno casco histórico capitalino. Aunque la comuna habla de riesgo de derrumbe, Causa Popular pudo comprobar que se trata de un enorme negocio inmobiliario que comenzó en diciembre de 2006.
El Palacio Raggio es conocido por ser uno de los primeros inquilinatos de la Capital Federal. Inaugurado en 1910 fue regenteado por años por un propietario que resolvió venderlo a fines de 2006. Cada uno de los 3 edificios estaba administrado por “encargados” que subalquilaban las piezas de cada piso a su cargo. Cuando se concretó la venta, en diciembre de 2006, estos encargados trataron de sacarse a la gente de encima. Uno de los vecinos contó que les ofrecieron hasta 10 mil pesos por piso para sacar a los inquilinos. Luego de la venta en 2006, aparecieron los encargados.

En diálogo con Causa Popular, una de las trabajadoras desalojadas, relató: “Nos dijeron: tienen un mes para irse, porque el hotel se vendió y se vienen conmigo a otro hotel”. A esto las familias se revelaron y preguntaron por qué no les habían avisado antes. La respuesta fue: “se tienen que venir conmigo y punto, porque sino los va a sacar la policía. Ahí comenzaron las amenazas. Entre diciembre de 2006 y enero de 2007 nos cortaron la luz y el gas, entraron por los techos, e incluso contrataron matones para asustarnos que dejaban garrafas abiertas en algunos pisos para asustarnos. Los 3 edificios tuvimos el mismo problema y en ese momento la mitad de la gente se fue, porque era una situación horrible. Esto fue entre el 8 de diciembre de 2006 hasta el 20 de enero de 2007. Durante ese lapso la gente se encadenó, se encerró en sus piezas sin luz ni gas y aguantó los patoteos. No podíamos salir de adentro. Eso duró un mes hasta que intervino la Asamblea de San Telmo y así logramos mantener un año de negociaciones. Eso nos ayudó para empezar la lucha que terminó hoy. Nos mantuvimos todos unidos hasta el 18 de enero de 2007, cuando llegó la oferta económica. Ahí las 30 familias de Bolivar 331 se enojaron con nosotros. Estuvimos con marchas y cortes de calle hasta diciembre de 2007”.

Aún no se sabe quiénes son los propietarios de San Telmo House SA, la empresa que pagó 2800 pesos a cada desalojado jefe de familia, junto a los 13.200 que entregó el Gobierno Porteño para que dejaran el edificio.

A pesar del acuerdo previo, unas 40 personas se negaron a salir del inmueble y hubo una dura represión a primera hora de la mañana. Los efectivos de la Policía Federal, se apostaron desde las seis de la mañana sobre la calle Bolívar para hacer cumplir la orden de desalojo dispuesta por el Juzgado Nacional de Primera instancia en lo Civil Nº 42, a cargo de José Silvera.

El personal policial ingresó esta mañana al inmueble, tras cortar la energía eléctrica, y donde se produjeron forcejeos con los habitantes del segundo y cuarto piso, aunque la situación se resolvió tras una negociación con auxiliares del gobierno porteño.

Pero eso no es todo, en otro operativo sin incidentes fueron desalojadas 15 familias de una propiedad ubicada en Cochabamba al 2300, del barrio porteño de San Cristóbal. Los habitantes del lugar debieron abandonar el lugar, a pesar de que reclamaron a las autoridades "tiempo", porque dijeron "no tener un lugar donde ir a vivir". Una mujer, que esperaba ser trasladada con sus pertenencias en la calle, dijo a la prensa que pagaban mensualmente "500 pesos por piso" a una persona que se autoproclamaba propietario del edificio. Las familias del edificio de Bolívar al 300 empezaron a retirarse lentamente este fin de semana del lugar, donde camiones comenzaron a llevarse muebles, colchones y otros enceres particulares.



La crisis habitacional

La Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires advirtió en octubre último que unas 2.300 familias porteñas iban a sufrir el desalojo de sus hogares debido a la situación en el distrito, donde consideró que existe un "colapso" de la vivienda. El órgano defensor también reclamó en julio de 2007, mediante un proyecto de declaración, que en casos de juicios de desalojo se realicen informes socio-ambientales previos de los afectados, sobre todo cuando involucren a niños, ancianos o personas con discapacidad, tres grupos en condiciones de vulnerabilidad.

En uno de los informes, remitido oportunamente a la Legislatura de la Ciudad, la Defensoría porteña constató que 75 personas por día fueron lanzadas de sus hogares durante los primeros cinco meses de 2007.

La media del año pasado duplicó los 34 desalojos diarios que se produjeron en 2006, como consecuencia de falta de pago, vencimiento de contratos, comodato, intrusión y otros motivos, en miles de los más de un millón de hogares en esta ciudad.

En tanto, en el proyecto de declaración presentado en julio, la Defensoría porteña buscaba que se siga un procedimiento previo a librar una orden de desalojo. En primer lugar, que un grupo de profesionales idóneos realice un informe socio ambiental "suficientemente pormenorizado" de las personas que son demandadas, en especial cuando pueda afectar a grupos sociales vulnerables.

En caso de que el ambiental revele que la situación que provoca el desalojo obedece a razones "socioeconómicas ajenas a la voluntad" de los demandados, la Defensoría recomendó que los tribunales actuantes deben enviar un oficio judicial con la copia del informe al Gobierno de la Ciudad.

La intención es que el Ministerio de Derechos Humanos y Sociales porteño adopte las medidas habitacionales o de protección correspondientes para que las personas desalojadas no queden en situación de calle. Pero Macri solo está preocupado en sacar a los pobres de la ciudad.

“A Macri le molesta la ‘Estética de los Pobres”




Scioli le pega a su ex amigo y el caso Fornieles sigue sin respuesta

Por Carmelo Paredes, especial para Causa Popular
En medio de la polémica desatada por la creciente ofensiva del gobierno porteño contra los cartoneros, el gobierno bonaerense acusó a Mauricio Macri, de promover el desalojo de los cartoneros que acampaban en el barrio de Belgrano, porque a algunos de sus integrantes "parece molestarles la estética de los pobres". La respuesta se originó luego de que los hombres pro dijeran que los intendentes del Conurbano "no resuelven ninguna de las situaciones sociales" de los cartoneros, para asegurar luego que los trabajadores arriban "cada vez más" a Capital Federal para buscar residuos.
Cruzado por una serie de cuestionamientos por su papel, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, salió con los tapones de punta a pelearse con sus mejores interlocutores. Dijo que "el macrismo debería ser menos repulsivo con los recuperadores urbanos y tratar de ayudar a resolver su situación".

Pérez se refirió al desalojo con incidentes de unas 50 familias concretado por agentes policiales y empleados comunales en la zona de Barrancas de Belgrano, barrio en el que permanecían desde el cese del funcionamiento del Tren Blanco.

"A algunos dirigentes de la Capital, parece molestarles la estética de los pobres, a nosotros, nos preocupa ayudarlos con planes de empleo y capacitación", remarcó Pérez en un comunicado de prensa. Y agregó que "el macrismo debe aprender de los intendentes del Conurbano en la lucha contra la pobreza", porque "llevan adelante en materia social" gestiones que calificó como "importantes". También sostuvo que "los intendentes siempre fueron el primer escalón de la contención en momentos de crisis, sosteniendo comedores comunitarios, salas de primeros auxilios y planes de trabajo."

Las andanadas macristas vinieron de uno de los sectores más oportunistas. Es el caso del legislador porteño de PRO Martín Borrelli que espetó que los intendentes del Conurbano "no resuelven ninguna de las situaciones sociales" a los cartoneros que llegan "cada vez más" a Capital Federal con el fin de buscar residuos.

En su papel de Corach de segunda, justificó el operativo de desalojo realizado en Belgrano, al expresar que "muchas veces, estas personas ponen en riesgo su propia vida y la de los menores" que los acompañan.

Del otro lado de la General Paz, el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados bonaerense, Martín Ferre, respondió que el gobernador Daniel Scioli impulsa un "Estado social activo", al que definió como "motor del desarrollo con inclusión".

"Por este motivo, resultan irresponsables las acusaciones de ciertos legisladores porteños de la oposición que, con total cortedad de miras, comentan que el Estado (provincial) mira para otro lado y no se está haciendo nada", se quejó en un parte informativo.

Al comienzo del lunes el jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, consideró que "no hay ninguna duda de legalidad" del desalojo de los cartoneros que acampaban en Barrancas de Belgrano, aunque la primera marca de resquebrajamiento se llame Pablo José Fornieles. La historia lo registrará como el primer funcioario renunciante del gobierno de Mauricio Macri.

Si bien hasta ahora todo es parte de una polémica que la comuna trata de minimizar, lo cierto es que las únicas razones que adujo el ex Director General de Reciclado fueron personales.

Desde que cerró el Tren Blanco, cientos de familias estuvieron acampando en parques y plazas en los barrios de Belgrano, Núñez y Coghlan. Según pudo comprobar Causa Popular, los desplazados trabajadores cartoneros, sostienen que Fornieles fue el único que trató de aplicar las leyes que los considera "recicladores urbanos" y por eso se fue. Según indicó Noticias Urbanas, el funcionario saliente se identificaba con la vicejefa Gabriela Michetti, mientras que el encargado de la basura, el subsecretario de Higiene Urbana Gustavo Grasso, reporta al jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta. La discusión de fondo era qué hacer con los cartoneros. No hay lugar a dudas: Mauricio Macri no quiere legalistas en su equipo y está preparado en llevarse a los cartoneros por delante.

Aunque la polémica por Fornieles quedó perdida en la jungla informativa, lo que si quedó en evidencia fue la confusa confusa situación registrada el día del procedimiento, debido a que, poco después del desalojo, la administración porteña emitió un comunicado en el que dijo que existía una orden judicial para aplicar el operativo.

A las pocas horas, mediante otro parte informativo, corrigió esa información y aseguró que promovió el operativo por "vía administrativa", luego de que una Fiscalía estableciera que los recolectores habían incurrido en una contravención al ocupar de manera "indebida" el espacio público. Algo muy parecido a mentir y tratar de revertirlo cuando es demasiado tarde.

El PRO no quiere caras extrañas

La discriminación y la segregación: espíritu del nuevo gobierno porteño

Por Roberto Koira, especial para Causa Popular
Sobre llovido, mojado, el legislador porteño de PRO-Recrear, Marcelo Reis,


presentó un proyecto para que los cartoneros no puedan entrar más a la Ciudad, luego de los incidentes desatados en el desalojo del asentamiento de Belgrano. “La norma implicará mantener la ciudad más limpia y evitar problemas de inseguridad y drogadicción que se esconden detrás de los recolectores callejeros”, aseguró el diputado. Parece que el problema de inseguridad y la drogadicción es un problema sólo de los pobres según la visión del legislador “gerente”.
Cuando se conoció la “democrática” iniciativa, la oposición salió con los tapones de punta para repudiar la medida. Diego Kravetz explicó que “Después de ésta, va a venir una ley que no permita entrar a la Ciudad a las personas con piel oscura. La de Meis es una medida totalmente discriminatoria”. El titular del bloque kirchnerista de la Legislatura exigió “que se solucione el conflicto y no que se tire a la gente más allá de la General Paz”.


La dirigente del MST, Vilma Ripoll, sostuvo que “Se deben hacer centros de reciclado, como prometió Macri, que harían el trabajo más seguro; se le debe exigir a TBA, subsidiada por el Estado, que reponga el tren blanco y, sobre todo, se deben crear puestos de trabajo para los recolectores”.

Uno que esta de acuerdo con la política macrista es el abogado Javier Miglino, sobreviviente del incendio de Cromañón, quien denunció los asentamientos por los considera una tragedia en potencia. Pero exigió a Mauricio Macri “que trabaje 24 horas por día como dijo en campaña para solucionar este problema, que no puede ser tan difícil de resolver”.

El macrismo quiere una Policía de la Ciudad

El legislador de la Ciudad Cristian Ritondo presentó una iniciativa por la cual se crea la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El macrismo no se da por vencido respecto a la idea de contar con una policía propia.

Según la propuesta, la Policía a crear tendrá competencia exclusiva en materia de protección de las personas y bienes, seguridad y prevención del delito y auxiliar de la Justicia, dentro de la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dependerá orgánica y funcionalmente del Poder Ejecutivo, por intermedio del Ministerio de Justicia y Seguridad.

Las funciones de la nueva fuerza de seguridad, serán las de prevenir e investigar delitos y contravenciones, mantener y restablecer el orden público y la seguridad pública, proveer a la seguridad de las personas y a sus bienes, cooperar con la Justicia Federal y auxiliar a la Policía Federal. El proyecto determina los pasos para la designación del personal de la fuerza, cuyo Jefe será nombrado por el ejecutivo de la ciudad, quien elevará el pliego a la Legislatura con los antecedentes del candidato. El Presupuesto General de Gastos y Cálculos de Recursos de la Ciudad asignará anualmente las partidas presupuestarias para su funcionamiento.



Pobres los cartoneros y los portadores de caras extrañas con policía propia, y si se aprueba el proyecto de Meis, el gobierno de los gerentes tendrán las manos libres para solucionar el problema de la pobreza a su manera: con represión y exclusión de los “indeseables”. Fuente Página/12

Palos y represión para los cartoneros



Mauricio Macri cumplió su promesa
Por Roberto Koira, especial para Causa Popular
Después de la barbarie vinieron las excusas, como las que dio el titular de Ambiente y Espacio Público; Juan Pablo Piccardo, quien aseguró que no quieren echar de la ciudad a los cartoneros y hasta llegó a decir que apoyan el justo reclamo que hacen por el fin del “tren blanco” por parte de la empresa TBA.

Ante este panorama el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) hizo un pedido de informe al gobierno de la ciudad por el desalojo de trabajadores cartoneros en las barrancas de Belgrano, "Cuando nos enteramos de las circunstancias en las que se realizó el desalojo actuamos de oficio y redactamos un pedido de informe dirigido a alguno de los responsables, como Gabriela Miccheti", explicó su titular María José Lubertino.

Sin embargo, para el gobierno porteño su accionar fue impecable y se informó que se mantendrá el ofrecimiento de 30 camiones diarios para que los cartoneros trasladen su mercadería. Que se haya actuado sin orden judicial para ellos es algo menor y para peor también se había dicho que se cumplía un orden de la Fiscalía Contravencional número 3 a cargo de la doctora Marcela Solano. La mentira quedó al descubierto cuando Guillermo Reineque, jefe de prensa de la Fiscalía, aclaró que esa dependencia judicial porteña “no tiene atribuciones para ordenar desalojos” y explicó que eso fue posible por una resolución administrativa del Ministerio comandado por Piccardo.

En el procedimiento del viernes, la Policía Federal y el personal del gobierno, detuvieron a 9 personas, de las cuales fueron liberadas 7 y quedaron 2 hasta el lunes. El sábado los cartoneros y vecinos por el barrio de Belgrano organizaron una marcha, en las proximidades de Pampa y la vía, para repudiar el desalojo y pedir la renuncia del ministro de Ambiente y Espacio Público, Juan Pablo Piccardo. También se pidió por la vuelta del tren blanco y la devolución de los carros que se llevaron durante el desalojo.

La que mantiene una postura inflexible es TBA que asegura que no volverá el servicio por las innumerables quejas de los pasajeros cuando los cartoneros entraban con carros y tapaban las puertas de los trenes, según explicaron desde la empresa. La que sigue ignorando una orden judicial de la jueza federal en lo Civil y Comercial de San Martín, María Isabel Forns, que había ordenado restablecer el servicio ferroviario.

Desde la oposición, palos a la medida

Todo el arco opositor se declaró en contra del desalojo. El Bloque Nueva Izquierda, por intermedio de un comunicado afirmó que “Macri y el gobierno nacional prometieron inclusión social, pero ante los excluidos responden juntos con represión”. Y exigieron “la reposición del Tren Blanco, subsidios sociales de emergencia y una salida laboral digna para los cartoneros”, el texto llevaba la firma de Patricia Walsh.

El titular del bloque kirchnerista de la legislatura, Diego Kravetz, aseguró que el desalojo “es otra muestra, más contundente y cruel, de cómo la improvisación perjudica a la gente. El de los cartoneros no es un problema de espacio público, es un drama social. No se resuelve mediante la violencia”, agregó Kravetz para fijar su posición.

El diputado nacional y miembro del CTA, Claudio Lozano, a través de un comunicado de prensa, expresó que “Una vez más el desprecio por la vida y la indolencia ante el drama de la pobreza termina con represión. Este es el resultado de las decisiones convergentes, tomadas por los Estados nacional y de la Ciudad. Ninguno se hace cargo de sus responsabilidades a la hora de resolver, de manera integral, la situación que afecta a los más postergados”. Además Lozano anunció, que Buenos Aires para Todos, a través de su legislador Martín Hourest, prsentó en la legislatura porteña un pedido de informes y un proyecto de declaración de repudio a este hecho.

Mauricio Macri debería reprimir un poco sus sentimientos que les juegan estas malas pasadas y lo dejan mal parado. “Voy a meter presos a los cartoneros porque son delincuentes que se apropian de la basura que los vecinos sacan a la calle”, ya lo había prometido y cumplió. El gobierno de los gerentes no quiere caras extrañas en la Capital por eso quiere también hospitales exclusivos para los porteños. Con este criterio bien podría cerrar la General Paz, hacer un muro y no esperar dos años para sacar a los cartoneros como propuso un legislador macrista. Fuente Telam

Sesión extraordinaria en la Legislatura para precisar los límites comunales




El gobierno de Mauricio Macri parece que puso el acelerador en el tema descentralización y envió un proyecto a la Legislatura –que se trataría en sesiones extraordinarias la semana entrante- para terminar de precisar los límites de las 15 comunas y poder avanzar con la confección de los padrones que den lugar a las primeras elecciones.

La Ley 2329 votada en el año pasado fijo a las elecciones comunales para agosto de 2008. Pero la demorada transferencia de la partida del presupuesto por parte del gobierno de macri a la Justicia electoral para la confección de los padrones –con fecha tope el 15 de febrero- y la discusión sobre los detalles que tienen que ver con sus límites siguen aún poniendo en peligro el comisio comunal.

Aparentemente el macrismo quiere poner el acelerador en este tema y llamo a sesiones extraordinarias para la semana que viene con el fin de terminar de subsanar los inconvenientes con los límites comunales "Está casi definida la convocatoria a sesión extraordinaria para el jueves próximo, pero si no se llega convocar, en el período de ordinarias se tratará seguramente", señaló una alta fuente de PRO a la agencia DYN.


Roy Cortina vs Moscariello


El Diputado Nacional y ex Ministro de Descentralización porteño, Roy Cortina presentó un amparo una vez cumplido el plazo máximo para que el Gobierno transfiera a la Jueza María Servini de Cubría el dinero para terminar la confección de los padrones y poder llevar adelante la elección comunal.

El Jefe de la bancada macrista en la legislatura, Oscar Moscariello no tardó en salirle al cruce a Roy Cortina, y dijo “A la administración anterior falló en la determinación de "los mapas oficiales y uno callejero, indispensables para realizar el recircuitado de la ciudad con sus nuevos límites y poder llevar adelante la elección de comunas".

Pero los cierto y más allá de los cruces verbales y judiciales es que las comunas son una deuda con los porteños desde el año 2001, y los pasos a seguir que son subsanar las cuestiones limítrofes y que el gobierno de Macri trasfiera definitivamente el 1.300.000 pesos a la Jueza Servini de Cubría para la confección de los padrones definitivo que permitirás a los porteños elegir sus autoridades comunales.

Macri lo hizo



Violento desalojo y represión a cartoneros

Ni siquiera en Pampa y la vía- El gobierno porteño desalojó con la Policía Federal a los cartoneros asentados en Belgrano. Hubo heridos y nueve detenidos. El Ejecutivo adujo que actuó por orden judicial, pero la fiscalía lo desmintió. Recién entonces asumió su responsabilidad.

Eran noventa personas -entre ellas cerca de treinta niños- que estaban doblemente “en Pampa y la vía”. Lo estaban por sus condiciones precarias de vida, situación que describe el dicho popular. Y también porque estaban a metros de la calle La Pampa y el cruce de las vías del ferrocarril Mitre, frente a la plaza Barrancas de Belgrano. Los adultos son cartoneros que, desde comienzos de año, se habían asentado allí, sobre un playón de cemento.

Desde ese lugar reclamaban que se reactivara el “tren blanco” con el que transportaban sus mercaderías y que fue desactivado el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, por la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA). Ayer, antes del amanecer, el gobierno porteño y la Policía Federal los desalojaron por la fuerza, sin orden judicial.

Como algunos se resistieron ante lo que consideraron un atropello, hubo nueve detenidos, seis de los cuales -entre ellos una mujer- tuvieron que ser asistidos porque sufrieron distintas heridas por la violenta represión. Anoche, siete de esas personas fueron liberadas. Las escenas hicieron recordar a las que reconstruyó la película La Redada, sobre un “operativo limpieza” realizado en Tucumán por el ex gobernador de facto Antonio Domingo Bussi, en plena dictadura militar.

Un comunicado del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, a cargo de Juan Pablo Piccardo, aseguró que el desalojo se había realizado “por disposición de la Fiscalía Contravencional número 3 de la Ciudad de Buenos Aires a cargo de la doctora Marcela Solano” (ver facsímil). Guillermo Reineque, jefe de prensa de la Fiscalía, se comunicó con Página/12 para aclarar que esa dependencia judicial porteña “no tiene atribuciones para ordenar desalojos”. Reineque sostuvo que lo ocurrido fue posible por “una resolución administrativa del Ministerio de Ambiente y Espacio Público”.

El vocero de la fiscalía informó que Marcela Solano había recibido la denuncia que unos vecinos del barrio de Belgrano habían presentado en la comisaría 33ª por supuesta “ocupación indebida del espacio público, suciedad, presencia de menores, presunto maltrato a los transeúntes y presuntos robos y hurtos”.

La fiscal sólo constató una contravención por “ensuciar bienes públicos”, que tiene una pena máxima de 15 días de trabajo de utilidad pública o el pago de una multa. Reineque confirmó que “no había ocupación indebida del espacio público, porque para que exista esta contravención debe constatarse una actividad lucrativa (como la que desarrollan los vendedores ambulantes) y eso no ocurría”.

La fiscal se reunió con los vecinos y luego informó al Ejecutivo porteño sobre lo sucedido. El 8 de febrero envió un oficio a la comisaría 33ª para exhortar a que tomara “medidas de prevención para evitar posibles delitos”. La fiscal recién fue informada a las 9 de ayer sobre el violento desalojo, que se desencadenó a partir de las 6 de la mañana.

Ante la aclaración de la fiscal, el defensor general de la Ciudad Mario Kestelboin presentó un pedido de informes ante el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, para que responda “en virtud de qué autoridad y con qué fundamentación legal se dispuso el desalojo con intervención de la fuerza pública”.

También requirió datos sobre “qué medidas se están tomando para garantizar los derechos constitucionales (de los desalojados) a la asistencia, a una vivienda digna, al desarrollo humano” y a la “prioritaria protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes”.

Consultado por Página/12, el vocero de Macri, Iván Pavlovsky, alegó que “hubo un error” en la redacción del comunicado donde se afirmó que había una orden judicial. “Se libró un oficio a la fiscalía para saber si se estaba cometiendo una contravención. Entonces, el ministerio a cargo de Piccardo le dice a la gente de Emergencias y Logística que intervenga. Ellos comprueban que hay una intromisión y preparan el desalojo. Son agredidos por los cartoneros y ahí es cuando interviene la Policía.”

En suma, el resultado es claro: el procedimiento se hizo por orden del gobierno porteño, sin aval de la Justicia contravencional. Lo que nadie aclaró, hasta ayer, es quién le dio la orden a la Policía Federal para montar un operativo que incluyó a cerca de cien hombres, incluyendo a un grupo de la Guardia de Infantería que cercó el lugar, aunque no intervino directamente en la represión, a cargo de personas de civil que llevaban chalecos, azules o de color naranja, con la inscripción “PFA”.

Consultado por este diario, un vocero del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, de quien depende la Federal, dijo desconocer “si hubo una orden” ministerial para que la policía interviniera.

“La inexistencia de una orden judicial fue lo que comprobaron los vecinos durante el operativo y por eso resistieron el desalojo”, le dijo a este diario Olivie Reboursin, abogado de la Liga por los Derechos del Hombre (LADH), que asistió a los cartoneros, junto con los letrados Pedro Dinani, Juan Carlos Combi y Gastón Sánchez. “Esto es ilegal”, dijo Alejandro Tiscornia, vecino de la Asamblea de Saavedra y estudiante de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, aludiendo a la falta de validez de la orden de desalojo.

Tiscornia, y otras ocho personas más, resistieron frente al avance que intentaban los funcionarios porteños y eso dio lugar a la violenta intervención policial. Mientras eran rodeados por la Guardia de Infantería, lo que provocó el escape de muchos cartoneros, un grupo de civil con chalecos de la Federal comenzó a golpear a los que se opusieron a un acto que consideraban ilegal.

Con golpes de puño, puntapiés, bastonazos y tironeos, los policías se llevaron arrastrando a los nueve detenidos, entre ellas una mujer y dos jóvenes de 17 y 18 años.

En menos de una hora, los empleados del gobierno porteño desmantelaron sin compasión las casas precarias, de lonas, maderas y chapas, en las que los cartoneros vivieron dos meses para protestar por la desactivación del “tren blanco”. En dos camiones cargaron algunas heladeras y otros muebles, pero lo más doloroso para los desalojados fue ver el tratamiento que se les dio a los cartones que habían juntado para vender durante las últimas dos semanas, a la ropa y a la comida que tenían en sus viviendas.

Los empleados del gobierno porteño las cargaron directamente en dos camiones de recolección de basura de la empresa AESA que habían llegado acompañando a la comitiva oficial. Todos los elementos personales que fueron arrojados dentro de los vehículos recolectores, incluyendo sábanas y colchones, fueron compactados de inmediato, en vivo y en directo, ante los ojos de quienes eran sus propietarios.

“El espacio público no se negocia”, fue la afirmación pública que hizo el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Juan Pablo Pi-ccardo, con quien no pudo dialogar este diario, a pesar de una serie de llamadas a su despacho. Piccardo habló de “problemas de higiene y seguridad” que presuntamente provocaban los cartoneros.

El abogado de los cartoneros, Gastón Sánchez, refutó la palabra oficial y denunció que “los cartoneros fueron víctimas de un operativo represivo ilegal” y anunció la presentación de acciones judiciales: “Los responsables de la agresión cometida recibirán las consecuencias jurídicas que correspondan”. Sánchez afirmó que la policía “actuó en base a un decreto administrativo que no estaba suscripto por los funcionarios correspondientes y no se había emitido la notificación a las partes, tal como requiere la ley”.

El letrado le dijo a este diario que el jefe de la comisaría 33ª “sabe que han cometido irregularidades”, porque incluso estaba mal la dirección del lugar desalojado. Horas después del operativo, una cuadrilla del Gobierno dejó como un espejo el lugar que ocupaban los cartoneros. Sólo quedó una leyenda: “Libre. Cartoneros por el tren. Gracias vecinos por el apoyo”.

Por Carlos Rodríguez

Discurso pronunciado ante la Asamblea Nacional del Poder Popular



Raúl Castro

"La Revolución es obra de mujeres y hombres libres y ha estado permanentemente abierta al debate, pero nunca ha cedido un ápice ante las presiones"

Compañeras y compañeros:

Es claro el mandato del pueblo a esta Legislatura: continuar fortaleciendo la Revolución en un momento histórico que exige ser dialécticos y creadores, como nos alertó el compañero Fidel en su medular Reflexión del pasado 14 de enero.

Muchas expectativas se generaron, tanto en Cuba como en el extranjero, en torno a la integración del Consejo de Estado que acaba de elegir la Asamblea. La fundamental fue despejada por el compañero Fidel en su Mensaje del 18 de febrero. Poco puedo agregar a lo expresado por él, salvo reconocerle a nuestro pueblo, en nombre de la Dirección de la Revolución, las innumerables muestras de serenidad, madurez, confianza en sí mismo y la combinación de genuinos sentimientos de tristeza y firmeza revolucionaria.

Asumo la responsabilidad que se me encomienda con la convicción de que, como he afirmado muchas veces, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana es uno solo.

Fidel es Fidel, todos lo sabemos bien. Fidel es insustituible y el pueblo continuará su obra cuando ya no esté físicamente. Aunque siempre lo estarán sus ideas, que han hecho posible levantar el bastión de dignidad y justicia que nuestro país representa.

Sólo el Partido Comunista, garantía segura de la unidad de la nación cubana, puede ser digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder. E s la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado y así lo establece el Artículo 5 de nuestra Constitución, aprobada en referendo por exactamente el 97,7% de los votantes.

Esa convicción tendrá particular importancia cuando por ley natural de la vida, haya desaparecido la generación fundadora y forjadora de la Revolución.

Afortunadamente no es ese el momento que hoy vivimos. Fidel está ahí, como siempre, con la mente bien clara y la capacidad de análisis y previsión, más que intacta, fortalecida, ahora que puede dedicar al estudio y el análisis las incontables horas que antes empleaba en el enfrentamiento a los problemas cotidianos.

A pesar de la paulatina recuperación, sus condiciones físicas no le permitirían aquellas interminables jornadas, con frecuencia separadas por escasas horas de descanso, que caracterizaron su trabajo prácticamente desde que emprendió la lucha revolucionaria y aún con mayor intensidad durante estos largos años de período especial, en que no se permitió siquiera un solo día de vacaciones.

La decisión del compañero Fidel es una nueva contribución, con su ejemplo que lo enaltece, en aras de asegurar desde ahora la continuidad de la Revolución, consecuente en quien ha tenido siempre como guía el precepto martiano: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”.

Igualmente es inconmovible su decisión de continuar, mientras tenga fuerzas para hacerlo, aportando a la causa revolucionaria y a las ideas y propósitos más nobles de la humanidad.

Por tanto, seguro de expresar el sentir de nuestro pueblo, solicito a esta Asamblea, como órgano supremo del poder del Estado, que las decisiones de especial trascendencia para el futuro de la nación, sobre todo las vinculadas a la defensa, la política exterior y el desarrollo socioeconómico del país, me permita continuar consultándolas al líder de la Revolución, el compañero Fidel Castro Ruz.

Por esta y otras muchas razones, en mis palabras de hoy citaré, no pocas veces, algunas de las ideas y conceptos esenciales expresados en sus Reflexiones, que aprovecho para decir que debemos estudiar, por sus enseñanzas y capacidad de previsión. Tener presente siempre algo que gustaba repetir Raúl Roa a sus íntimos: “Fidel oye la hierba crecer y ve lo que está pasando al doblar de la esquina”.

Compañeras y compañeros diputados:

Estoy consciente de la responsabilidad que entraña ante el pueblo la tarea que se me encarga, y a la vez convencido de contar, como hasta hoy, con el apoyo de quienes desempeñan responsabilidades de dirección a los diferentes niveles y más importante aún, con el de mis compatriotas, sin el cual no hay éxito posible en una sociedad como la nuestra.

La Asamblea , en plena concordancia con la opinión del Buró Político del Partido, eligió Primer Vicepresidente del Consejo de Estado al compañero José Ramón Machado Ventura y posteriormente aprobó su designación como Primer Vicepresidente del Consejo de Ministros.

Como expliqué en mi propuesta para dicho cargo, en las actuales circunstancias es conveniente que el mismo compañero desempeñe, como hasta ahora, estas dos importantes responsabilidades del Estado y el Gobierno.

No hay dudas de que Machado Ventura, por su trayectoria y convicciones revolucionarias, experiencia, preparación, cualidades como dirigente y ser humano, reúne los requisitos para desempeñar esos altos cargos.

Igualmente la Asamblea acordó, en cumplimiento de lo establecido en el Artículo 75 de la Constitución, considerar la composición del Gobierno en una futura sesión en el transcurso del presente año. Es una decisión oportuna, pues no se trata únicamente de nombramientos, sino de determinar qué cambios resulta necesario realizar en el sistema de organismos de la administración central del Estado, algo que requiere un poco más de tiempo.

En los primeros 15 años de la Revolución, se fueron ajustando desde la marcha las estructuras estatales heredadas del capitalismo para asumir las tareas que imponían los radicales cambios económicos, políticos y sociales.

El proceso de institucionalización de los años setenta, con sus imperfecciones, permitió estructurar un sistema coherente y ajustado a aquellas circunstancias, alcanzándose cierta equiparación con el de los países socialistas, incluidas las buenas y también las malas experiencias.

Por último, en 1994, en el momento más agudo del período especial, se hicieron considerables ajustes que conllevaron reducciones y fusiones de organismos, así como redistribución de las tareas de algunos de ellos. No obstante, fueron realizados con la premura impuesta por la necesidad de adecuarnos de manera rápida a un escenario radicalmente distinto, muy hostil y sumamente peligroso.

Desde entonces han transcurrido 14 años, en los cuales ha cambiado considerablemente el panorama nacional e internacional. Hoy se requiere una estructura más compacta y funcional, con menor número de organismos de la administración central del Estado y una mejor distribución de las funciones que cumplen.

Lo anterior permitirá reducir la enorme cantidad de reuniones, coordinaciones, permisos, conciliaciones, disposiciones, reglamentos, circulares, etcétera, etcétera. Contribuirá además a concentrar algunas actividades económicas decisivas hoy dispersas en varios organismos, y hacer un mejor empleo de los cuadros.

En resumen, tenemos que hacer más eficiente la gestión de nuestro Gobierno.

La Asamblea ha sido renovada en una mayor proporción que en la anterior Legislatura; el número de mujeres crece más de siete puntos porcentuales y ya se aproxima a la mitad de los diputados, algo más del 43%; aumentan de 23 a 36 los que tienen entre 18 y 30 años, o sea los más jóvenes, aunque también son más los que superan los sesenta.

Algo muy importante, crece el número de los vinculados directamente a la producción o los servicios, es decir, de los obreros, campesinos y otros trabajadores; también de los miembros de las instituciones armadas, los deportistas, artistas, escritores, periodistas y de otras profesiones, que unidos a los dirigentes estudiantiles y compañeros que se desempeñan en los consejos populares, constituyen más de la mitad de los diputados.

Datos como estos, junto a la simple relación de las tareas que cumplen cada uno de ustedes, desde dirigentes nacionales hasta jubilados y líderes religiosos, permiten afirmar que los aquí reunidos son una muestra en pequeña escala de la sociedad cubana.

Lo anterior constituye una premisa básica, pero no asegura por sí sola el cumplimiento de la misión del Parlamento. Se requiere además, y sobre todo, la actuación inteligente, organizada, creativa y enérgica de sus integrantes, en particular durante el trabajo de las comisiones, donde se dispone de más tiempo, pues al centrarse en determinados asuntos permite estudiarlos mejor y pueden intervenir más compañeros.

En la visita que hice en diciembre pasado al Distrito de Santiago de Cuba donde fue electo diputado el compañero Fidel, afirmé que el apoyo masivo a la Revolución exige cuestionarnos cuanto hacemos para mejorarlo.

Y añadí que si el pueblo está firmemente cohesionado en torno a un único partido, éste tiene que ser más democrático que ningún otro, y con él la sociedad en su conjunto, que desde luego, como toda obra humana, se puede perfeccionar, pero sin dudas es justa y en ella todos tienen oportunidad de expresar sus criterios, y más importante aún, de trabajar para hacer realidad lo que en cada caso acordemos.

No hay por qué temer a las discrepancias en una sociedad como la nuestra, en que por su esencia no existen contradicciones antagónicas, porque no lo son las clases sociales que la forman. Del intercambio profundo de opiniones divergentes salen las mejores soluciones, si es encauzado por propósitos sanos y el criterio se ejerce con responsabilidad.

Así ha actuado la inmensa mayoría de los cubanos, desde nuestros mejores científicos, intelectuales, obreros, campesinos y estudiantes, hasta la más sencilla ama de casa.

Todos ellos, en diferentes momentos de la Revolución, incluido el actual, han brindado una ejemplar demostración de madurez política y conciencia de la realidad, al valorar con objetividad tanto los asuntos de alcance estratégico como las dificultades de la vida cotidiana, y sobre todo crece la convicción de que la única fuente de riquezas de la sociedad está en el trabajo productivo, sobre todo cuando emplea con eficiencia los hombres y recursos.

Los agoreros internacionales de la muerte de la Revolución intentaron presentar a su favor las críticas surgidas durante el estudio y reflexión del discurso del 26 de julio en Camagüey, sin comprender que se trataba de un debate crítico dentro del socialismo. Así lo confirmaron con creces, pocos meses después, los resultados de nuestras elecciones, que concluyeron el pasado 20 de enero.

Es cierto que también hay personas que hablan antes de informarse; que demandan sin valorar si dicen algo racional o descabellado. Coinciden, como norma, con quienes reclaman derechos sin jamás mencionar deberes. Como dijo Fidel en su reflexión del 16 de enero: “esperan milagros de nuestra porfiada y digna Revolución”, concluyó.

No les negamos el derecho a expresarse, siempre que sea en el marco de la ley. Ante un planteamiento de ese tipo no podemos ser extremistas, pero tampoco ingenuos.

Cuando lo motiva el desespero ante una dificultad personal o es provocado por la falta de información, debemos ser pacientes y brindar los argumentos necesarios.

Pero si alguien lo que pretende es presionar con afán de protagonismo o animado por la ambición, la demagogia, el oportunismo, la simulación, la autosuficiencia u otra debilidad humana de similar carácter, hay que enfrentarlo resueltamente, sin ofensas, pero llamando las cosas por su nombre.

Nunca olvidar que el enemigo sigue al acecho, permanentemente dispuesto a aprovechar el menor descuido para hacernos daño, aunque haya quien se empeñe en ignorarlo.

No vamos a dejar de escuchar la opinión honesta de cada cual, que tan útil y necesaria resulta, por la algarabía que se arma, a veces bastante ridícula, cada vez que un ciudadano de nuestro país dice algo a lo que esos mismos promotores del espectáculo no harían el menor caso, si lo escucharan en otro lugar del planeta.

Sabemos que esos mensajes van dirigidos a engañar o al menos crear confusión, pero si alguien ha tenido la peregrina idea de asustarnos con ellos, le recuerdo que la principal razón de que sigamos aquí -y seguiremos estando-, es que nuestro pueblo y su Revolución han dado siempre el frente, sin la menor muestra de temor y enarbolando la verdad, a las agresiones de todo tipo de la mayor potencia militar y económica del mundo.

Infinidad de ejemplos pudieran citarse, basta mencionar la inconmovible dignidad de nuestros cinco héroes, frente a cada intento de doblegarlos durante una década de injusto encarcelamiento.

Aprovecho la ocasión para agradecer, en nombre de nuestro pueblo, las incontables expresiones de solidaridad, respeto, cariño, aliento y legítima preocupación para con el líder de la Revolución que emitieron jefes de Estado y de Gobierno, partidos políticos, organizaciones no gubernamentales, destacados intelectuales y simples ciudadanos de todos los confines del mundo tras la publicación de su Mensaje el pasado martes. No fallaremos jamás a la confianza que ellos depositan en nosotros.

Al propio tiempo, hemos tomado debida nota de las declaraciones ofensivas y abiertamente injerencistas del imperio y algunos de sus más cercanos aliados.

Como era de esperar, el Departamento de Estado se apresuró a anunciar la continuación del bloqueo en correspondencia con la política de la actual administración.

Otros, con matices, se empeñan en condicionar las relaciones con Cuba a un proceso de “transición” dirigido a destruir la obra de tantos años de lucha.

¡Qué poco conocen a nuestro pueblo, tan orgulloso de su plena independencia y soberanía!

La Revolución es obra de mujeres y hombres libres y ha estado permanentemente abierta al debate, pero nunca ha cedido un ápice ante las presiones ni se ha dejado influir por ellas, ni por las grandes ni por las pequeñas.

Solo añadiré que las Reflexiones de Fidel, publicadas el viernes, son una magistral respuesta a todas ellas.

En relación con las dificultades que el país enfrenta en el plano interno, la determinación de las prioridades y el ritmo de su solución partirá invariablemente de los recursos disponibles y del análisis profundo, racional y colegiado, por los órganos competentes del Partido, el Estado o el Gobierno, y en los casos que sea necesario, previa consulta directa a los ciudadanos que corresponda de cualquier sector de la sociedad e incluso a todo el pueblo, si fuera un asunto de gran trascendencia.

Existen cuestiones cuyo estudio requiere tiempo, ya que un error motivado por la improvisación, la superficialidad o el apresuramiento, tendría consecuencias negativas considerables. Hay que planificar bien, pues no podemos gastar más de lo que tenemos, después organizar y trabajar con orden y disciplina, que son fundamentales.

Al abordar estos asuntos es preciso tener siempre presente la profunda convicción de Fidel, reiterada en su Mensaje del 18 de febrero, de que los problemas actuales de la sociedad cubana requieren más variantes de respuestas para cada problema concreto que las contenidas en un tablero de ajedrez. Que ni un solo detalle se puede ignorar, y no se trata de un camino fácil, si es que la inteligencia del ser humano en una sociedad revolucionaria ha de prevalecer sobre sus instintos.

Insisto en la importancia de la disciplina. Todos tenemos que ser exigentes y respaldar a quienes lo son. Si es necesario, ayudarlos a mejorar sus métodos y apoyarlos resueltamente ante el colectivo.

Entiéndase que no hablo de extremismos ni de aceptar abusos de autoridad o injusticias, sino de que todos hagamos correctamente la parte que nos corresponde en el fortalecimiento de la disciplina y el orden social. De lo contrario, las consecuencias las paga nuestro pueblo.

Es verdad que hay limitaciones objetivas -las conocemos bien y sufrimos diariamente tratando de resolverlas cuanto antes. Somos conscientes de los enormes esfuerzos que requiere fortalecer la economía, premisa imprescindible para avanzar en cualquier otro ámbito de la sociedad, frente a la verdadera guerra que libra el gobierno de los Estados Unidos contra nuestro país.

La intención es la misma desde el triunfo de la Revolución: hacer sufrir todo lo posible a nuestro pueblo hasta que desista de la decisión de ser libre.

Es una realidad que lejos de amilanarnos debe seguir haciendo crecer nuestra fuerza. En lugar de utilizarla como excusa ante los errores, debe ser acicate para producir más y brindar mejor servicio, para esforzarnos por encontrar los mecanismos y vías que permitan eliminar cualquier traba al desarrollo de las fuerzas productivas y explotar las importantes potencialidades que representan el ahorro y la correcta organización del trabajo.

Nuestra historia enseña, desde las guerras de independencia hasta el presente, que mientras mayores sean las dificultades, más exigencia, disciplina y unidad se requieren. El desorden, la impunidad y la falta de cohesión han estado siempre entre los peores enemigos de un pueblo que lucha.

Reitero que el país tendrá como prioridad satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales como espirituales, partiendo del fortalecimiento sostenido de la economía nacional y de su base productiva, sin lo cual, repito una vez más, sería imposible el desarrollo.

Un ejemplo es la propuesta de medidas dirigidas a incrementar las producciones agropecuarias y perfeccionar su comercialización, las cuales se han analizado, provincia por provincia, con una amplia representación de los encargados de llevarlas a la práctica, incluidos los propios productores.

Así se continuará haciendo en cada asunto de importancia cardinal para el país.

Estamos examinando, por ejemplo, todo lo relacionado con la implementación oportuna de las ideas del compañero Fidel sobre la “progresiva, gradual y prudente reevaluación del peso cubano” -son los términos exactos que empleó en marzo del 2005-. Al propio tiempo, profundizamos en el fenómeno de la doble moneda en la economía.

Estas cuestiones son realmente sensibles y complejas, cuando, como es nuestro caso, existe la firme voluntad de proteger e ir incrementando de modo paulatino los ingresos y ahorros de la población, en especial de quienes reciben menos.

Para evitar efectos traumáticos e incongruencias, cualquier cambio referido a la moneda debe hacerse con un enfoque integral en el que se tengan en cuenta, entre otros factores, el sistema salarial, los precios minoristas, las gratuidades y los millonarios subsidios que actualmente suponen numerosos servicios y productos distribuidos de una forma igualitaria, como los de la libreta de abastecimiento, que en las actuales condiciones de nuestra economía resultan irracionales e insostenibles.

Constituye hoy un objetivo estratégico avanzar de manera coherente, sólida y bien pensada, hasta lograr que el salario recupere su papel y el nivel de vida de cada cual esté en relación directa con los ingresos que recibe legalmente, es decir, con la importancia y cantidad del trabajo que aporte a la sociedad.

Como nos dijo Fidel en su Reflexión del 16 de enero: “Tampoco debe regalarse nada a los que pueden producir y no producen o producen poco. Prémiese el mérito de los que trabajan con sus manos o su inteligencia”, sentenció.

Se estudian simultáneamente otros temas siguiendo una prioridad y el ritmo de avance dependerá de la complejidad y los recursos.

Tenemos lo fundamental para encontrar las mejores soluciones al alcance de las posibilidades materiales y las capacidades organizativas, que deben irse incrementando: un pueblo instruido, de elevada cultura política y firmemente unido bajo los principios que resumió el compañero Fidel en su reflexión del 24 de enero, cuando dijo:

“Unidad significa compartir el combate, los riesgos, los sacrificios, los objetivos, ideas, conceptos y estrategias, a los que se llega mediante debates y análisis. Unidad significa la lucha común contra anexionistas, vendepatrias y corruptos que no tienen nada que ver con un militante revolucionario”, fin de la cita.

Insisto en lo expresado aquí durante la anterior sesión de esta Asamblea: para que las enormes posibilidades de esa unidad se conviertan en resultados tangibles, es imprescindible que todos los organismos y organizaciones trabajen con la necesaria integración.

La institucionalidad, repito el término: la institucionalidad, es importante sustento de ese decisivo propósito y uno de los pilares de la invulnerabilidad de la Revolución en el terreno político, por lo que debemos trabajar en su constante perfeccionamiento. No creernos nunca que lo que hemos hecho es perfecto.

Nuestra democracia es participativa como pocas, pero debemos estar conscientes de que el funcionamiento de las instituciones del Estado y del Gobierno aún no alcanza el nivel de efectividad que nuestro pueblo exige con todo derecho. Es un tema en que debemos pensar todos.

En diciembre hablé del exceso de prohibiciones y regulaciones, y en las próximas semanas comenzaremos a eliminar las más sencillas. Muchas de ellas tuvieron como único objetivo evitar el surgimiento de nuevas desigualdades, en un momento de escasez generalizada, incluso a costa de dejar de percibir ciertos ingresos.

La supresión de otras regulaciones, aunque a algunos pueda parecer sencillo, tomará más tiempo debido a que requieren un estudio integral y cambios en determinadas normativas jurídicas, además de que influyen en algunas de ellas las medidas establecidas contra nuestro país por las sucesivas administraciones norteamericanas.

Pasando a otro tema, también está la tendencia a aplicar la misma receta en todas partes. Como resultado de ello y quizás su peor consecuencia, muchos piensan que cada problema exige medidas de alcance nacional para resolverse.

La iniciativa local es efectiva y viable en muchas cuestiones, así lo ha demostrado la distribución directa de la leche, como expliqué el pasado 26 de julio. Ya la experiencia abarca a 64 municipios de 13 provincias del país, 40 de ellos totalmente cubiertos. En los restantes y en la propia industria láctea también se avanza.

Además de garantizar con puntualidad y calidad este esencial producto, que es el objetivo fundamental, en los últimos meses del pasado año este programa permitió ahorrar más de 6 mil toneladas de leche en polvo cuya adquisición hubiera excedido los 30 millones de dólares, considerando el precio promedio en el período de 5 mil cincuenta dólares la tonelada.

Adicionalmente se redujeron gastos en divisas por un valor de 2,6 millones, incluidos en esta cifra unos 600 mil litros de combustible.

Y pudieran citarse otros casos de diversos sectores, por lo que hay que continuar pensando en soluciones similares en todos los niveles de la administración.

Compañeras y compañeros:

Un día como hoy, en 1895, al llamado de Martí, los Pinos Viejos y Nuevos reiniciaron la lucha por la independencia, frustrada por la intervención militar de los Estados Unidos. Medio siglo después logramos unirnos nuevamente y presentar combate al mismo enemigo de siempre.

No fue casual que se escogiera esta fecha, hace 50 años, para la primera transmisión de Radio Rebelde en la Sierra Maestra, ni que fuera el día en que proclamamos nuestra Constitución socialista en 1976.

En este aniversario 113 del inicio de la Guerra Necesaria, son realmente muchos y difíciles los retos. Ante ellos, tengamos presente lo expresado por Fidel en su Reflexión publicada el pasado 10 de diciembre, cuando nos alertó:

“El rostro ceñudo de Martí y la mirada fulminante de Maceo señalan a cada cubano el duro camino del deber y no de qué lado se vive mejor”.

Muchas gracias.

Grupo coordinador para urgencias energéticas



A falta de gas, un poco de electricidad

Los presidentes de los tres países se reunieron ayer en Olivos. No convencieron a Brasil de ceder parte del gas que importa de Bolivia. Lula ofreció, a cambio, auxiliar al sistema energético argentino con la exportación de 200 megavatios por hora. El Grupo Coordinador de ministros se reunirá dentro de diez días en La Paz.

Cristina Fernández de Kirchner con Lula y Evo Morales en Olivos, buena sintonía política pero problemas de energía. “¡Dale gas!” El latiguillo que se escucha tanto en la radio como en sketches de dudoso gusto no tendrá su versión en portugués. Esa fue la conclusión más importante que dejó la visita de Luiz Inácio Lula da Silva a Buenos Aires y que terminó ayer a la tarde. Antes de partir a Brasilia, Lula se había reunido por más de dos horas con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el mandatario boliviano Evo Morales en Olivos.

El tema central había sido la imposibilidad de Bolivia para proveer los suministros de gas que había pactado con Argentina y Brasil (7,7 millones y 30 millones de metros cúbicos diarios). La Paz deberá respetar los contratos con Brasil por las penalidades previstas en la letra chica. Eso dejaría a la Argentina expuesta a una caída en la provisión, cuando hoy ya está recibiendo menos de la mitad de lo acordado.

Aunque los brasileños ya habían advertido que no podían renunciar “a una sola molécula de gas importado de Bolivia”, en el Gobierno confiaban en una negociación de última hora. Esperaban que Lula aceptara desprenderse de un millón de metros cúbicos diarios, y que lo enviara como ayuda para pasar el invierno. La ilusión se desvaneció al término de la cumbre. Las partes sólo pudieron ponerse de acuerdo en crear un Grupo Coordinador que estará conformado por los ministros de Energía de los tres países.

La negociación por las cuotas del gas boliviano prometía ser compleja. Algunas declaraciones hacían prever un clima a cara de perro. “Es imposible ceder a la Argentina ni una molécula del gas que importamos desde Bolivia”, había dicho el presidente de Petrobras, José Gabrielli. Hombre acostumbrado a las negociaciones fuertes (Bolivia ya lo sufrió durante la nacionalización de los hidrocarburos), Gabrielli no despierta muchas simpatías en la Casa Rosada.

Desde el lado argentino también se había intentado ponerle un marco a la reunión. Según los periodistas brasileños que acompañaron a su delegación, desde el Ministerio de Planificación se había deslizado que si llegaba a faltar el gas en el invierno las primeras perjudicadas serían las plantas petroquímicas de capitales brasileños instaladas en la Argentina. Es decir, Petrobras.

El escenario estaba claro. Y en la quinta de Olivos nadie quería hacer pronósticos sobre el resultado de la reunión. El primero en llegar fue Lula. Lo acompañaban el canciller Celso Amorim, el asesor en política internacional Marco Aurelio García, el ministro de Energía Edison Lobao y los embajadores brasileños en La Paz y Buenos Aires Federico de Araujo y Mauro Vieyra.

La Presidenta lo recibió con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el canciller Jorge Taiana, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el secretario de Energía Daniel Cameron. Morales llegó pasadas las 11.30. Había viajado desde La Paz con el único objeto de participar de la cumbre. En el avión había traído a los ministros Juan Ramón Quintana (de la Presidencia) y Carlos Villegas (Hidrocarburos) y al titular de la empresa estatal YPFB, Guillermo Aruquipa.

Con todas las delegaciones en Olivos, CFK invitó a Lula y Evo a sacarse la foto protocolar en la Jefatura de Gabinete de la residencia. Se trata de una sala de conferencias donde suele recibir a los ministros. Antes de que comenzara la charla, la intención argentina era convencer a Lula para que Brasil reenviara a la Argentina una parte mínima de la cuota diaria de 30 millones de metros cúbicos de gas que importa de Bolivia.

En los días previos De Vido había dicho que se conformaría si lograba que Brasil despachara entre 1 y 3 millones de metros cúbicos diarios. “Tenemos que privilegiar las emergencias”, era el argumento que De Vido pensaba usar para convencer a brasileños y bolivianos. La idea de tener en cuenta las emergencias tuvo cierto eco. Fue incorporada al comunicado de prensa que luego leyó el canciller Taiana, sin aceptar preguntas. No sólo de gas...

La propuesta de la Argentina no logró convencer a los brasileños. Como había anticipado Gabrielli, Lula no aceptó desprenderse de una porción —incluso menor- del gas boliviano. Sí accedió a volver a tratar el tema en una nueva negociación y a cortísimo plazo. Entonces se decidió crear el Grupo Coordinador de ministros de Energía. Su primera reunión será dentro de diez días, en La Paz. Antes de que terminara la cumbre, los brasileños ofrecieron ayudar a la Argentina con suministros excepcionales de energía eléctrica.

La oferta consiste en auxiliar al sistema energético argentino con la exportación de 200 megavatios por hora. Antes de regresar a su país, los funcionarios brasileños insistieron con esa alternativa en un diálogo con periodistas en la zona militar del Aeroparque. “Es un mecanismo de solidaridad energética”, dijo el asesor Marco Aurelio García. “Brasil ofrece 200 megavatios por hora”, ratificó el ministro Lobao.

Para el Gobierno, el resultado de la cumbre no asombró mucho. Tras las declaraciones de Gabrielli, eran pocos los que esperaban que Lula reviera esa posición. A la hora de hacer el balance, los negociadores argentinos trataron de encontrar el aspecto positivo. “Lo que arreglamos nos sirve. Pudimos poner el tema en una discusión política a nivel de gobiernos. Preferimos discutir con Lula y no con Petrobras”, evaluaron desde el área de Planificación.

Era una satisfacción algo módica ante el panorama que se presenta para los próximos meses. El crecimiento de la demanda energética más la segura falta de gas en el invierno obligarán a comprar fuel oil, gas líquido y probablemente a aceptar la ayuda de Brasil de 200 megavatios por hora. Especialistas en temas energéticos reconocieron que ese auxilio eléctrico podría ser muy útil, aunque resultará bastante más caro que el gas boliviano (ver nota aparte).

Aunque el acuerdo con Bolivia era por 7,7 millones de metros cúbicos diarios, la Argentina está recibiendo un flujo de 3 millones. Como reconoció el propio Evo, la producción de su país ya no alcanza para cubrir el consumo interno más la demanda de los socios mayores del Mercosur. La producción boliviana ronda los 40 millones de metros cúbicos diarios. Para los gobiernos de Argentina y Brasil, el cuello de botella es producto del crecimiento de ambas naciones. Un problema generado por la mejora de la situación económica en los países emergentes.

El propio Lula se ocupó de destacar este dilema del desarrollo. “Las economías de todos los países están creciendo. La economía de Argentina a 8 por ciento, la de Brasil al 5 por ciento, la de Bolivia creciendo a 4 ó 5 por ciento. Todos vamos a precisar de más energía”, dijo antes de subirse al avión.

Las consecuencias naturales de la mejora económica obligarán a invertir para incrementar la oferta energética. Quizá allí esté la diferencia entre Brasil y la Argentina (y eso explique por qué la cuota del gas boliviano es intocable en el primer caso). Lula tiene a Petrobras, empresa estatal, que está invirtiendo mucho dinero en los yacimientos de gas bolivianos. No hay comparación con las inversiones argentinas en ese país, casi inexistentes.

¿La presidenta de la Argentina aceptó bien esta propuesta? -le preguntaron a Lula en el aeroparque.

Necesitamos tener conciencia de que la energía no se produce sólo con gas -fue su respuesta.

Por Martín Piqué

Diputado nacional Edgardo Depetri -comunicado de prensa



Lula ratificó la unidad latinoamericana

El diputado nacional y dirigente de la CTA, Edgardo Depetri destacó que el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva, pusiera como eje de su discurso -ante la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación- la ratificación de seguir construyendo la unidad latinoamericana.

El presidente brasilero dijo que "Brasil y Argentina, como los países con más capacidad productiva de la región, deben seguir trabajando por el desarrollo de las naciones sudamericanas" y remarcó que es necesario apuntar a un "crecimiento del conjunto de los países del Cono Sur" porque "el desarrollo individual no le sirve a nadie".

Depetri, quien estuvo acompañado en el Recinto de la Cámara de Diputados por la diputada provincial Sandra Cruz y un nutrido grupo de militantes del Frente Transversal, que le dieron la bienvenida a Lula Da Silva, había asistido previamente al almuerzo que las autoridades de nuestro país ofrecieron al mandatario brasilero en el Palacio San Martín de la Cancillería argentina.

Prensa diputado Depetri: (011) 15 5057 2132 y 15 5599 6606

Buenos Aires, 22 de febrero de 2008

El PRO dice que los cartoneros son del conurbano



Esos que vienen de afuera

Continúa la polémica por los cartoneros. Borrelli, del PRO, responsabilizó a los intendentes del conurbano. Los intendentes respondieron. También polemizan legisladores porteños de la oposición.

El desalojo de los cartoneros que vivían junto a la estación ferroviaria de Barrancas de Belgrano sigue sumando polémicas. A las críticas a la represión policial ahora se agrega el debate desatado por la posición del macrismo porteño. Ayer, el diputado del PRO por la ciudad de Buenos Aires Martín Borrelli acusó a los intendentes del conurbano de “no resolver la situación social” de los cartoneros y cargar todas las responsabilidades sobre el gobierno porteño. Legisladores socialistas y del Frente para la Victoria respondieron a la polémica declaración.

“Es una mirada retrógrada”, acusó el jefe del bloque porteño FpV, Pablo Failde. “Es una barbaridad que diga semejante desatino”, señaló la socialista Verónica Gómez. “Es una mirada egoísta; hace falta una política conjunta para el área metropolitana”, coincidieron los jefes comunales de Almirante Brown, Darío Giustozzi, y Lanús, Darío Díaz Pérez. Diputados e intendentes coincidieron en acusar al macrismo de querer “aislar a la ciudad del resto del país”. “Es un gobierno que tiene la mente puesta en Cancún”, definió Díaz Pérez.

Borrelli declaró en un programa radial que “la inmensa mayoría de los cartoneros pertenece a municipios del conurbano, donde evidentemente sus intendentes no les resuelven las situaciones sociales que (los cartoneros) le piden al gobierno de la ciudad que les resuelva”. Con el mismo tono, se quejó también de que los “recicladores de residuos urbanos” sean “cada vez más”. Desde el socialismo, la legisladora porteña Verónica Gómez criticó las declaraciones de Borrelli y opinó que “ese pensamiento busca erradicar a los cartoneros y es una barbaridad independientemente de lo que se haga en provincia por ellos”. En la misma línea, opinó que “pensar el desarrollo de la ciudad aislada del conurbano solamente cabe en una mente limitada. Basta con pensar en la cantidad de bonaerenses que trabajan, estudian y realizan actividades en la ciudad para entender que no deben pensarse como dos mundos aparte”, sostuvo la diputada socialista.

Borrelli también había denunciado que “el socialismo, el ibarrismo, el Frente para la Victoria y la Coalición Cívica aprovechan los traspiés del gobierno porteño y hacen política que sólo a veces es legítima”. Gómez le recordó al diputado del PRO que “la oposición tiene el rol de hacer un seguimiento de la gestión y el de manifestarse en contra de lo que esté mal. Aunque no le guste a Macri”.

En el mismo sentido se expresó el vicepresidente del bloque de diputados porteños por el Frente para la Victoria, Pablo Failde: “En el PRO deberían hacerse cargo de sus errores y dejar de oponerse a las críticas de otros bloques, porque la oposición está para verificar, criticar y proponer”. Y, sobre las declaraciones de Borrelli acerca de los intendentes del Gran Buenos Aires, Failde concluyó que “se trata de un cerrojo político que revive una concepción retrógrada que tiene que ver con dividir Capital de provincia, la zona norte de la Capital de la zona sur. Parece que para el PRO el porteño es ciudadano de primera, el bonaerense de segunda y que al del interior le quedaría ser ciudadano de tercera”.

¿Cómo se articulaban las intendencias y la ciudad en gobiernos anteriores?

Con Aníbal Ibarra comenzó a funcionar una cooperativa porteña que capacitaba a cartoneros bonaerenses. Luego, durante la gestión de Jorge Telerman, se abrieron dos más. Desde nuestra posición creemos que se debe trabajar fuertemente en las problemáticas de los cartoneros y no tirar la responsabilidad a otros distritos, sino establecer políticas de acción conjunta para toda el área metropolitana de Buenos Aires -respondió Failde.

El intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, dijo que “no es un problema sólo de los intendentes, porque la ciudad tiene cartoneros propios. Pero además no se puede reducir el problema a un único gobierno, porque esta situación surge de la pobreza que en toda el área metropolitana se potenció luego de la crisis de 2001”, consideró el kirchnerista. “Además, es natural por su propio modelo económico y productivo que la gente del conurbano vaya a la Capital Federal, que está hecha para todos porque es federal”.

Ya no es un distrito federal...

No digo “federal” desde un punto de vista jurisdiccional, sino que mucha gente del interior y el conurbano trabaja o estudia allí. Los dirigentes porteños vivieron mirando al sol gracias al aporte de todo el país. Quizá Borrelli viva en una damajuana y no sepa que aún quedan sectores postergados que trabajan y dejan su esfuerzo y sus ahorros en las arcas de la ciudad. Si al PRO no le interesan nuestros cartoneros o enfermos, entonces que nos devuelva lo que le dimos -sentenció Díaz Pérez.

Para el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, en tanto, lo dicho por el diputado del PRO “responde a una mirada egoísta y superficial de la realidad”. Por eso, propuso “coordinar entre las diversas jurisdicciones y trabajar políticamente en conjunto” para resolver los problemas de los cartoneros. Como ejemplo, enumeró algunas de las actividades que dice haber puesto en práctica en su municipio: “En Brown no había una política seria en este tema. Empezamos con un presupuesto exiguo, el 5 por ciento de lo que maneja el gobierno de la ciudad, pero tenemos programas de organización y asistencia social mediante la articulación con cooperativas y organizaciones sociales”. Y recordó que “la basura que reciclan los cartoneros es de los porteños”.

Informe: Luis Paz.
Hasta el 25 de febrero


Carnaval en Urquiza, Saavedra, Coghlan y Villa Pueyrredón


Hay un total de 112 murgas que se presentan en 40 corsos de toda la ciudad. Aquí, los horarios y lugares donde se pueden presenciar aquellos que se realizan en nuestros barrios.


Para los vecinos de Coghlan, hay que ir a Avenida Congreso entre Miller y Galván. Las presentaciones son los sábados 16 y 23 de 19 horas a 2 de la madrugada y los domingos 17 y 24 de 19 a 24 horas horas.

En Villa Pueyrredón, la cita es en Avenida. Mosconi entre Terrada y Bolivia. Las presentaciones son, igual que en Coghlan, los sábados 16 y 23 y los domingos17 y 24 en los mismos horarios.

Para los vecinos de Villa Urquiza, el encuentro es en Avenida Triunvirato entre Olazábal y Echeverría en los mismos días y horarios antes mencionados. De igual manera para el corso de Savedra 1, que se realizará en Avenida Balbín entre Holmberg y Machain; y Saavedra 2 en Avenida Balbín entre Iberá y Manuela Pedraza.

En 1869 se realizó en Buenos Aires el primer corso con comparsas de negros y de blancos tiznados, que relucían con sus disfraces y su ritmo, mientras su canto y su baile alocado y armónico disparaban piernas y brazos al aire.

La murga, es una formación que implica organización, desarrollo artístico, compromiso social y celebración popular, y ha florecido en distintos puntos del país en los últimos años. La pionera es la murga porteña. Las murgas y el carnaval son una expresión artística de los márgenes, el canto al barrio y expresión de un folclore urbano. Cultiva un modo de hacer artesanal y aficionado.

Esta actividad fue prohibida por la dictadura militar de 1976 y a hace algunos años volvió a ser retomada como mucha fuerza por todos los barrios porteños, contando con el apoyo y la organización del Gobierno de la Ciudad.

Memorial del pueblo



Scalabrini Ortiz: Norte ideológico de FORJA

Debo reconocer que con Raúl Scalabrini Ortiz me ligan dos momentos históricos significativos. El primero, vinculado a aquellas primeras lecturas que influyeron marcadamente en la conformación ideológica de mi juventud, allá por los comienzos de la década de 1980. El segundo, operado hace unos diez años, oportunidad en que retomé los estudios relacionados con el pensamiento nacional.

La reaparición de Scalabrini Ortiz en mi itinerario intelectual estuvo rodeada de un componente intuitivo que me permitió, mientras los infaustos acontecimientos políticos y sociales de los años 2000 y 2001 obliteraban las esperanzas argentinas, recordar que el autor de Política británica en el Río de la Plata perteneció a una generación que pergeñó en nuestro país una profunda revolución estético-cultural, que precedió y a la vez determinó los aspectos liminares de la tremenda convulsión política acontecida a partir de octubre de 1945.

Convergiendo con tal reencuentro, un texto de Juan W. Wally con el que me topé providencialmente en Internet, Generación de 1940. Grandeza y frustración -texto que afortunadamente verá la luz en los próximos meses- confirmó mis sospechas, y me brindó numerosas claves que demuestran que ese conglomerado de hombres y mujeres dotados de una profunda sagacidad, de un brillo intelectual y estético inigualables, no sólo cobrarán inusual protagonismo en las primeras décadas del siglo pasado en el campo de lo artístico, sino que además incidirán, a partir de su obra, en los acontecimientos sociales y políticos de la segunda mitad del siglo pasado. Dos prolíficas corrientes literarias revolucionarán el ambiente de la época, ciertamente influenciadas, entre otros, por Leopoldo Lugones y Macedonio Fernández. Leopoldo Marechal, Jorge Luis Borges, Raúl Scalabrini Ortiz, Roberto Arlt, Armando Cascella, Leónidas Barletta, Álvaro Yunque son hombres que expresan por sí solos toda una epopeya. Pero a la vez poetas como Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi, Alfonsina Storni, entre tantos otros, emergieron como reguero para contar las cosas nuestras a partir del milenario arte de la rima. Nuevos pintores surgieron para pintar paisajes y sujetos comunes, y entonces, el estibador y el gaucho adquirirán definitivamente carácter de sujeto histórico de la mano de Quinquela Martín y Molina Campos. Comenzará además la hora de esplendor del tango con Celedonio Flores, Osvaldo Fresedo, Carlos Di Sarli, Juan D’Arienzo, Alfredo Le Pera, Azucena Maizani, etc.

Además, una revalorización del folclore pondrá a nuestra música nativa en el centro de la escena, y el teatro costumbrista dará cuenta de una maravillosa fusión americana a través de las piezas de Samuel Eichelbaum y Armando Discépolo. Revolución artístico-cultural

La revolución artístico-cultural que protagonizó la generación décima (tal como la denomina Wally) entre las décadas de 1920 y 1940, tendrá un componente hondamente revelador, ya que si bien algunos de los artífices incorporarán a sus respectivas obras ciertas herramientas propias del vanguardismo europeo, la mayoría de los productos estéticos y culturales que emergerán en esa época apelarán a componentes nítidamente endógenos. Hay en esta progenie entonces una clara orientación hacia lo identitario local -y por tanto- un evidente sentido nacional en su obra.

Scalabrini Ortiz es un claro exponente de esta descendencia que se inició en el campo de la literatura con un libro de cuentos y diálogos titulado La Manga (1923). Pero recién llegará al conocimiento público a través del El hombre que esta solo y espera -una Biblia porteña- publicado por la editorial Reconquista en el año 1931. Este texto, enclavado en la corriente cultural a la que venimos refiriendo, advertirá al lector en el prólogo que "no catalogue vacío de sentido a lo que en el interior de este libro llamo espíritu de la tierra", del cual nosotros somos células "infinitamente pequeñas de su cuerpo, del riñón, del estómago, del cerebro, todas indispensables. Solamente la muchedumbre innúmera se le parece un poco. Cada vez más, cuanto más son".

Entre otros factores políticos, sociológicos, culturales y económicos que incidieron en los caracteres principales de la producción de esta generación, podemos destacar tres.

En primer lugar, es preciso referirse al fenómeno inmigratorio. El carácter aluvional de la gran inmigración, en especial, en la ciudad de Buenos Aires, hará tambalear los principios liminares sobre los que se asentaban los paradigmas socioculturales de la época. Es por ello que estos hombres y mujeres buscarán fortalecer desde un nuevo espíritu la cuestión identitaria, por ejemplo, apelando provocativamente al martinfierrismo, a fin de rescatar la herencia facúndica de nuestro país. Algunos de sus mentores, como Scalabrini Ortiz, complementarán este rescate con una apelación al vigor de ciertos aportes de los numerosos grupos que llegaban al país para asentarse definitivamente, y desarrollarán en consecuencia una tesis multígena para dar cuenta del componente social argentino.

En segundo lugar, los integrantes de esta descendencia serán testigos de un fenómeno pocas veces analizado con rigurosidad suficiente: la convergencia de los orilleros. Entre finales de la década de 1920 y principios de la de 1930 convergerán en las márgenes de la metrópoli aquellos primeros orilleros desplazados desde hacía décadas por el impulso del "progreso" de los vencedores de la batalla de Caseros; nuevas camadas de inmigrantes negados de tierras y asentados en las orillas de la urbe, y los migrantes internos, población rural expulsada de las labores agrícolas debido a la crisis del modelo agro-exportador del año 1930. Este fenómeno sociológico sería de notable importancia de cara a los procesos políticos que se avecinaban y daría lugar a nuevas expectativas que serían retratadas por nuestros artistas.

En tercer lugar, el rescate de la herencia federal del siglo XIX efectuada por el revisionismo histórico y la formación de las primeras corrientes nacionalistas provocarán una profunda reacción contra la anglofilia y la francofilia de las elites culturales de Buenos Aires, y por tanto, determinarán que un sector importante de esta generación se oriente hacia la búsqueda de los rasgos principales de la identidad cultural y política local. Debe tenerse en cuenta además que tanto Scalabrini, Jauretche como Manzi son hombres nacidos en las provincias (Scalabrini nace el 14 de abril de 1898 en Corrientes) que alternan en la gran metrópoli. Esta dimensión provinciana se manifestará posteriormente en el ideario integrador forjista que se conocerá luego como nacionalismo popular. Cabe además señalar que este proceso se verá enriquecido por algunos aportes de las miradas de orientación socialista muy características en las primeras décadas del siglo pasado.

Por último, es preciso manifestar que esta profunda revolución estético-cultural no se circunscribió estrictamente al ambiente artístico. La reafirmación americana cruzó toda la vida argentina extendiéndose inclusive al campo de lo científico, a partir de luminarias como Carlos Astrada, Nimio de Anquín, Carlos Cossio, Arturo Sampay, Rafael Bielsa, Ernesto Palacio, Saúl Taborda, Tomás Casares, Leonardo Castellani, Juan Mantovani, Rodolfo Irazusta, Julio Irazusta y Manuel Savio, entre otras. Itinerario intelectual

Antes de concentrarnos específicamente en el fenómeno forjista, cabe hacer una breve referencia al itinerario intelectual de Scalabrini Ortiz, ciertamente compartido por otros exponentes del nacionalismo argentino. El joven Scalabrini, durante su paso por la Facultad de Ciencias Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, participa activamente en una agrupación política estudiantil denominada Insurrexit de orientación socialista revolucionaria. Esta transición por la izquierda que deja una profunda "huella en su espíritu" era bastante natural en aquellos jóvenes, ya que en la década de 1920, la izquierda y el anarquismo aparecían como el primer elemento de reacción contra el sistema opresivo. Además, Scalabrini proviene de una tradición positivista impresa por su padre, Pedro Scalabrini, un prestigioso naturalista. Nótese en este sentido, que igual itinerario comparten Ramón Doll, quien tuvo un origen socialista incorporándose al nacionalismo en 1936, y Ernesto Palacio, quien en su juventud coqueteó con el anarquismo para luego evolucionar hacia el ideario nacionalista. Aunque perteneciente a una generación anterior, el mismísimo Leopoldo Lugones adhirió al socialismo junto a José Ingenieros, Roberto Payró, Ernesto de la Cárcova, e inclusive llegó a escribir en el periódico socialista "La Vanguardia".

El derrotero posterior de Scalabrini hacia el ideario nacionalista y popular probablemente será consecuencia no sólo de sus propias apreciaciones y descubrimientos respecto a la incidencia de Gran Bretaña en nuestra vida institucional y económica. Además de Macedonio Fernández, influirán en su pensamiento autores de la talla de José Luis Torres, Ernesto Palacio y los hermanos Irazusta, con los cuales cultivará una intensa amistad. Un primer y decepcionante viaje al Viejo Continente en 1924, y otro, en 1933, esta vez con motivo de su exilio, confirmarán definitivamente sus preferencias y su compromiso con la patria que lo vio nacer.

La aparición en su vida de don Arturo Jauretche en oportunidad de integrarse este último al periódico Señales, sobre el cual Raúl ejercía una influencia ideológica decisiva, llevará a Scalabrini a acercarse en el año 1935 a una agrupación denominada FORJA, Fuerza de Orientación Radical para la Joven Argentina, nucleamiento de clara orientación yrigoyenista. Allí dará su primera conferencia el 30 de septiembre de 1945.

Scalabrini nunca perteneció a la Unión Cívica Radical. De la copiosa información que surge del repositorio documental que perteneciera a Francisco José Capelli -último secretario general de la agrupación- y que afortunadamente ha sido rescatado para los investigadores, surge visiblemente que Scalabrini descreía absolutamente de la capacidad revolucionaria de un radicalismo, ya por entonces, absolutamente cooptado en su dirección por las huestes alvearistas, y por tanto, acoplado armónicamente al orden oligárquico impuesto por el justismo.

Scalabrini se integrará formalmente a FORJA cinco años después de su fundación, cuando reformado el estatuto, se elimina el requisito de afiliación al radicalismo. Sin embargo, el compromiso inicial que asumió con la agrupación le permitirá en poco tiempo ir convirtiéndose, como afirma Norberto Galasso, en "su principal teórico". Dos pilares

FORJA se estructurará entonces bajo dos pilares. Mientras Arturo Jauretche se concentrará en importantísimas labores de construcción y articulación político-institucional, Scalabrini centralizará su actividad en la producción teórica, y por tanto, impulsará entre otras acciones la publicación de los legendarios cuadernos (13 en total). Resulta notoriamente falsa la afirmación que circula por ciertos cenáculos respecto de que FORJA era una agrupación estrictamente radical. Scalabrini, como sostuvimos, se incorpora a ella desde sus comienzos informalmente pero adquiere, como ya se ha dicho, una importancia vital para la organización. Por su parte, la presencia activa de hombres de la talla de Miguel López Francés, quien luego será el corazón del gobierno de Mercante, Nicanor García, el jefe de FORJA Mar del Plata, quizás la filial más importante en el interior del país, y Darío Alessandro, entre otros, probará que FORJA contuvo en su seno y desde sus inicios expresiones no vinculadas al partido centenario.

Resulta además inexacto afirmar que FORJA fue una agrupación esencialmente integrada por intelectuales. Muy por el contrario, la labor articuladora de Jauretche permitió, en primera instancia y a través de la figura del legendario Libertario Ferrari, contribuir con la incipiente nacionalización de las conciencias de las clases trabajadoras argentinas. Numerosas obras así lo acreditan, entre las que se destacan las de Hiroshi Matsushita y Cristián Buchrucker. Libertario Ferrari llega a ser miembro de la conducción de la CGT, y paulatinamente transmitirá los contenidos forjistas al seno del movimiento obrero. Entre tantos resultados, los documentos de FORJA contribuirán a fortalecer la conciencia obrera respecto al imperialismo real, es decir, el británico, ya que, tal como explican antiguos militantes del campo sindical, mientras la diatriba de los componentes de la izquierda tradicional insistía en vincular al imperialismo yanqui con todos nuestros males, los obreros eran plenamente conscientes de que las empresas estratégicas de nuestro país estaban bajo dominio británico. El trabajador, cuya inteligencia intuitiva es vital, encontrará en el discurso forjista los argumentos para denunciar lo que ya se sabía que sucedía. Por su parte, la acción forjista influirá en los cuadros militares de la logia creada por el General Perón (GOU), en especial, a través de la relación de Jauretche con el mayor Estrada. De esta forma, cuadros militares jóvenes accederán, gracias a esta relación, a los trabajos de, entre otros, Scalabrini, Torres y Del Río.

La labor de Scalabrini en FORJA proseguirá hasta el 1 de febrero de 1943, fecha en que abandona la agrupación por ciertas discrepancias con su conducción. Es a partir de esa fecha que dejarán de producirse los cuadernos y que la creación teórica de FORJA disminuirá, reduciéndose fundamentalmente a las labores preparatorias para la convulsión futura. En tal sentido, FORJA es casi la única agrupación que saldrá a manifestarse a favor del pronunciamiento del 4 junio de 1943.

No obstante su alejamiento, Scalabrini dejará una impronta imborrable en la organización, no solamente en lo que respecta a la denuncia de los oscuros lazos que nos unían a un imperio como el británico, sino a otras cuestiones sumamente vitales para el futuro de nuestro país que aún hoy no han sido definidas, y en especial, aquella que refiere a la cuestión de nuestra conformación nacional.

En un breve ensayo que denomina Principios para un orden revolucionario, texto cuya ubicación se torna bastante dificultosa, ya que no ha sido reeditado, y que fuera escrito a principios de 1946, Scalabrini define los caracteres de nuestra nación a la que asigna el carácter de multígena. El autor observaba en su época una tendencia hacia la conformación de al menos dos tipologías nacionales: la monógena, basada en ciertos componentes homogéneos en materia étnico-racial y cultural, y cuya referencia principal era el modelo alemán, y la multígena, correspondiente a aquellas comunidades de base diversa como la nuestra. Rescatando entonces la idea vasconceliana de la raza cósmica y del encuentro, pero sin desconocer los componentes altamente traumáticos del proceso de la conquista, Scalabrini, mirando directamente a la realidad, presta especial atención a los caracteres diversos que conviven en nuestra nación real y a la dimensión inclusiva de tal convivencia. Scalabrini encuentra allí una multigeneidad que ya tiene su idioma, su historia, sus instituciones, sus costumbres, su cultura, es decir, una integración que se extiende hacia los primeros habitantes de estas tierras y que resulta sumamente valiosa. Como hombre proveniente de una tradición paterna naturalista, Scalabrini sabe que en la naturaleza la homogeneidad es sinónimo de muerte y la heterogeneidad es sinónimo de vida, y por tanto, nuestra diversidad constitutiva debe ser apreciada y eficazmente conducida.

Scalabrini es esencialmente un patriota, ama a su tierra, y se esmera por desarrollar una teoría de lo nacional sobre la base de la realidad, de lo que es, en definitiva, el ser. Por eso incorpora al pueblo concreto en el concepto de nación, distanciándose así de otros nacionalistas que interpretaban que la nación había sido derogada en la batalla de Caseros. Esta noción de nación es retomada por Juan Domingo Perón, un criollo que supo comprender la multigeneidad de nuestros orígenes y llevarla a la práctica en sus acciones.

Por último, Scalabrini nos deja otra enseñanza. Mientras luchaba denodadamente por la nacionalización de las empresas de servicios y la independencia económica, promovía una verdadera democratización del país a través de la formación de "nuevos cuadros patrióticos, nuevos diputados patrióticos, nuevos gerentes patrióticos". Coincide entonces con Arturo Jauretche y con Ernesto Palacio en que la Argentina necesitaba nuevas elites con conciencia nacional para llevar a cabo una empresa nacional. Más de cincuenta años después, similar mensaje nos legó Fermín Chávez, quien al sostener que "las crisis argentinas son primero ontológicas, después éticas, políticas, epistemológicas y recién por último económicas", nos advirtió que sólo una elite dirigente ligada orgánicamente a su pueblo y dotada de nítido compromiso nacional podrá superar ese trance ontológico que nos impide conducirnos hacia el destino digno y autosuficiente que nos merecemos

Detuvieron al capitán Sosa presunto autor de la masacre de Trelew



El fin de un secreto de la Armada

El represor fue arrestado en una inmobiliaria de Recoleta. Un hijo de desaparecidos, que le había comprado el departamento sin saber quién era, aportó los datos para ubicarlo. Su paradero fue durante años un secreto. Está acusado de 16 asesinatos y tres intentos de homicidio por la masacre de Trelew.

Según las crónicas periodísticas de los últimos veinte años el paradero del capitán de fragata retirado Luis Emilio Sosa era uno de los secretos mejor guardados por la Armada Argentina. Sin embargo, apenas cuatro días después de que la Justicia federal librara su orden de detención, agentes de la Brigada de Drogas Peligrosas de la policía de Chubut detuvieron al marino de 73 años en una inmobiliaria de la Recoleta.

Un hijo de desaparecidos que dos años atrás le compró un departamento, sin saber que el anciano era el célebre marino acusado de masacrar a 16 presos políticos en la Base Almirante Zar de Trelew, insultó de bronca cuando lo supo y aportó un dato clave para dar con el represor. Mañana será trasladado a Rawson y el jueves será indagado por el juez Hugo Sastre.

Fueron necesarios treinta y cinco años, cinco meses y veinte días para que la Justicia argentina diera con uno de los dos principales acusados por la masacre de Trelew. Los policías chubutenses, que por su especialización en narcotráfico se movilizan de civil, se presentaron a las 14.57 en un domicilio de Austria al 2000, el último registrado a nombre de la esposa de Sosa. Los atendió un hombre joven.

No, no vive acá. Le compré el departamento hace dos años.

¿Sabe cómo encontrarlo? -preguntaron los policías.

No, no lo vi más, no tengo ninguna relación -hizo un silencio y tanta pregunta le generó curiosidad-. ¿Por qué lo buscan?

Está acusado por la masacre de Trelew -le explicaron los agentes.

El muchacho se sobresaltó con la noticia.

¡Hijo de puta! -gritó. Luego explicó que sus padres eran desaparecidos, confesó que quería ayudar y pidió “un par de horas para ver si se me ocurre alguna punta”. Revolvió papeles viejos hasta dar con la dirección de la inmobiliaria donde compró la propiedad: “Acher Salomón”, en Pueyrredón 1317, piso 3, departamento C, barrio de Recoleta.

El propio dueño recibió a los policías. No hizo falta demasiada explicación. “Es mi amigo. Su esposa trabaja acá. Los está esperando”, resumió. Levantó el teléfono y le informó al marino sobre la visita anunciada. Minutos después llegó Sosa, solo. Se entregó manso a su destino inexorable.

Por sus 73 años, el cáncer que padece y el antecedente Febres, que obligó a replantearse los criterios de seguridad a varios magistrados, Sosa quedó alojado en el edificio Centinela de Gendarmería Nacional. Hoy a las 9.30 será trasladado a Rawson en el mismo avión de la provincia que a primera hora traerá al gobernador Mario Das Neves. Mañana prestará declaración indagatoria ante el juez Sastre.

“No fue sencillo ubicarlo, todo lo contrario”, resumió el secretario del juzgado federal, Mariano Miquelarena.

“Deseaba fervientemente poder saber algo antes de morirme pero no pensaba que se fuera a concretar”, confesó emocionada Soledad Capello, la madre de Eduardo (militante del PRT-ERP), de 86 años. Durante años junto con su marido la mujer viajó 1400 kilómetros cada semana para visitar a su hijo preso en Rawson. Para ayudarlo a combatir el frío le tejía pullóveres y medias que Eduardo repartía entre sus compañeros. “Acabo de brindar. Es un placer fuera de los límites”, describió Capello, querellante con el patrocinio del Centro de Estudios Legales y Sociales.

“Recibimos la noticia con muchísima alegría, porque es una deuda histórica y un avance enorme en la lucha contra la impunidad”, consideró Luis Eduardo Duhalde, titular de la Secretaría de Derechos Humanos y uno de los abogados que viajó a Trelew después de la fuga del penal de Rawson para exigirle al gobierno de Alejandro Lanusse garantías sobre la vida de los presos capturados. “La masacre de Trelew tiene un carácter emblemático por ser el antecedente más notorio de la aplicación del terrorismo de Estado aplicado durante la dictadura.”

La Secretaría de Derechos Humanos pidió la detención de Sosa & Cía. el 22 de agosto pasado, al cumplirse 35 años de la masacre. “El juez me dijo en ese momento que era ‘un poco prematuro’ pero que lo tendría presente cuando la causa avanzara”, contó Duhalde, quien sabía que Sosa cobraba su retiro como oficial retirado de la Armada y que Panamá le denegó un pedido de radicación el 16 de mayo pasado.

Cuando Sosa despegue rumbo a Rawson, el juez Hugo Sastre les recibirá declaración indagatoria a los dos primeros detenidos: el capitán de navío (R.) Rubén Norberto Paccagnini, jefe de la base Zar que sugestivamente pidió licencia el día anterior a la masacre, y el capitán de fragata (R.) Emilio Jorge del Real, que está acusado de haber estado presente durante los fusilamientos. Ambos nombraron como defensores a dos penalistas chubutenses: Fabián Gabalachis y Gustavo Latorre.

El cabo primero Carlos Amadero Marandino tenía previsto retornar al país desde Estados Unidos esta semana. Habrá que ver si la orden de captura librada el viernes lo hizo cambiar de planes. “Del que menos datos tenemos es del teniente Bravo”, admitió Maquilarena. Carlos Guillermo Bravo, el otro “gran secreto” de la Armada Argentina, es el segundo protagonista estelar de la masacre. Tal vez en los próximos días caiga otro mito.

Por Diego Martínez