Ya no se requerirá pasaporte para viajar por Sudamérica




Avance del Mercosur

Es un acuerdo regional que será anunciado en la cumbre de presidentes del Mercosur en Tucumán la semana próxima. La medida incluye a todos los países asociados con ese bloque por lo que sólo estarán exceptuados Guyana y Surinam.

Tucumán parece destinada a ser palco de acontecimientos regionales. Si todo va bien en la cumbre del Mercosur que se inicia el lunes en esa ciudad y que continúa con una cita de la Unión Sudamericana, se firmará un acuerdo que permitirá el tránsito de personas entre 10 países de la región sin necesidad de pasaporte. Para los argentinos, localizados en el extremo sur regional, es especialmente importante: la cédula o el DNI le sirve apenas para los vecinos. Los otros socios regionales caen en "el resto del mundo".

Así, para viajar a Perú, Ecuador, Venezuela y Colombia es indispensable el pasaporte. Brasil, que es limítrofe con casi toda la comunidad sudamericana, lo requiere para Ecuador y Chile. Los ecuatorianos solo pueden viajar con documento local a Colombia y Perú.

También los venezolanos, apenas con Brasil y Colombia. En cuanto a los chilenos, pueden ir libremente a Perú, Argentina y Bolivia; pero necesitan pasaporte para Brasil. Y los colombianos pueden trasladarse con su documento de identidad a Venezuela, Brasil y Ecuador.

Si esta cumbre cambia estas condiciones anticuadas empezará a tener sentido social el espacio económico-político común bautizado Unasur. Desde luego que nada será inmediato: requiere acuerdos bilaterales que garanticen derechos recíprocos. Pero todo se allana cuando prevalece la voluntad política. Quien dio la primera pista Marcelo Baumbach, portavoz de Lula da Silva. Informó que esa resolución será votada el martes. De concretarse, empiezan a saltar las barreras que separaban a la decena de países sudamericanos que integran incluso el Mercosur con distintos niveles. A los cuatros miembros plenos –Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil —se le suma uno semipleno, que es Venezuela (con voz pero sin voto) y los asociados Perú, Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia. Hay también observadores como México.

Son varios los temas en danza en esta cumbre que tienen un cariz social. Se ha decidido ampliar el Consejo de Mercado Común, el órgano máximo de ejecución del bloque. Hasta ahora, solo participaban de sus reuniones los ministros de Relaciones Exteriores, de Industria y Comercio y de Economía. Ahora entrarán a tallar los del área social. Para los dirigentes del Mercosur "es una instancia nueva e histórica". Entre otras cosas, porque desde que se creó el mercado sureño estuvo enfocado casi exclusivamente en las cuestiones económicas. Los debates sociales le han pasado lejos.

La reunión de Unasur, que seguirá a la cumbre del Mercosur, no estaba prevista. Pero la presidenta pro tempore del bloque, Michelle Bachelet, quiere acelerar los tiempos. Pretende que en Tucumán se elija al secretario general del nuevo organismo y la instalación definitiva de la sede oficial que para la jefa de Estado de Chile debe estar en Bolivia.

El otro gran capítulo que deben discutir los presidentes es el Programa de Integración Productiva y el Fondo para las Pequeñas y Medianas Empresas. Según el canciller Jorge Taiana "la integración productiva es esencial para evitar la reproducción de las desigualdades competitivas". En otras palabras, es lo que precisa el Mercosur para empujar a las economías más débiles como lo hace la Unión Europea. Algunos pasos ya se dieron. Argentina y Brasil le otorgaron a Uruguay un permiso para exportar autos de una fábrica de China que acaba de instalarse en territorio uruguayo.

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