EL INESPERADO PAPEL DEL PCR EN LA REVUELTA DE LOS EMPRESARIOS DEL AGRO



La interna chacarera


La proyección nacional de Alfredo De Angeli puso en jaque el liderazgo de Eduardo Buzzi al frente de la Federación Agraria, quien desde entonces compite con el entrerriano para ver quién tiene el discurso más duro . Buzzi reemplazó a René Bonetto como presidente en septiembre de 2000 pese a la oposición de la combativa Chacareros Federados, que postuló a Carlos “El Vasco” Paillole. Buzzi se había desempeñado como secretario y forjó un fuerte vínculo con Víctor De Gennaro, entonces titular de la CTA y hoy uno de sus consejeros. Chacareros Federados es una vertiente vinculada al PCR. Surgió en 1995 en oposición a Humberto Volando, que estaba dejando de lado el perfil gremial y unificando acciones con otras corporaciones como la Sociedad Rural, con la cual ahora, paradójicamente, comparten la lucha.


Varios referentes de la Federación Agraria pertenecen al partido maoísta o trabajan cerca. El debate interno que llevó al PCR a alinearse con la Sociedad Rural. El papel de De Angeli y sus referentes.


La larga marcha

Que entidades tan diferentes como la Sociedad Rural y Carbap colaboren en el lockout agropecuario con la Federación Agraria ya es una sorpresa. Más sorpresivo aún es el rol que tiene el Partido Comunista Revolucionario entre los autoconvocados y los empresarios del campo que se referencian con Alfredo De Angeli, que surgió como uno de los críticos más duros y de más alto perfil desde Gualeguaychú.

La inserción del PCR, de orientación maoísta en el lockout, es producto de un fuerte debate interno sobre cuál era el sujeto revolucionario del campo, capaz de acompañar la lucha del proletariado industrial. La disyuntiva era trabajar con los peones rurales y los agricultores de subsistencia o también incluir a los productores medianos que trabajan con su familia y eventualmente contratan mano de obra. Según fuentes de la organización, el economista Eugenio Gastiazoro, director del semanario Hoy, fue uno de los que reivindicó desde un comienzo la necesidad de trabajar con todos los que no fueran “terratenientes”, mientras que el economista Eduardo Azcuy Ameghino, otro referente y director del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios de la UBA, planteaba articular sólo con los más pequeños. Finalmente, el debate se saldó a favor de Gastiazoro. “En los piquetes agrarios palpita el argentinazo”, dice la tapa del último número de Hoy. Allí Gastiazoro reivindica la consigna de “retrotraer la situación al 10 de marzo” porque las “retenciones en nuestro país fueron impuestas por los gobiernos oligárquicos porque de esa manera no tenían que recurrir a impuestos directos sobre la propiedad o las ganancias de la oligarquía”.

El vicepresidente de la Federación Agraria de Entre Ríos, Juan Echeverría, forma parte del PCR. En la edición 1198 del semanario Hoy, publicación del partido, se hace referencia a los festejos por el 40 aniversario de la organización y en una apostilla se afirma que en Paraná “el camarada Juan Echeverría brindó por la unidad del partido junto a los más pobres y más oprimidos del campo”. En un reportaje, Echeverría contó que “Alfredo (De Angeli) dice que él es el músculo y yo el que piensa, pero no es cuestión de intelecto: somos amigos y nos complementamos”.

En Entre Ríos conocen la militancia de Echeverría porque ya en 1983 fue candidato a gobernador por el Partido del Trabajo y el Pueblo, una variante del PCR. Por eso el ministro de Gobierno provincial, Adán Bahl, intentó desacreditarlo durante el lockout al asegurar que “no lo mueve la situación de los pequeños y medianos productores, sino sólo apetencias políticas compartidas por una minoría que nunca logra representatividad electoral y sólo encuentra en los conflictos una efímera oportunidad para hacer oír su voz violenta y agresiva”.

Por fuera de Entre Ríos, el máximo referente rural del PCR es Carlos Paillole, director nacional de FA, miembro del Comité Central del partido y uno de los oradores en el acto del 30 de abril en el Luna Park, donde la organización celebró sus 40 años. Paillole también habló en el reciente acto de la FA en la localidad santafesina de Armstrong y terminó su discurso con un “Hasta la victoria siempre, compañeros”, homenajeando al Che. La mayoría de estos productores forman parte de una corriente interna de FA denominada Chacareros Federados, surgida en 1995 para disputar la conducción de la entidad.

También se destaca la participación en los piquetes de cuadros maoístas. Uno es Alejandro Sologuren, coordinador provincial de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que el 20 de mayo fue uno de los oradores durante el tractorazo que rodeó la casa de gobierno provincial en Entre Ríos. El martes, los militantes de la CCC y chacareros de Federación Agraria tomaron la municipalidad de Gualeguaychú, con la participación del líder nacional de la Corriente, Juan Carlos Alderete.

De Angeli no reivindica ninguna militancia política y afirma que su única pertenencia es con la Federación Agraria. En el PCR lo reivindican y explican la discreción del vínculo recordando el caso de Carlos “El Perro” Santillán, tardío en hacer pública su militancia maoísta. Más allá de afiliaciones, lo cierto es que actualmente tiene estrechos vínculos con militantes maoístas.

En octubre de 2000, De Angeli fue uno de los protagonistas del corte de la ruta 14 para exigir rebajas en el precio del gasoil y los peajes. En julio de 2001 participó junto a Miguel Piana, otro dirigente de Federación Agraria, en la instalación de la “Carpa de la Dignidad Nacional” que se mantuvo casi un año en la rotonda de acceso a Chajarí para reclamar por la situación de los citricultores. Además, se transformó en un militante ambientalista full time para protestar contra la instalación de Botnia en la localidad uruguaya de Fray Bentos, cortando el paso internacional. El 5 de abril del año pasado fue detenido por el bloqueo en la puerta de Buquebus. “Vamos a cruzar el puente, luego vamos a entrar a la planta y, cada uno de nosotros con un pequeño martillo de medio kilo, acabaremos con la pastera”, aseguró apenas lo liberaron.

Su crítica a las retenciones es furiosa. “Nos destruyeron la poca rentabilidad que íbamos a tener y le hicieron creer a la gente que somos los favorecidos”, aseguró en marzo de 2002, luego de que el entonces presidente Eduardo Duhalde anunciara una retención de 10 por ciento para los granos. “Necesitamos tres años de benevolencia para que nos pongan impuestos”, agregó pese a que en ese momento los productores estaban obteniendo una renta extraordinaria, como lo certifican hasta las cifras publicadas por la revista Márgenes Agropecuarios, afín al sector.

Duhalde, que ahora se solidariza con los chacareros, el 4 de abril de 2002 elevó el impuesto de 10 a 20 por ciento. Federación Agraria respondió con un lockout a fines de mayo y los productores de Entre Ríos cortaron una vez más la ruta del Mercosur, lo que motivó la detención de De Angeli. El 24 de febrero de 2005, De Angeli volvió a cortar la ruta 14 para protestar por la política impositiva de los gobiernos nacional y provincial y reclamar la renuncia del entonces secretario de Agricultura, Miguel Campos. “Se terminó el veranito artificial, ahora estamos en la realidad, el Gobierno tiene que cambiar sus políticas”, afirmó.

El cuestionamiento a las retenciones llevó a De Angeli durante los últimos meses a tejer alianzas con los sectores más conservadores del campo. En Entre Ríos, por ejemplo, convive en los cortes con Miguel Etchevehere, miembro de la Sociedad Rural. “Antes resistía los remates judiciales que llevaba adelante la Rural y ahora corta la ruta con ellos”, señaló a Páginai12 una fuente de la provincia. Además, para recorrer el país utiliza un avión Piper Dakota de cuatro plazas que le fue cedido por el productor bonaerense Guillermo Irastorza, vinculado a la liberal Carbap, donde De Angeli despierta entusiasmo. Esto no es visto como una contradicción por el chacarero ni por los militantes del PCR, que dicen estar utilizando a los conservadores en beneficio propio. Otros, en cambio, creen que es exactamente al revés.



Historia de un partido


El Partido Comunista Revolucionario surgió en 1968 como una escisión del Partido Comunista, influenciado a la vez por posiciones guevaristas y maoístas. El sector guevarista se escindió al poco tiempo y derivó hacia la lucha armada, en tanto que el PCR mantuvo una línea insurreccional. Dirigido desde su origen por Otto Vargas, que venía del viejo comité central del PC, desarrolló a nivel sindical lo que se llamó la línea clasista, cuyo dirigente más importante fue René Salamanca, líder del Smata de Córdoba. A diferencia del resto de la izquierda, el PCR apoyó el gobierno de Isabel Perón, en contra de lo que definía como el “golpe prosoviético”, categoría en la que englobaba a las organizaciones guerrilleras, al sindicalismo ortodoxo y a los militares golpistas. Esa posición lo llevó a trabajar juntamente con los sectores isabelistas del “brujo” José López Rega, quien organizó la Triple A. En su visión sobre las Fuerzas Armadas siempre puso énfasis en la búsqueda de los sectores nacionalistas con los cuales ensayar algún tipo de acercamiento. En la década de los ’80 fue cuestionado por el resto de la izquierda por su relación con el sector “carapintada” y en especial con el que lideraba el coronel Mohamed Alí Seineldín, una relación que mantuvo por lo menos hasta el 2006, cuando firmaron una solicitada en conjunto por el bicentenario de la Reconquista.

Las posiciones electorales del PCR se orientaron la mayoría de las veces al voto en blanco. Con algunas excepciones. Una fue en 1989, cuando respaldó la candidatura de Carlos Menem, al que consideró “un emergente de la burguesía nacional”. De esa época se gestaron relaciones con diferentes intendentes del peronismo menemista y después duhaldista. Su agrupación gremial es la Corriente Clasista y Combativa, que primero lideró el Perro Santillán –hace unos años tomó distancia de ese partido– y luego Juan Carlos Alderete. Desde la elaboración que hace el PCR del maoísmo, el campesinado tiene un rol decisivo en el proceso revolucionario. Por esa razón priorizó su trabajo entre los pequeños y medianos productores y se opuso siempre a las retenciones, por considerarlas un instrumento de los gobiernos “oligárquicos”. Y en la actualidad comparte el escenario con la Sociedad Rural y la CRA para enfrentar a la oligarquía y las retenciones

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