Anahí Fernandez
No vamos a abundar en las calificaciones que se hicieran de los piquetes de cartoneros, trabajadores ocupados y desocupados. Sólo a título ejemplificativo transcribimos un editorial del único diario guardaespaldas de un “prócer” (es de 2005)
“En más de una oportunidad, hemos reclamado desde esta columna la necesidad de que las autoridades garanticen el orden público frente a las manifestaciones de grupos piqueteros o de otros sectores que habitualmente coartan el derecho del resto de los habitantes a circular libremente por la vía pública”…“...cabe preguntarse, por ejemplo, si los bloqueos que dispone el titular de la Confederación General de los Trabajadores (CGT), Hugo Moyano, líder del poderoso sindicato de camioneros, con aceitados contactos con el gobierno nacional, no son merecedores de ser calificados de delitos y, por consiguiente, pasibles de ser sancionados con idéntico rigor”…“La metodología utilizada por Moyano consiste en impedir el ingreso de mercaderías, indispensable para el abastecimiento y normal funcionamiento de los supermercados, en una evidente maniobra extorsiva”.
Está claro que el “piquete “blanco” con cortes en decenas de rutas nacionales y provinciales no mereció ni una editorial con semejantes definiciones y descalificaciones.
Recordamos que la calificación de blanco es la categoría discriminatoria que le debemos a Bolcati cuando el 21 de marzo, en el programa radial que conduce Ernesto Tenembaum, explicó su apoyo a los piquetes rurales y su rechazo a los piquetes de desempleados por la diferencia de color. “Yo creo que ustedes se equivocan o no han ido a mirar el color de la piel de los que están haciendo...”)
Hubo un enorme silencio ante tamaña muestra de racismo larvado que no sólo no mereció la indignación que hubiera correspondido sino que ni siquiera tuvo una gran consideración en los medios.
Tampoco se escucharon fuertes condenas ante los más de 300 focos de incendio intencionales cuya humareda provocó muertes, los tres millones de litros de leche perdidos, las verduras que llegaron podridas al Mercado Central, el desabastecimiento, el sacrificio de más de un millón de pollos, la crueldad manifestada en leche, granos y alimentos arrojados en las rutas
Así entones muchos medios fueron construyendo un relato distorsionado en forma más o menos salvaje (en cuanto al tono, no al fondo) sin abandonar el doble estandar
La presunta contradicción en la consideración de los piquetes resulta más oculta y sibilina en lo referido a la violencia ya que tras demonizar a D’Elía por su reacción ante quien “sólo” le había espetado “negro de mierda” y mercenario”, se acallaron total o parcialmente las violencias de los piqueteros de la abundancia.
Y como estamos empecinados en construir un relato que enfrente este discurso mediático de raíz profundamente conservadora, cargada de rechazo hacia el otro y, en definitiva, de desprecio de clase, registramos algunas de las violencias de los piquetes de la abundancia que no merecieron tratamiento o que fueron apenas y vertiginosamente mencionados, ocupando, en caso de difundirse, espacios tangenciales en los medios de comunicación.
Patoteros y violentos
Balearon a un micro en un piquete de ruralistas (La Voz del interior) Un ómnibus de Flechabus que viajaba desde Tucumán a Buenos Aires fue atacado en inmediaciones de las Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero; No hubo heridos, pero la bala quedó incrustada en la carrocería. Desde la empresa, confirmaron la salvaje agresión al ómnibus de larga distancia. Así, lo que se había anunciado como una manifestación pacífica de trabajadores del campo se convirtió en un piquete para agredir a automovilistas y viajeros.
Salvaje agresión de ruralistas en un piquete en Córdoba (INFOBAE) Un hombre, que evitó un corte de ruta en San Francisco, Cordoba, fue perseguido por seis personas, que lo atacaron a golpes y patadas. La víctima terminó en el hospital. Es el segundo caso similar. En La Pampa, detuvieron un tren
Un piquete de productores detuvo el paso de un tren (INFOBAE) En el marco del paro del campo, un grupo ruralistas autoconvocados de la localidad pampeana de Ingenerio Luiggi impidió el paso de un convoy cargado de cereal que se dirigía hacia Bahía Blanca El episodio se produjo a las 13:00, en uno de los cruce a nivel a la salida del pueblo, situado a 150 kilómetros al norte de esta ciudad. Unos 50 productores colocaron sus vehículos encima de las vías del ferrocarril y el conductor del convoy ferroviario tuvo que frenar. Pedido de captura para dos ruralistas por salvaje ataque a una familia en piquete en Santiago del Estero (Tucumán Noticias)
“Si intentás evitar el corte, te llenan de plomo” (INFOBAE)
Un repartidor fue apuñalado por un piquetero ruralista (INFOBAE)
Denuncian a ruralistas por atentar contra las formaciones de tren (INFOBAE)
Arrojaron miguelitos frente al frigorifico de Rio Cuarto (LV16)
Un hombre falleció tras ser demorada la ambulancia en un piquete del agro (La Gaceta)La ambulancia que trasladaba a Natalio Porta no logró trasponer el corte de una ruta de la central provincia de Córdoba y debió tomar un camino alternativo para dirigirse al hospital de la localidad de Villa María, donde el paciente falleció.
El comisario de la policía cordobesa Jorge Jus explicó al diario local "La Voz del Interior" que al vehículo "se le habría impedido el tránsito" en el bloqueo de una carretera a la altura de la localidad de Laboulaye. La Fraternidad denunció un sabotaje de los ruralistas contra los ferrocarriles (Noticias 123) El sindicato de maquinistas de trenes afirmó que el paro que el paro agropecuario "está atentando" contra la estructura ferroviaria del país y acusan a los huelguistas de quemar durmientes, desclavar rieles en puentes y destruir vías para provocar descarrilamientos.
Balearon la camioneta de un repartidor de alimentos (Nuevo día) La camioneta de la empresa Seralco, conducida por Diego Schwindt, recibió algunos balazos por parte de productores rurales. El conductor también fue agredido
Abrieron boquillas de 10 vagones con pellet (Nuevo día)Tras observar que desde Coronel Suárez un tren carguero se dirigía con destino a Bahía Blanca, los productores agropecuarios emprendieron la marcha para detenerlo.
La formación, además de trasladar pellet también trasladaba aceite industrial, productos pertenecientes a Oleaginosa Moreno, provenientes de Daireaux y con destino al Puerto de Bahía Blanca, en su mayoría para ser exportados y en menor medida para consumo interno. De acuerdo a declaraciones de un operario de Ferro Expreso Pampeano que presenció lo sucedido, no había necesidad de abrir las boquillas, acto que cometió un grupo de productores que llegaron en camionetas y minutos antes habían incendiado cubiertas sobre la vía.
Ruralistas hacen volcar a un camión que no paró en corte de ruta (Diario Popular) El chofer fue hospitalizado y denunció que lo persiguieron 20 kilómetros y le arrojaron troncos y piedras al parabrisas. El violento hecho ocurrió el sábado a la madrugada en el partido bonaerense de Carlos Casares Aguirre conducía un Scania con acoplado de la empresa de transporte "El Pampeano", que posee su sede central en Santa Rosa, la capital de la provincia de La Pampa. En ese traslado, transportaba pañales, aceites y otros productos, indicó hoy el Diario Popular.
Agredidos por esquivar un piquete (Tercer Mundo)
Alberto Benassi y su esposa Elena Despósito fueron encerrados por seis vehículos en plena ruta, los golpearon y le destrozaron el vehículo con un elemento contundente. Según Benassi, los amenazaron con objetos metálicos contundentes, rompieron el vidrio de un golpe, le pegaron patadas los guardabarros y se subieron al techo y el capot del auto hundiéndolos por completo”. “Eramos dos personas contra 20 hombres en seis vehículos, nos quedamos quietos hasta que se cansaron de insultarnos y humillarnos”, agregó.
“Delante nuestra había una Toyota Hilux negra, patente GIA 401, y un poco más allá un automóvil 4 puertas Ford Fiesta o Peugeot, verde, patente CGS 063”, sostuvo la víctima. Aunque quiso tomar el número de chapa patente de otros vehículos, Benassi ni siquiera pudo empezar a escribir ya que no sólo le arrebataron el anotador y la lapicera sino que le destruyeron los anteojos. Lo único que pudo hacer la pareja una vez que la pesadilla terminó fue hacer la denuncia policial en la comisaría 17ª de Ibarlucea, adonde deberán ir para ampliar su denuncia.
¿Entonces?
“En más de una oportunidad, hemos reclamado desde esta columna la necesidad de que las autoridades garanticen el orden público frente a las manifestaciones de grupos piqueteros o de otros sectores que habitualmente coartan el derecho del resto de los habitantes a circular libremente por la vía pública…” fue dicho en el diario que cuida la espalda de don…
De doble discurso hablamos.
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