La incidencia de EEUU en el conflicto de "los campos"



Por Fernando Clavero

“Argentina, India y Brasil liderarán el comercio de la mayor parte de los productos agrícolas del mundo en la próxima década”. La frase no es de una ficción ni tampoco responde a ningún relato novelesco acerca de un futuro posible.

Se trata de una de las conclusiones volcadas en el informe conjunto elaborado por FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, y la OCDE, Organización de Cooperación y Desarrollo Económico. El documento fue difundido en París, a pocos días del inicio en Roma de la asamblea mundial sobre la seguridad alimentaria en el mundo.

El texto además señaló que “los precios de los productos agrícolas y ganaderos seguirán subiendo en los próximos 10 años” y que se incrementará el consumo de aceites vegetales "por la mayor demanda para alimentos y la producción de biocombustibles".

Jacques Diouf, el director de la FAO, dijo que "en el mundo hay 862 millones de personas que sufren hambre y desnutrición, lo que nos recuerda la necesidad de invertir en la agricultura".

Para determinados actores, la realidad abundada en datos del organismo de la ONU puede ser una excelente oportunidad de negocios. Ampliar los mercados de inserción significaría rentabilidades extraordinarias para las arcas de una empresa trasnacional.

Sin embargo, evitando la variedad de grises que existen, para otros protagonistas esa situación puede convertirse en un verdadero problema.

ABANDERADOS CONTRA EL HAMBRE

La crisis de los alimentos puso en claro el apetito de algunos estómagos conocidos.

La Casa Blanca en un despacho de prensa del 1 de mayo de 2008 informó que el presidente George Bush pretende encabezar la lucha contra la falta de comida. Para ello aseguró: "los estadounidenses son un pueblo generoso y compasivo. Se espera mucho de quienes mucho reciben” y destinó más de mil millones de dólares para abordar ese objetivo. Pronostican, que junto con los demás programas ya en vigor, la administración americana gastará casi 5 mil millones en el 2008 y 2009.

¿ Serán esos anuncios una verdadera instancia de solidaridad ?.

Las respuestas las encontramos en las próximas palabras del mismo discurso que Bush realizó en el primer día de mayo: …“este fondo permitirá que Estados Unidos financie programas de desarrollo agrícola para ayudar a agricultores en países en desarrollo a aumentar su productividad…”, “debemos cambiar la manera en que se distribuyen los alimentos”. En sus palabras sobre el Estado de la Nación de este año, Bush instó al Congreso a apoyar una propuesta para comprar hasta 25 por ciento de la colaboración alimentaria directamente de los agricultores en las naciones subdesarrolladas.

El jefe de Estado del norte pidió compromiso al G-8 (países más desarrollados) para realizar una alianza y combatir la presente situación. Exhortó a los territorios que han instituido restricciones a las exportaciones agrícolas y destacó: “el Presidente se esfuerza por asegurar que los estadounidenses reciban los alimentos que necesitan”. (El discurso puede encontrarse en www.whitehouse.gov)

El 29 de mayo, el Banco Mundial anunció que pone en marcha un fondo de vía rápida de 1.200 millones de dólares para hacer frente a la situación. En total serán 6.000 millones de dólares si se tienen en cuenta otras iniciativas en ese sentido. Señaló también que daría a conocer instrumentos de gestión de riesgos y seguros de cosechas a fin de proteger a los países pobres y los pequeños agricultores.

El contenido de prensa (www.bancomundial.org) explicó: “El fondo dotado de 1.200 millones de dólares ofrece respaldo a la producción de alimentos mediante la provisión de semillas y fertilizantes, la mejora de los sistemas de riego para los pequeños agricultores y el apoyo presupuestario para contrarrestar la reducción de aranceles a los alimentos y otros costos no previstos”.

Semanas atrás, Robert Zoellick, presidente del BM, propuso un “nuevo acuerdo” en materia de alimentos que implique “una mayor comprensión del impacto de los biocombustibles y la adopción de medidas en el frente comercial para reducir las subvenciones que generan distorsiones y las barreras comerciales”. Indicó que ya están desarrollando trabajos en estrecha colaboración con el FMI y los bancos regionales de desarrollo para integrar la labor y en los párrafos siguiente Zoellick pidió: “Instamos a los países a no aplicar prohibiciones de exportación. Estos controles fomentan el acaparamiento, aumentan los precios y perjudican a las personas más pobres del mundo que están luchando por alimentarse”.

En el marco de la crisis financiera y social que atraviesa Estados Unidos, el 7 de mayo el gobierno reconoció ante el Consejo de las Américas que “la apertura de mercados es especialmente importante en tiempos de incertidumbre económica”. El año pasado, el 40 por ciento del crecimiento total de esa nación se debió a las exportaciones. “Con la desaceleración de nuestra economía, me parece que deberíamos estar haciendo todo lo posible para abrir nuevos mercados” expresó Bush al aportar los datos y solicitarle al Congreso que apruebe el tratado de libre comercio con Colombia.

Ese mismo día el mandatario también habló sobre la “justicia social” en América Latina: “estamos ayudando a atender las necesidades médicas en algunas de las regiones más remotas…usando el personal militar para tratar a los lugareños. …desde el 2004, los contribuyentes de Estados Unidos han proporcionado más de $300 millones para programas educativos en toda la región, con particular énfasis, particular atención a las poblaciones rurales y marginadas. También el año pasado, la secretaria y yo anunciamos una nueva alianza a favor de los jóvenes latinoamericanos, para ayudar a miles de jóvenes en el continente americano con su inglés y otorgarles la oportunidad de estudiar en Estados Unidos.

La justicia social también requiere acceso a instituciones que son justas, eficaces y están libres de corrupción.

… Pero también hemos cambiado la manera en que estamos proporcionando ayuda al insistir en normas de buen gobierno, el imperio de la ley, la educación… la inversión en la educación y salud de sus pueblos, y en que los gobiernos acojan la economía de mercado.

… ¿Ven? El propósito es fomentar el sentido empresarial, la infraestructura que ayudará a la gente a llevar productos al mercado… El comercio brinda oportunidades económicas adicionales tanto a la gente de América Latina como a la gente de Estados Unidos.”

EMPRESAS, NEGOCIOS, PODER Y POLITICA INTERNACIONAL.

Daniel Pearson es un republicano de Minnesota y además el Presidente de la poderosa Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos.

Se trata de una agencia federal de investigación con amplias responsabilidades en materia de negociaciones.

Fue nominado por George W. Bush y confirmado por el Senado. Su mandato termina el 16 de junio de 2011. Antes de su nombramiento, Pearson ocupó altas responsabilidades de decisión en Cargill, Inc, en Minneapolis.

Su trabajo se centró principalmente en cuestiones de política comercial y la Organización Mundial del Comercio, entre otros.

En el 2007, la República Argentina exportó 75.700.000 toneladas de granos, subproductos y aceites. El 50, 39 y 10 por ciento correspondió respectivamente a cada área: 1) en granos, 7 compañías concentraron el 83 por ciento del volumen de negociación con el mundo. Son: Cargill (20 por ciento), ADM (14), Bunge Argentina (13), Nidera (9), Dreyfus (9), Toepfer (9), y Noble (8).

En subproductos fueron 6 las empresas que monopolizaron el 88 por ciento de las exportaciones: Cargill (22 por ciento); Bunge Argentina (14), Aceitera General Deheza (14), Dreyfus (13), Vicentín (13), y Molinos Río de la Plata (12). Es importante destacar que Bunge Argentina y Aceitera General Deheza están desarrollando una alianza estratégica que las llevó a compartir proyectos de desarrollo común.

En aceites, 6 firmas tienen 85 por ciento del negocio hacia el exterior: Cargill (24 por ciento), Bunge Argentina (15), AGD (12), Dreyfus (12), Molinos Río de la Plata (12), y Vicentín (11).

Son dos las empresas que más protagonismo tienen en el comercio hacia fuera de las fronteras nacionales. Una de ellas es Cargill…

LOS POBRES Y… EL CAMPO

En un discurso único que parece abanderar a algunos sectores en contra del hambre global se esconde una estrategia que atenta contra las políticas nacionales. El nuevo orden impulsado intentará abordar a los productores pequeños de los países en desarrollo a través de las empresas trasnacionales de amplio posicionamiento político y económico en las naciones industrializadas.

La reciente situación sobre la crisis alimentaria mundial trajo de la mano el viejo proyecto conceptual sobre las economías de mercado y los tratados de libre comercio en la región que atentan contra la formación de los Estados.

En Argentina pueden escucharse voces que reproducen textualmente los conceptos aludidos por el Banco Mundial, la Casa Blanca o empresarios con funciones de gobierno.

Los dirigentes autodenominados “del campo” no refieren, sin embargo, a las compañías que monopolizan el mercado. Emponchados en banderas azules y blancas reproducen claramente las definiciones del librecambio esgrimidas muy lejos del sur de América

Todos los datos internacionales de esta nota fueron extraídos de los sitios de internet oficiales de los organismos citados. Alcances similares pueden hallarse en las voces de la política gaucha reflejadas en los medios de comunicación de masas argentinos… que son, según dicen, “independientes y sin intereses”.

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