Cristina: “La distribución del ingreso es lo que define la calidad de vida”
La Presidenta cuestionó ayer la "política proteccionista" que llevan adelante los "países centrales" en materia alimentaria, durante su discurso en la sesión de alto Nivel de la FAO, que se está llevando a cabo en Roma. "El problema alimentario no es solamente un problema de producción, sino de distribución", agregó.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner fustigó este martes duramente al proteccionismo y los oligopolios que contribuyen a incrementar la crisis alimentaria en el mundo y destacó que el problema no es "solamente de producción de alimentos, sino de distribución" de los mismos.
Indicó en ese sentido que "la distribución del ingreso es lo que verdaderamente define la calidad de vida de cada uno de los hombres y mujeres que habitamos este planeta".
Al respecto, Cristina apuntó que "de hecho hoy estamos produciendo un 14 por ciento más de calorías que hace 30 años y ha aumentado el 70 por ciento de la población". "Creemos entonces -dijo- que el principal problema no radica solamente en la producción, sino también en un problema de distribución y de acceso de las distintas comunidades, precisamente a precios sustentables de los alimentos".
Evaluó luego que "la política proteccionista llevada a cabo por los países centrales desde los años ’70 en adelante ha causado un desapoderamiento de parte de los países emergentes de recursos que les son propios".
"Para que ustedes tengan una idea -argumentó la mandataria nacional- desde 1970 al año 2006 los países centrales pasaron de ser importadores netos de alimentos de aproximadamente el 16,9 a apenas el 1,4".
Recalcó que "nosotros, los países emergentes, pasamos de ser exportadores netos de casi el 15 ó 16 por ciento a 1,4 por ciento. Esto significa desapoderamiento de recursos en el orden de los 130 mil millones de dólares y para el Africa, por ejemplo, de 60 mil millones de dólares".
Alegó además que "otra de las causas estructurales también de vieja data son las condicionalidades que los organismos multilaterales de crédito, particularmente el Fondo Monetario Internacional han impuesto a los distintos países".
Recordó en ese sentido el discurso que momentos antes pronunció el presidente de Brasil, Inacio Lula Da Silva, donde destacaba "las recomendaciones del FMI a la República de Haití para que abandonara la producción de arroz".
"Hoy Haití ni siquiera puede ser tratado como país emergente, es apenas un país de sobrevivencia. Y lo decimos desde la República Argentina con conocimiento de causa, porque integramos la misión de la MINUSTAH".
Explicó que Argentina colabora con Haití "no solamente en lo que hace a la parte de asistencia militar, estamos desarrollando un plan en materia de huertas familiares que ya llevamos en el número de 2800 y que dan de comer a más de 20 mil personas. Y acabamos de firmar un acuerdo con el Canadá, para incrementar el número de huertas y llevar alimentos a más de 200 mil personas".
"Pero lo cierto es que toda esta ayuda que es de carácter meramente paliativo, es insuficiente. Y si no se hacen otras cosas en Haití y repúblicas y lugares semejantes, me atrevo a calificar que de insuficiente las gestiones y las misiones van a pasar a ser inútiles", sentenció Cristina.
Luego definió que "la tercera causa concurrente a esta situación la tenemos en cierta forma de organización del mercado internacional de carácter oligopólico, muchas veces en lo que hace a los canales de distribución de los alimentos, a patentes, a tecnología, a innovación, lo que contribuye a agravar y profundizar el problema".
Puntualizó que "en realidad, me parece que uno de los elementos más distorsivos también de carácter coyuntural, pero con componentes estructurales, hoy en el mundo de los commodities, es precisamente la irrupción de los capitales financieros".
"La crisis de las hipotecas ha trasladado fuertes movimientos especulativos al mundo de commodities, no solamente del mundo agrícola sino también del petróleo, y esto causa una acción absolutamente distorsiva en los precios de los mismos", afirmó.
En ese sentido ejemplificó que "en mi país, en la República Argentina, un pequeño ahorrista de 16 mil dólares, que los coloca en un pool de siembra, obtiene una renta en 6 meses del 30 por ciento en dólares. Una renta inusitada en el mundo actual".
"Vemos entonces cómo estos movimientos de capitales especulativos se trasladan ante la incertidumbre de los bancos y de no saber cómo están calzados esos bancos, a activos más fijos, más tangibles, como pueden ser los productos agrícolas o tal vez el precio del petróleo", insistió.
En cuanto a lo que pueden ser las soluciones al problema, Cristina Fernández de Kirchner indicó que "una sería en principio abordar con verdadero realismo las discusiones y las negociaciones y el debate en la Ronda de Doha".
"Porque hay como un doble estándar. Desde los países centrales se emiten mensajes acerca del libre comercio, de no proteccionismo, pero en los casos concretos y en las políticas concretas, desde hace décadas, los países en proceso de desarrollo tenemos fuertes dificultades para poder acceder a los mercados".
Argumentó que "la segunda cuestión que me parece, es reorientar a través de los organismos multilaterales de crédito las inversiones hacia aquellos países que podemos ser y que somos de hecho grandes productores de alimentos, pero que también hemos incorporado en la producción de alimentos, en la producción agrícola, fuerte tecnología".
La mandataria nacional puntualizó que "la cooperación internacional, entonces, sería a tres puntas. Por una parte, los países que hoy carecen de aptitud para producir sus alimentos, y que por lo tanto son importadores netos de alimentos, y que por su carácter de emergentes o absoluta falta de desarrollo, no están en condiciones de hacer frente a esta situación".
"La segunda, aquellos países que, como el mío, somos grandes productores de alimentos, no solamente convertirnos en productores de materias primas".
Remarcó Cristina Fernández de Kirchner que "la otra gran clave que tenemos que abordar cuando hablamos del problema de la alimentación, son las altísimas tasas de desocupación que tienen que ver con los problemas del hambre".
"Entonces la clave no solamente es producir materia prima, sino agregar valor para que los trabajadores, los ciudadanos y las ciudadanas de nuestras comunidades puedan tener trabajo", enfatizó. En otro tramo de su discurso señaló: "Vamos a vivir en este siglo XXI, que se caracteriza por un gran desarrollo tecnológico, escenas muy terribles.
Porque paralelamente a ese desarrollo de la ciencia, casi inimaginable hace 30 o 40 años atrás, vamos a ver escenas del Medioevo donde tal vez en la puerta de una panadería en el Magreb, o en cualquier lugar lejano de Africa, la gente se agolpe y se muera en busca de un plato de comida".
"Creo entonces -agregó- que el abordaje debe ser con mucha sinceridad, con mucha franqueza, evitando el doble estándar, evitando lo que nosotros decimos en nuestro país el doble discurso".
Bregó además por "una práctica de cooperación a tres puntas, en un plan de facilidades alimentarias en donde los países desarrollados, que poseen y han acumulado gran cantidad de capital, puedan invertir en aquellos que estamos en condiciones de producir no solamente materia prima agrícola, sino también tecnología".
"Y para que otros países que hoy carecen de ella accedan a esa tecnología, accedan a esas semillas, accedan a esos fertilizantes, para poder también ellos mismo proveerse de los alimentos", definió.
Reiteró entonces que "la clave está en un sinceramiento absoluto de parte de los países centrales con gran capacidad de inversión. De nosotros, países productores de materia prima, de alimentos, países en vías de desarrollo con grandes extensiones y gran capacidad en materia de recursos naturales.
Para que aquellos que no han podido acceder a una mínima tecnología que les provea su propio sustento puedan hacerlo".
"Nosotros -acotó- en nuestro país hemos llegado casi al 97 casi a los 100 millones de toneladas en materia agrícola, podemos llegar a los 150 millones, pero además queremos agregarle valor también a nuestras materias primas, porque tenemos las experiencia que hemos acumulado desde hace un siglo, y sabemos que solamente el agregar valor a nuestros productos es a lo que hace el desarrollo de nuestros pueblos".
Finalmente, afirmó que "por eso, con esta visión, que tal vez pueda ser compartida o no, pero que es la expresión sincera de cómo vemos desde un lugar de Latinoamérica, como país emergente, como país en vías de desarrollo, la problemática del hambre hoy en mundo".
La Presidenta pronunció este discurso en la sesión de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se lleva adelante en Roma entre este martes y el jueves.
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