EL TUNEL DEL TIEMPO


Durante su campaña electoral Mauricio Macri prometió, entre otras cosas, que construiría diez kilómetros de subtes en cada año de su gestión. Pero como era de esperar, a seis meses de haber asumido, la realidad es otra. En lo que queda de 2008 y en 2009 en el mejor de los casos se inagurarán solo tres nuevas estaciones: Puán y Carabobo de la “A” y Corrientes de la “H”.

Mientras que la entrada en funcionamiento de las otras seis estaciones en las que se esta trabajando esta prevista para 2010. Y la construcción de nuevas estaciones y lineas, cuyo diseño ya esta determinado por ley, es una incognita porque la Ciudad no tiene hoy los fondos necesarios para sostener un plan tan importante. A comienzos de año, el macrismo presentó un ambicioso proyecto en la Legislatura para invertir en subtes 2.500 millones de dólares, que provendrían de préstamos internacionales o del Gobierno de la Nación. Incluso se habló de crear dos nuevos centros de combinación con trenes y colectivos -en Barracas y en la zona de la Facultad de Derecho- y se modificaron y extendieron las trazas de las nuevas Líneas. Ese plan ya fue archivado por resistencias vecinales y de la oposición, y la posibilidad de conseguir plata se complicó.
“El avance del plan de extensión de la red dependerá de la plata que la Ciudad consiga a través de organismos de créditos multilaterales, del Gobierno Nacional o de financiadores privados”, dijo Jorge Irigoin, el ingeniero que Macri puso al frente de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE). Esta es la empresa estatal que fue responsable directa del servicio hasta 1994 -cuando el subte se privatizó- y desde entonces es la encargada de planificar y ejecutar la construcción de la red.
Unos 250 millones de pesos es lo que cuesta la construcción de cada kilómetro de subte, incluyendo el costo de los vagones, de acuerdo a la estimación del funcionario. La necesidad de buscar dinero en fuentes externas queda clara si se tiene en cuenta que el presupuesto que le fue asignado este año a SBASE es de 380 millones de pesos. Para el año que viene, Irigoin aspira a que SBASE disponga del doble de dinero, lo que de todas maneras alcanzaría a cubrir la construcción de no más de tres kilómetros de subte con fondos propios. Lo cual no hace más que demostrar el alto grado de improvisación con el que gestiona en macrismo.

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