Apadrinado por Boudou, un grupo de académicos vigila a Macri

El CEIS es una nueva usina que responde al futuro vicepresidente y que busca ganar presencia en Capital Federal; su objetivo primordial: fiscalizar al Pro
El núcleo duro de este centro es una veintena universitarios de las facultades de Ciencias Sociales, Filosofía, Derecho y Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Luego, las filas se engrosan con militantes de las agrupaciones "Nunca Menos" y del Frente Transversal Nacional y Popular, el espacio comandado por Edgardo Depetri.
















El pasado 13 de octubre se lanzó el Centro de Estudios para la Inclusión Social (CEIS), un nuevo ámbito que, como tantos otros, surge como promotor del modelo kirchnerista. Con sus informes y sus debates teóricos, le dará cierto perfil tecnocrático a la figura de Boudou en Capital Federal, un espacio esquivo al Gobierno. Su principal misión será vigilar las medidas que tome Mauricio Macri.

"Observaremos la implementación de las medidas del Pro en la ciudad, como una función de fiscalización", dijo a LA NACION Juan Gallardo, uno de los miembros fundadores del CEIS. "Teníamos dificultad para canalizar propuestas en los barrios porteños y se nos ocurrió que un centro de estudios era una buena herramienta. Le presentamos la propuesta a Amado y se entusiasmó muchísimo", comentó sobre el surgimiento de la iniciativa.

En el área económica, Boudou ya cuenta con dos usinas que defienden su pensamiento económico: La Gran Makro y AEDA. El CEIS, por su parte, buscará hacer foco en políticas sociales y en ese sentido, la adhesión del titular de la Anses, Diego Bossio, marcará el pulso.

El perfil
El día de lanzamiento del nuevo centro, Boudou felicitó sus integrantes y recalcó que "ayudará a fortalecer la transformación que impulsa Cristina Kirchner y a formar de cuadros jóvenes, muy necesarios para los tiempos futuros".

El CEIS buscará tener un sello propio. De hecho, ya se diferencia de la actividad política que motoriza La Cámpora, la agrupación de Máximo Kirchner, que tiene otro centro de estudios, el CEP. "Muchos de los integrantes del CEIS no tienen militancia, prefieren otro grado de acercamiento y aportar desde otro lugar al kirchnerismo", explicó Gallardo.

El núcleo duro de este centro es una veintena universitarios de las facultades de Ciencias Sociales, Filosofía, Derecho y Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Luego, las filas se engrosan con militantes de las agrupaciones "Nunca Menos" y del Frente Transversal Nacional y Popular, el espacio comandado por Edgardo Depetris.

Además, cuenta con el respaldo de funcionarios como el viceministro de Economía y diputado electo, Roberto Feletti y el coordinador del Foncap, Federico Ludueña.

Hasta ahora, el CEIS tiene su sede principal en el Bajo Flores, sobre la calle Primera Junta. Aunque aseguran que se financiarán con aportes de los miembros fundadores y donaciones, ya tienen el visto bueno de Boudou para abrir otro local en el microcentro.

Los ojos sobre Macri
Gallardo señaló que desde su lanzamiento, el grupo viene realizando una reunión semanal y que se abocaron a estudiar el presupuesto que el Pro presentó para el próximo año. "Queremos ver si hay recortes a determinadas áreas como las sociales y de vivienda, y observar cuáles son las prioridades que tiene el gobierno porteño", puntualizó.

En tanto, desde ese centro comenzaron a abordar el posible traspaso de los subtes, una medida que reclamada por Macri, siempre y cuando esto implique el pase de los recursos.

"Armamos una comisión de trabajo que estudiaron la situación. Nos parece positivo, esperamos que Macri se haga responsable", evaluó Gallardo. Consultado sobre los subsidios que permiten mantener las actuales tarifas, respondió: ¿Por qué el gobierno nacional debería subsidiar al distrito de Buenos Aires, si no lo hace, por ejemplo, en Córdoba? Para Gallardo, el ministro de Economía coincide con su mirada.

"Ahora que lanzamos el CEIS esperamos que lo que planteamos en términos abstractos se concrete con políticas de inclusión social", concluyó Gallardo. Más allá del diálogo que el Gobierno pueda abrir con Mauricio Macri, Boudou comienza a dejar huellas del "modelo" en la ciudad.

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