Entrevista a Edgardo Depetri

“Hay que cerrar filas junto a Cristina”








El diputado llamó incentivar un gran debate nacional que atraviese todos los sectores para aportar nuevas iniciativas al gobierno. Dijo que la presidenta es la única garantía de continuidad del modelo. Moyano, los empresarios y el 2011

Edgardo Depetri fue contundente. “Néstor Kirchner fue el mejor presidente que parió la democracia argentina”, disparó el hasta hace poco subsecretario de Relaciones con la Sociedad Civil apenas iniciado el diálogo con Tiempo Argentino, sólo unas pocas horas después de asumir la banca en Diputados que dejó vacante el recientemente fallecido ex mandatario.
Lejos de la debilidad que propugnan y desearían poder comprobar en el gobierno nacional los grandes grupos concentrados, la fuerte movilización popular durante las exequias demostró que es tiempo y están dadas las condiciones para profundizar el modelo económico y social impulsado desde el 25 de mayo de 2003.
Así lo entiende Depetri, quien señaló que “ahora hay que plantear la unidad. Esa es la consigna, cerrar filas junto a Cristina y salir a dar un gran debate nacional en la sociedad. Pero en todos los ámbitos, en los movimientos sociales, en los sindicatos, en los territorios, en los sectores de la cultura, entre los intelectuales, para poder así defender el proyecto, aportarle nuevas iniciativas al gobierno e involucrarnos, no sólo en el debate teórico sino ir construyendo en la práctica diaria, dando respuesta a las demandas y necesidades del pueblo que ha demostrado un gran nivel de conciencia, de protagonismo.”

–En esta etapa política que se abre, de profundización del modelo, ¿qué lugar deben ocupar los movimientos sociales?
–Nosotros no tenemos que pensar en protagonismos personales o sectoriales. Tenemos que pensar en que lo que hay que visibilizar son las políticas públicas del gobierno, la gestión del gobierno de Cristina. Porque este es un gobierno que representa los intereses del pueblo, en consecuencia, lo que se impone es la unidad en la acción y la concepción, como decía Perón, para así ganar nuevas cabezas y nuevos corazones, ganar conciencia.
–¿Pero qué desafíos tienen estos movimientos por delante?
–Hay que protagonizar junto al pueblo, con los sectores populares, ese cambio cultural que significa salir de las expresiones sectoriales o individuales para salir a consolidar lo colectivo, el proyecto. Nosotros tenemos que aportar más al debate de ideas, al debate del país que queremos, de la sociedad con que soñamos y estar orgullosos de defender a Néstor y Cristina, porque ellos claramente representan en la conducción política y en el ejercicio del gobierno lo que nosotros como movimientos hemos planteado durante toda la etapa neoliberal y que entendemos hoy como perspectiva para los compañeros.
–¿Cómo se hace para canalizar toda esa fuerza popular que se vivió en Plaza de Mayo durante el funeral, hacia una militancia que ayude a sostener el modelo?
–Creo que lo primero es no apresurarnos a ponerle un sello a esa fuerza. Lo que se expresó en esos días no es sólo respuesta a un gobierno, o a Néstor y Cristina, pertenece a un proyecto, es del propio pueblo que parió un líder y lo alojó definitivamente en su corazón y ahora le transfiere a Cristina ese compromiso, ese afecto y ese amor para continuar la tarea.
–¿Qué objetivos se planteó al asumir la banca en Diputados?
–Como diputados del oficialismo tenemos que abordar el compromiso y planificar las leyes que necesita Cristina para llevar adelante su gobierno. Y tenemos que ser capaces de armar una agenda con los sectores opositores que sí quieren aportar y que creen en la democracia, en el debate y en la participación popular para profundizar el rumbo. Ahora, eso sí, creo que dentro del Congreso hay parlamentarios, tanto diputados como senadores que lo único que les interesa es impedir la gestión de gobierno, debilitarlo, arrinconarlo y sacar leyes a las que miden más en la especulación y el oportunismo de cuántos votos pueden arrimarles o cuánto pueden hacerlos crecer en imagen positiva que en el interés del pueblo argentino.
–¿Y cómo se hace para contrabalancear esta fuerza?
–El debate no hay que darlo sólo adentro del Parlamento, la clave está en dar el debate en la sociedad. El Congreso normalmente se pone a tono con los acontecimientos políticos cuando tienen legitimidad en la conciencia popular, y sobre todo cuando es tomado por las mayorías para promover determinados debates.
–¿Hay un intento por demonizar a Hugo Moyano?
–La ofensiva contra Moyano es porque representa a una parte mayoritaria de los trabajadores argentinos. Porque en realidad los empresarios no quieren discutir la distribución de la riqueza nacional, no quieren discutir la participación en las ganancias, ni salarios, ni mejores condiciones de trabajo, ni el blanqueo de los trabajadores, ni nada. No quieren discutir. El gobierno enfrenta el desafío de seguir construyendo un modelo económico con creación de empleos, con recuperación del salario y mejora en las condiciones de vida de la población. Quienes se oponen a eso son los empresarios. Sean quienes sean. Sean los empresarios del campo, de la mesa sojera o los industriales o el sector financiero o los multimedios de comunicación. Ellos son la oposición y por eso buscan demonizar a Moyano, para fortalecerse en el debate y en la disputa por el modelo y por la distribución de la renta.
–¿Cristina 2011?
–Lo tiene que decidir ella. Eso sí, creo que Cristina es la única dirigente-militante en condiciones de asumir una candidatura del Frente para la Victoria y de todos los sectores populares de la Argentina. Es la única que los sintetiza a todos, la que tiene la mayor legitimidad y que puede ser acompañada por un amplio sector popular que no solamente sea el peronismo o la CGT, sino que también incluye a todos los movimientos sociales, a todos los sectores sindicales que militan por una nueva perspectiva, e incluso sectores que no abrevan en el kirchnerismo pero que nos van a acompañar ante la ofensiva de la derecha y la posibilidad de que se reinstalen de nuevo las políticas del ajuste y la represión, que encarnan el duhaldismo, el macrismo y otras expresiones. Cristina es la única garantía de continuidad del proyecto, de continuidad del modelo. Cristina es la candidata, por supuesto.

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