En el cierre del encuentro semestral del bloque, los mandatarios elogiaron la integración regional y ahuyentaron los rumores de ruptura. Hubo una nueva ratificación de “voluntad política” para la adhesión plena de Venezuela. En tanto, Argentina y Uruguay mostraron gestos de acercamiento. Cristina asumió la presidencia pro témpore por seis meses.
(Por Fernando Ramírez y Clelia Sívori, enviados especiales) Telam.
La XXXIV cumbre semestral del Mercosur se cerró este martes con una fuerte señal de los presidentes para ahuyentar los rumores de ruptura del bloque y con una nueva ratificación de "voluntad política" para la adhesión plena de Venezuela.
La cumbre sirvió además para que Argentina y Uruguay exhibieran gestos de fraternidad luego de la tensión que dominó la relación bilateral por el conflicto de la pastera Botnia, aunque se evitó incluir en el temario un planteo concreto por la controversia.
En el acto final de los jefes de Estado, la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner asumió por seis meses la presidencia pro tempore del Mercosur de manos de su par uruguayo Tabaré Vázquez, quien le dio una cálida bienvenida.
Además de Vázquez y de Fernández de Kirchner, participaron del encuentro los presidentes de Brasil, Lula Da Silva; de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos como miembros plenos del bloque; el venezolano Hugo Chávez; la chilena Michelle Bachelet y el boliviano Evo Morales.
El discurso de los presidentes estuvo enfocado en general a alejar los rumores de ruptura del bloque, incentivados en los últimos días por el conflicto de la pastera y la disconformidad de Uruguay y Paraguay por la falta de avances respecto a las asimetrías en el intercambio comercial del bloque.
Fernández de Kirchner y Duarte Frutos fueron los más enfáticos al deplorar a quienes "intentan declarar la muerte del Mercosur".
La presidenta argentina aseguró en ese sentido que "hay fuertes intereses externos e internos" para que fracase la unidad del bloque y dijo que tanto ella como sus pares están "un poco cansados de leer en letra de moldes la muerte anunciada del Mercosur".
Duarte Frutos calificó de "detractores miserables del Mercosur y de las relaciones bilaterales" a quienes auguraban "la partida de defunción del Mercosur".
El brasileño Lula Da Silva declaró a su turno que el Mercosur es "como un hijo al que no siempre le vemos los defectos" y aceptó que "hay problemas de burocracia en el bloque y problemas de otro tipo que debemos reconocer".
Al igual que sus colegas, también se refirió a los enemigos del bloque cuando dijo: "Pese a los evidentes progresos logrados por el Mercosur en sus 16 años de vida, sigue teniendo muchos enemigos y detractores".
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que estuvo a cargo de conducir la cumbre, se preocupó por ratificar su adhesión a la continuidad para desmentir también las hipótesis de que pretendía rebajar el rango de Uruguay en el bloque en pos de un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
El Mercosur, sostuvo, "no es una construcción teórica sino que tiene hechos concretos" y citó el reciente acuerdo con Argentina para el abastecimiento de gas para ambos países como "símbolo de integración".
No obstante, aclaró que "a veces no basta la voluntad política" sino que "se necesitan acciones concretas y resultados tangibles, incluso a nivel bilateral".
En respuesta a los reclamos de Uruguay y Paraguay, respecto a las asimetrías y al cobro de doble arancel, Fernández de Kirchner dijo que ahora que ejercerá la presidencia trabajará para "eliminar definitivamente estas desigualdades".
Evo Morales (Bolivia) utilizó gran parte de su discurso para referirse al conflicto que atraviesa su país y en ese sentido pidió al Mercosur que disponga de una comisión de investigación de los hechos de violencia en la ciudad boliviana de Sucre, donde lo acusan de "violar los derechos humanos".
"Mi pedido acá, queridos presidentes y presidentas, que por qué no (se pueda enviar) una comisión internacional de Mercosur" para que "haga una investigación transparente, porque están ocultando información en los hechos de Sucre", afirmó Morales.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, instó a sus pares a "la unidad en la defensa", pidió avanzar en la integración y consideró que la región se encuentra ante "una oportunidad especial en la larga etapa de crecimiento económico".
La XXXIV Cumbre de Jefes de Estado se lleva además la firma de un tratado de libre comercio con Israel, el primer acuerdo del Mercosur con un país no latinoamericano que permitirá hacer más fluido el intercambio comercial entre las regiones.
Durante la reunión de dos días también se suscribió un convenio de cooperación con la Unión Europea como primer paso a un acuerdo comercial más amplio; y una carta del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien le deseó "éxito al bloque en el camino del progreso" y abogó por la cooperación entre su país y el bloque.
Antes de despedirse, la nueva presidenta pro tempore del Mercosur, Fernández de Kirchner, avisó irónicamente que la diplomacia "no era su fuerte" y que "oportunamente" informaría la fecha de la próxima cumbre.
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