Palabras con Edgardo Depetri
POR TABARE
Atrás la Plaza. Y pibas y pibes, la nueva generación que deambula festejando y llorando la ausencia de Néstor Kirchner. Banderas, pancartas, voces, la triste alegría de estar y estar juntos. Asombra esa nueva generación, ese estallido, esas mil flores ardiendo. Estamos con Edgardo Depetri, observando ese ir y venir, ese agite que hace vibrar el aire. Edgardo se había comprometido a contar esa nueva idea, esa convocatoria a un Congreso nacional de la militancia.
“Sí, te voy a contar –dice sin dejar de mirar ese entrechocarse de juventud en estado de pureza. Te voy a contar. No es fácil, hay un cambio. Desde la muerte de Néstor todo cambió, hay otro aire, se respira socialmente hablando, de otra manera. No sé, pero se abrieron otras compuertas y estamos en otro tiempo político. Creo que por eso salta la idea de convocar… sí, convocar.
La idea es construir un espacio de la militancia, donde participe, donde haya espacio para todo esto que se está sumando y que podemos llamar el kirchnerismo. Digo a los compañeros, es hora de sumar. Creo, me lo digo a mi mismo. Digo sumar, que la presidenta Cristina no tenga sólo el Pejota o determinados sectores de la Cegeté, sino un espacio más amplio, ese espacio popular fuerte que ha construido por Néstor y que está buscando cauce, que busca expresarse.
Entonces, es como que la casa quedó chica, que hay que agregar espacio. Espacios. Tenemos una militancia social, tenemos partidos provinciales, intendentes, sectores del conurbano que se han incorporado. Y desde ahí hablamos de algo que tenga y contenga todas las fuerzas, toda esta energía de país que adhiere a este proyecto de país, a este proyecto nacional y popular, proyecto que avanza y que se debe profundizar.
La idea de la convocatoria, es militar a fondo las propuestas políticas y de pensamiento que bajan desde el gobierno, que son convocantes y por eso, no limitarnos a las orgas o los movimientos sociales o eso que venía siendo sostén importante. Hace apenas un año nos reuníamos con los movimientos sociales, por eso digo que estamos en otro tiempo. Ahora se han incorporado otros sectores sociales, en muchos casos sorprende la irrupción de la juventud, una generación que se decía estaba muerta, que había nacido para mirar y, como decía, han estallado las mil de miles de flores.
Hay sonidos en el aire. Hay un nuevo aire y hay que saber leerlo. Esto desdichadamente ha emergido, ha salido con la muerte de Néstor Kirchner –mi amigo. Los estudiantes que han estado ausentes una, casi dos generaciones de la política, están marcando la cancha. Y los pibes de las secundarias. Sabemos de la importancia de la clase media como elemento vital en un proceso de cambio.
-¿Tiene nombre este proyecto?
No. No hay orgánicas establecidas. Lo que hay son aportes buscando consolidar una unidad, unidad que no tenga sólo sentido de agitación o movilización, sino también desarrollo territorial y representación institucional de diferentes espacios. Hay -yo diría-, una mayoría que ha permanecido en el silencio, en soledad y que ahora busca luz. En este proyecto de la militancia –aunque la palabra no remite a un estilo sino, es una manera de dar nombre- hay gobernadores, ministros, diputados, hay dirigentes sindicales, dirigentes sociales y lo fundamental hay un pueblo que se moviliza, que no hay que ir a buscarlo, simplemente, ha ganado la calle.
Estamos, ante nuestro propio asombro, en una sociedad que ha entrado en movimiento, que ha dado un salto, que emerge del silencio. Entonces hay que sumar. Sumar y unir. Están los sectores de derechos humanos, de derechos de minorías, hay sectores del campo, organizaciones de la tierra, están los pueblos originarios, las universidades son que no te cuento Y todos estos pibes que estamos viendo, mirá, algo buscan ¿no?
-Y se los convoca…
Sí. No pretendiendo ser jefe ni manoteando poder. Es tratar de comprender y ampliar el piso para que no nos volteen este proyecto. Y sí, convocamos a este espectro social, una convocatoria para que se hable, se discuta, saber que no se pretende tener la verdad, sino es un llamado a unirse en todo caso por la contraria: saber donde está el enemigo y desde esa unidad, confrontarlo o confrontar sus prepotencias. Es aquello de que, cuando sepamos identificar donde está el enemigo, es ahí donde nace el punto de inflexión para la unidad.
Y sabemos que el enemigo de este proyecto tiene grandes y poderosos intereses como para intentar doblegar y quebrar el avance de argentina como país independiente, país desarrollado, país de trabajo y derecho para todos, que es lo que viene avanzando desde que asumió Néstor en el 2003. Y sabemos que desde los multimedios, desde sus corporaciones, desde los sectores emparentados al imperio, ellos son los que vienen poniendo palos, vienen buscando imponer la agenda desde lo mediático y realmente buscan defender los privilegios que siempre tuvieron y que ahora ven en peligro.
Para estos sectores Néstor Kirchner siempre fue sospechoso. Y Cristina sigue siendo sospechosa. Sectores nacionales y multinacionales que nunca han ganado tanto como ahora, ¿cómo se explica? Hasta parece contradictorio. Memoria. También en el 55 nunca habían ganado tanto y sin embargo estuvieron desesperados buscando dar el golpe hasta que lo consiguieron. Y ya lo vimos repetido en lo que fue el intento con la guerra gaucha. De cómo se lo quisieron llevar puesto y si no pudieron, al menos pretendían tener un gobierno obediente. No lo consiguieron.
Esto es un poco una síntesis de donde está el enemigo y de que enemigo hablamos.
Edgardo ¿hay optimista con respecto a este nuevo espacio? Hay una historia compleja, hasta hay una generación que no ha podido comprender los tiempos y siempre ha destruido lo construido…
Lo que pienso. Cuando miro hacia atrás, si digo “no me equivoqué nunca”, o soy un cínico o un tonto. Hemos cometido errores, los hemos cometido como generación y hay una parte que sigue apostando al “cuando más mal, mejor”. Lo sabemos. Creo que tenemos que aprender de nuestros errores. Y si hoy no hay unidad popular en el Frente para la Victoria es porque los dirigentes tampoco hemos podido encontrar el camino de una unidad. Unidad real, que piense a fondo en lo colectivo y en el proyecto nacional.
Hoy, con todos estos cambios que vemos, y en la actual coyuntura política y social, tenemos que tener en claro la confrontación contra el poder y contra qué poder confrontamos. Sabemos que Cristina va a jugar el próximo año, no su futuro, sino que ese futuro lo jugamos entre todos. Ella tiene esa responsabilidad gigantesca. Tiene espalda, pero hay que sostener ese andamiaje. Con leer los titulares de los diarios de los multimedios, de tanta mentira, de tanta infamia y detrás de esas voces “ellos” están ocultos en sombras, esos sectores que ya nombré, y que son con otra careta, los mismos enemigos del pueblo, los de siempre.
- ¿Se trata de liberación o dependencia?
Se trata. Pasa que no nos agarremos de slogan que pueden confundir o mejor dicho, dejar afuera a estos nuevos segmentos sociales que se están incorporando a la política, a participar. Vamos a encontrar las definiciones entre todos. Pensar que nos necesitan y nosotros también los necesitamos, que estén adentro. Por eso convocamos. No que vengan al pie. No. Hablemos, encontremos cauce.
Todos los que estamos, sabemos que el objetivo, como sucede en Capital, es volver a imponer el neoliberalismo, estar contra el Estado de bienestar, es más, ellos pretenden lo que fueron en realidad, ya que ellos eran el Estado. Por eso privatizaron las jubilaciones y cagaron de hambre a todos los trabajadores. Con la llegada de Kirchner, de Lula, de Evo… mirá, pienso, siempre pienso en aquel hecho, aquel No al ALCA. No soy historiador ni eso, pero creo que cuando se estudie la historia de este tiempo, seguramente, ese no a Busch por parte de Néstor Kirchner quedará como una de las grandes gestas, uno de los aportes de nuestra sociedad al conjunto de Latinoamérica.
Por eso este espacio popular de la militancia y por eso la convocatoria. Ya digo, no es que vengan a levantar la mano y se vuelvan a la casa, aquí se necesita movilización, participación, encontrar las líneas de unidad entre el hacer del gobierno y el pueblo. Y en esto queda claro que tenemos que salir a defender las políticas que lleva adelante este gobierno y esta propuesta de militancia en unidad, abierta, democrática, es uno de los caminos para avanzar y profundizar el despegue, este impulso liberador. Y Néstor en la memoria. Las mil flores. Convoque, entonces…”
Ya es noche. La Plaza es un festejo. Otro tiempo. Otro aire. Eso dice Edgardo Depetri.
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