“A Macri le molesta la ‘Estética de los Pobres”
Scioli le pega a su ex amigo y el caso Fornieles sigue sin respuesta
Por Carmelo Paredes, especial para Causa Popular
En medio de la polémica desatada por la creciente ofensiva del gobierno porteño contra los cartoneros, el gobierno bonaerense acusó a Mauricio Macri, de promover el desalojo de los cartoneros que acampaban en el barrio de Belgrano, porque a algunos de sus integrantes "parece molestarles la estética de los pobres". La respuesta se originó luego de que los hombres pro dijeran que los intendentes del Conurbano "no resuelven ninguna de las situaciones sociales" de los cartoneros, para asegurar luego que los trabajadores arriban "cada vez más" a Capital Federal para buscar residuos.
Cruzado por una serie de cuestionamientos por su papel, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, salió con los tapones de punta a pelearse con sus mejores interlocutores. Dijo que "el macrismo debería ser menos repulsivo con los recuperadores urbanos y tratar de ayudar a resolver su situación".
Pérez se refirió al desalojo con incidentes de unas 50 familias concretado por agentes policiales y empleados comunales en la zona de Barrancas de Belgrano, barrio en el que permanecían desde el cese del funcionamiento del Tren Blanco.
"A algunos dirigentes de la Capital, parece molestarles la estética de los pobres, a nosotros, nos preocupa ayudarlos con planes de empleo y capacitación", remarcó Pérez en un comunicado de prensa. Y agregó que "el macrismo debe aprender de los intendentes del Conurbano en la lucha contra la pobreza", porque "llevan adelante en materia social" gestiones que calificó como "importantes". También sostuvo que "los intendentes siempre fueron el primer escalón de la contención en momentos de crisis, sosteniendo comedores comunitarios, salas de primeros auxilios y planes de trabajo."
Las andanadas macristas vinieron de uno de los sectores más oportunistas. Es el caso del legislador porteño de PRO Martín Borrelli que espetó que los intendentes del Conurbano "no resuelven ninguna de las situaciones sociales" a los cartoneros que llegan "cada vez más" a Capital Federal con el fin de buscar residuos.
En su papel de Corach de segunda, justificó el operativo de desalojo realizado en Belgrano, al expresar que "muchas veces, estas personas ponen en riesgo su propia vida y la de los menores" que los acompañan.
Del otro lado de la General Paz, el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados bonaerense, Martín Ferre, respondió que el gobernador Daniel Scioli impulsa un "Estado social activo", al que definió como "motor del desarrollo con inclusión".
"Por este motivo, resultan irresponsables las acusaciones de ciertos legisladores porteños de la oposición que, con total cortedad de miras, comentan que el Estado (provincial) mira para otro lado y no se está haciendo nada", se quejó en un parte informativo.
Al comienzo del lunes el jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, consideró que "no hay ninguna duda de legalidad" del desalojo de los cartoneros que acampaban en Barrancas de Belgrano, aunque la primera marca de resquebrajamiento se llame Pablo José Fornieles. La historia lo registrará como el primer funcioario renunciante del gobierno de Mauricio Macri.
Si bien hasta ahora todo es parte de una polémica que la comuna trata de minimizar, lo cierto es que las únicas razones que adujo el ex Director General de Reciclado fueron personales.
Desde que cerró el Tren Blanco, cientos de familias estuvieron acampando en parques y plazas en los barrios de Belgrano, Núñez y Coghlan. Según pudo comprobar Causa Popular, los desplazados trabajadores cartoneros, sostienen que Fornieles fue el único que trató de aplicar las leyes que los considera "recicladores urbanos" y por eso se fue. Según indicó Noticias Urbanas, el funcionario saliente se identificaba con la vicejefa Gabriela Michetti, mientras que el encargado de la basura, el subsecretario de Higiene Urbana Gustavo Grasso, reporta al jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta. La discusión de fondo era qué hacer con los cartoneros. No hay lugar a dudas: Mauricio Macri no quiere legalistas en su equipo y está preparado en llevarse a los cartoneros por delante.
Aunque la polémica por Fornieles quedó perdida en la jungla informativa, lo que si quedó en evidencia fue la confusa confusa situación registrada el día del procedimiento, debido a que, poco después del desalojo, la administración porteña emitió un comunicado en el que dijo que existía una orden judicial para aplicar el operativo.
A las pocas horas, mediante otro parte informativo, corrigió esa información y aseguró que promovió el operativo por "vía administrativa", luego de que una Fiscalía estableciera que los recolectores habían incurrido en una contravención al ocupar de manera "indebida" el espacio público. Algo muy parecido a mentir y tratar de revertirlo cuando es demasiado tarde.
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