La discriminación y la segregación: espíritu del nuevo gobierno porteño
Por Roberto Koira, especial para Causa Popular
Sobre llovido, mojado, el legislador porteño de PRO-Recrear, Marcelo Reis,
presentó un proyecto para que los cartoneros no puedan entrar más a la Ciudad, luego de los incidentes desatados en el desalojo del asentamiento de Belgrano. “La norma implicará mantener la ciudad más limpia y evitar problemas de inseguridad y drogadicción que se esconden detrás de los recolectores callejeros”, aseguró el diputado. Parece que el problema de inseguridad y la drogadicción es un problema sólo de los pobres según la visión del legislador “gerente”.
Cuando se conoció la “democrática” iniciativa, la oposición salió con los tapones de punta para repudiar la medida. Diego Kravetz explicó que “Después de ésta, va a venir una ley que no permita entrar a la Ciudad a las personas con piel oscura. La de Meis es una medida totalmente discriminatoria”. El titular del bloque kirchnerista de la Legislatura exigió “que se solucione el conflicto y no que se tire a la gente más allá de la General Paz”.
La dirigente del MST, Vilma Ripoll, sostuvo que “Se deben hacer centros de reciclado, como prometió Macri, que harían el trabajo más seguro; se le debe exigir a TBA, subsidiada por el Estado, que reponga el tren blanco y, sobre todo, se deben crear puestos de trabajo para los recolectores”.
Uno que esta de acuerdo con la política macrista es el abogado Javier Miglino, sobreviviente del incendio de Cromañón, quien denunció los asentamientos por los considera una tragedia en potencia. Pero exigió a Mauricio Macri “que trabaje 24 horas por día como dijo en campaña para solucionar este problema, que no puede ser tan difícil de resolver”.
El macrismo quiere una Policía de la Ciudad
El legislador de la Ciudad Cristian Ritondo presentó una iniciativa por la cual se crea la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El macrismo no se da por vencido respecto a la idea de contar con una policía propia.
Según la propuesta, la Policía a crear tendrá competencia exclusiva en materia de protección de las personas y bienes, seguridad y prevención del delito y auxiliar de la Justicia, dentro de la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dependerá orgánica y funcionalmente del Poder Ejecutivo, por intermedio del Ministerio de Justicia y Seguridad.
Las funciones de la nueva fuerza de seguridad, serán las de prevenir e investigar delitos y contravenciones, mantener y restablecer el orden público y la seguridad pública, proveer a la seguridad de las personas y a sus bienes, cooperar con la Justicia Federal y auxiliar a la Policía Federal. El proyecto determina los pasos para la designación del personal de la fuerza, cuyo Jefe será nombrado por el ejecutivo de la ciudad, quien elevará el pliego a la Legislatura con los antecedentes del candidato. El Presupuesto General de Gastos y Cálculos de Recursos de la Ciudad asignará anualmente las partidas presupuestarias para su funcionamiento.
Pobres los cartoneros y los portadores de caras extrañas con policía propia, y si se aprueba el proyecto de Meis, el gobierno de los gerentes tendrán las manos libres para solucionar el problema de la pobreza a su manera: con represión y exclusión de los “indeseables”. Fuente Página/12
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