Los movimientos Sociales se reunieron con Kirchner



A explicar con tiza y pizarrón

Néstor Kirchner recibió en la sede del Partido Justicialista a Luis D’Elía, Edgardo Depetri, Lito Borello y Gastón Harispe, entre otros. Acordaron realizar una campaña de “esclarecimiento” sobre el conflicto rural. Convocaron a un acto para el jueves.

“Los invité a esta casa, pero comprendo que algunos hayan puesto reparos en venir.” La frase de bienvenida que Néstor Kirchner les dedicó a sus invitados de los movimientos sociales dibujó algunas sonrisas. La sede nacional del PJ, Matheu 130, en Once, traía malos recuerdos para la mayoría de los miembros de organizaciones de desocupados. A muchos les recordaba a Carlos Menem y la reconversión al neoliberalismo (el edificio de cuatro pisos y quincho fue inaugurado por el riojano a fines de 1991). El grupo de dirigentes sociales estaba integrado por el diputado Edgardo Depetri (Frente Transversal), Luis D’Elía (FTV), Lito Borello (Comedor Los Pibes), Gastón Harispe (Octubres), entre otros.

Kirchner los recibió en la sala del Consejo Nacional del PJ. Una hora más tarde, los dirigentes anunciaban que a partir de hoy iniciarán una campaña de esclarecimiento a favor de las retenciones móviles y que el jueves próximo realizarán un plenario nacional con delegados de todo el país al que asistirá Kirchner. El acto probablemente se realice en el Luna Park.

La reunión formaba parte de la ronda de consultas que el propio Kirchner se autoimpuso como tarea inmediata desde que terminó el acto de las cámaras patronales del campo en Rosario. El encuentro comenzó a las 19. En ese momento la calle Matheu ya estaba cortada y ocupada por unos doscientos manifestantes. “No queremos un partido/ un partido liberal/ queremos un movimiento/ nacional y popular”, se oía cantar desde el primer piso. Kirchner recibió a sus invitados flanqueado por un viejo conocido de todos, el dirigente Emilio Pérsico (Movimiento Evita), a quien el santacruceño designó como secretario de organizaciones sociales del PJ, y el legislador porteño Juan Cabandié.

Lo que siguió fue una intervención en solitario de casi una hora en la que el ex presidente dio detalles del conflicto con el campo (contó que mantener la cotización del dólar en 3,15 pesos costaba 12 mil millones de dólares al año), dijo descreer de las encuestas que publican los medios y convocó a hacer acciones, pero sin confrontar con los ruralistas (“déjenlos”, fue la sugerencia).

El anfitrión también estaba acompañado por el diputado Carlos Kunkel y el intendente de Florencio Varela Julio Pereyra. La lista de invitados incluía además a la ex titular de Ctera Mary Sánchez, Sergio Berni (Militancia Social), Leandro Díaz (MTD Trabajo y Dignidad), Sandra Cruz (Frente Transversal), Alicia Sánchez y Rubén Pascolini (FTV), la diputada provincial Adela Segarra (Movimiento Evita) y el secretario general del Partido Comunista Congreso Extraordinario, Jorge Pereyra.

La charla comenzó con un análisis del conflicto rural que buscó coincidencias en Sudamérica. El ex presidente coincidió con sus interlocutores en que podían encontrarse ciertas similitudes entre la intención secesionista del oriente boliviano con la cruzada de algunos sectores del campo para que las retenciones de la soja se coparticipen con las provincias que la producen.

La preocupación por ese discurso sería expuesta luego en la conferencia de prensa. “Nos parece peligrosísimo lo que vienen planteando algunos ruralistas cuando dicen que la riqueza debe quedar en los municipios y las provincias. Plantean la regresión y el retorno del unitarismo, están planteando la ruptura del Estado federal”, denunció D’Elía ante las cámaras. Durante la charla con los dirigentes sociales, Kirchner aportó información sobre lo que considera el núcleo del conflicto.

Dijo que el eje de la pelea es la resistencia del 3 por ciento de los productores rurales, que correspondería a los grandes terratenientes de la pampa húmeda, a desprenderse de una renta extraordinaria de 750 millones de dólares para destinarlas al pago de derechos de exportación (o retenciones móviles). En la conferencia de prensa, Pérsico machacó crudamente con esas cifras. “A ese sector tenemos que sacarle la mayor rentabilidad posible para poder redistribuir la riqueza”, desafió.

En confianza, Kirchner se permitió contar algunas intimidades de cómo están viviendo él y su esposa la protesta contra las retenciones. Entonces contó que en los últimos días le había dicho a CFK que así como él se había “recibido de presidente” al soportar y vencer la presión corporativa de la Corte Suprema, ella haría lo mismo al superar la presión sectorial de las cámaras patronales del campo.

Y para el final, entre sonrisas, agregó otra revelación: les contó a sus invitados que cuando el secretario legal y técnico Carlos Zannini le acercó el borrador con el documento del PJ sobre las retenciones móviles, él lo leyó y le espetó una pregunta a bocajarro. “Che, ¿el documento lo escribió D’Elía?”

Por Martín Piqué

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