Raciones recortadas, baños rotos y escombros en las colonias porteñas
Tiempo Argentino acompañó a la defensora adjunta del Pueblo de la Ciudad, Graciela Muñiz, quien había señalado irregularidades en las colonias de verano, y pudo constatar algunas de las falencias sanitarias y edilicias denunciadas
La defensora adjunta del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Graciela Muñiz, autora de un informe sobre las falencias edilicias, sanitarias y pedagógicas de las colonias de verano dependientes del gobierno porteño, dice saber de lo que está hablando. Ex campeona sudamericana y argentina de natación, también es profesora de educación especial y trabajó como coordinadora de natación en las colonias de verano de la Ciudad antes de asumir su puesto actual, en 2003.
El verano pasado había elaborado un informe con recomendaciones al gobierno de la Ciudad, luego de haber recorrido uno por uno todos los polideportivos que gestiona la Subsecretaría de Deportes porteña y las escuelas afectadas a colonias de verano, que maneja el Ministerio de Educación de la Ciudad. “Hicieron caso omiso a aquel informe. Ya el año pasado veníamos marcando las falencias sanitarias y edilicias que ponen en riesgo la integridad física de los chicos. Como organismo de contralor, es nuestro deber señalarlo”, afirmó ayer a Tiempo Argentino.
Este diario intentó comunicarse con el subsecretario de Deportes porteño, Francisco Irarrázaval, pero fuentes de esa repartición indicaron que no haría declaraciones y que consideran que el trabajo de la defensora Muñiz “es mal intencionado y que no se corresponde con la realidad”.
Ante la negativa, este diario acompañó a la defensora adjunta en una recorrida por los polideportivos. En el Parque Sarmiento se pudieron constatar algunas irregularidades: lavatorios sin grifos y baños del centro deportivo en muy mal estado. “Si bien hay una hilera de baños químicos, no alcanzan a cubrir el servicio para los casi 5000 chicos que vienen todos los días. A veces, cuando un chico tiene urgencia y estamos alejados de la hilera de baños, terminamos usando los que están debajo de la cancha de atletismo, que están rotos”, dijo una profesora de la colonia que pidió preservar su nombre.
Muñiz afirmó que tanto en esa colonia como en la que funciona en el Parque Chacabuco “no alcanzan las raciones alimentarias para todos los chicos y se debió disminuir su pesaje para que todos puedan comer”. La defensora adjunta sostuvo respecto de este último, adonde concurren unos 1500 chicos y 200 niños discapacitados, que “se comenzaron obras de refacción 15 días antes de que empezara la colonia. Y los niños deben sortear en forma cotidiana los elementos de construcción, con el peligro que esto representa.” Además, destacó que “tampoco hay libros de aguas en los natatorios que puedan indicar el nivel de cloro y la claridad. En cualquier pileta de la ciudad, si no está este libro, se debe clausurar el lugar”, y agregó que, en tales condiciones, “dentro de los natatorios los chicos pueden agarrarse cualquier infección”.
Muñiz sostuvo que “mientras en los parques adaptados como playas inaugurados por el gobierno de la Ciudad hay seguridad las 24 horas, y carritos que van y vienen asistiendo a la gente y vigilando, en los polideportivos ni siquiera los docentes están intercomunicados entre una punta y otra”.
“En las escuelas ni siquiera les llega a los chicos el papel higiénico, los profesores hacen vaquitas y las compran entre ellos. Si un chico se raspa en una rodilla, no hay que llamar al SAME, tiene que haber botiquines”, dijo Muñiz. Otra parte de sus denuncias se refiere a los materiales de limpieza: “No llegan ni lavandina, ni detergentes, ni guantes para limpiar.”
–¿Alguna colonia está funcionando en condiciones óptimas?
–Sí, la de Parque Pomar, en Floresta, está muy bien. Y otras también funcionan en buenas condiciones. Pero como organismo de control es nuestro deber informar sobre todas las irregularidades.
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