Edgardo Depetri y Hugo Yasky. Homenaje a Germán Abdala





Palias de Glace. Paredes pobladas de pasado y presente, de hombres y alguna mujer, “esa mujer”, y el General con su sonrisa que sigue girando en el tiempo. Casi se diría, imágenes de la historia no contada, o lo que se ocultó de hombres que pensaron una patria, un país nación donde “valiera la pena vivir”. Voces, imágenes y Cristina que desde un video en silencio, dice. Sigue diciendo



Y quiénes pensaron esta excelente muestra, utilizaron recursos diversos, como que uno entraba a una habitación y ante pantalla gigante uno queda, la propia imagen de uno mismo, queda en medio del bombardeo Plaza de Mayo. O un gorila al cual tirarle pelotazos.

Y todo, un conjunto de nuestra historia, que es recomendable ver.

Hugo Yasky

“Yo agradezco a los organizadores de estos encuentros, que la figura de Germán Abdala forme parte de espacio que rescata la memoria de los luchadores populares, que nos han permitido con su aporte, con sus luchas, con su pensamiento llegar a este punto de la historia donde hoy nos encontramos. Creo que nuestro país, desde la resistencia, que comenzó no ahora, hace mucho y se pierde en la memoria…”. Ahora es Hugo Yasky y su forma reflexiva, como entrándole al tema por la ribera, sabiendo que hablar de Germán es compartir una responsabilidad.

Esa resistencia que nos permitió construir este tiempo. Y yo siento que militantes como Germán Abdala son parte de este tiempo, era de esos hombres que más que creer, tenían la certeza de que en el andar los movimientos populares, los pueblos, en algún momento, encuentran el camino. Creo que la militancia sindical de Germán comenzó trazando un puente, entre lo que fueron los militantes como Amado Olmos o Agustín Tosco y creían que había que convertir a la clase trabajadora en protagonista de los cambios sociales. Creo que Germán logró ese tendido, ese puente entre lo que fue la CGT de los Argentinos y lo que vino después en la etapa de los 90, cuando comenzamos a darle forma a la resistencia contra neoliberalismo. Y a lo que fue la conformación de la Central de los Trabajadores de la Argentina. CTA.

Así, con ese perfil, en la voz de Hugo, la figura de Germán Abdala va creciendo, aparece el hombre, el compañero y luego, la muerte para cegar tanta alegría de vida, tanto sueño. Sueños que él había sembrado, había logrado lo que pocos hombres logran, hacer escuela. Herencia. Hugo va modelando la figura de un gigante, por ahí demasiado humano, como suelen ser los grandes hombres. Y agrega: la política se construye desde símbolos, desde ahí se comienza a construir identidad. Y el símbolo de la renuncia al partido Justicialista en el momento que Menem larga el indulto a los genocidas, marca un punto de quiebre, entre la quietud y la resistencia. Y eso es símbolo.

De eso se trata. De símbolos que forjan futuro. Y la fuerza que da la certeza del pensamiento. Germán sabía que el gran objetivo era la unidad. Y que la unidad solo se logra en la diversidad. No le hizo asco a ningún compañero mientras se compartiera un ideario de lucha. Su exclusión era clara, represores, corruptos, traidores, pero de ahí en más incorporaba. Y, es un lugar común, pero lo decimos: Germán Abdala fue el mejor de todos nosotros. Y cuando fue lo de la Carpa Blanca, el primer homenaje fue a Germán. Y yo quiero decir que tengo el orgullo de haber compartido con él esta construcción y de seguir creyendo en las razones por las cuales Germán luchó, dio su vida y murió sabiendo que íbamos a encontrar el camino en esta pelea por la esencia de país que creo, estamos haciendo ahora. Gracias
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Palabras de Hugo para el compañero.

Edgardo Depetri

Su turno. Edgardo emocionado ya antes de la primera palabra. La garganta que aprieta y la lágrima que queda voyando en el ojo. Es raro- dice. Extraño, hablar de alguien que uno amó. Me pasó con la muerte de Néstor. Son sentimientos duros, rocas del corazón. Y Bueno. Vamos. Yo conocí a Germán en Río Turbio (olvida decir que trabajaba, que era minero). La dictadura había resuelto el fin del yacimiento, el sindicato estaba intervenido por Hortwart que era un hombre de la Armada. Y yo – y otros muchos- no sabía nada de sindicalismo, pero vamos a ATE. Había 2000 mil obreros en el yacimiento y sólo 150 afiliados. Comprendemos, nos guía con guante de seda, que hay que meter todo el mundo ahí. Lo metemos. En ese conflicto y de esa manera conozco a Germán. Y a Víctor de Gennaro.

Creo, de ahí nos viene la matriz, la formación, porque era un formador de pensamiento. Y estamos ahí, está y Howarth quién nos desafía: bueno, si juntan 200 compañeros en una asamblea, podemos discutir. Eran las 11 de la mañana. A las 4 de la tarde le metimos 2 mil compañeros. De ahí comprendimos que importante la organización, la unidad, los sindicatos. Entonces ahí comenzamos a entender, empezamos a la vida política al calor de la lucha, de la confrontación por salvar el puesto de trabajo de todos. Y ahí también conocimos a Néstor y a Cristina, y los conocimos como abogados, militantes, que iban a ayudar en la crisis de ese yacimiento.

Edgardo habla del Germán amigo, del que compartía la alegría. Habla del aporte al movimiento popular a los trabajadores. Y el apuntaba a la construcción de un país y una sociedad diferente. Iba adelante en el pensamiento, eso quiero decir. No era solo salvar un trabajo. Era accionar para cambiar un país. Y Germán instala la discusión del Estado – eso mismo que se discute hoy. Y en ese sentido, en la defensa del Estado pone la discusión contra el modelo neoliberal. Es esto que decía Hugo, Germán como puente y donde no era sólo la lucha contra la dictadura sino salir con una idea de país, de sociedad justa, con derechos.

Esto se dice fácil ahora- dice como pensando Edgardo Depetri. Pero en esa época que martillaban diciendo “hay milicos para cien años”. Que parecía un destino manifiesto, destino desdichado pero irreversible. Ahí hay que interpretar la voz de Germán. Era un hombre de pensamiento y acción, algo raro que alguien tenga esas dos virtudes. No solo pensamiento sino acción, construir era casi una obsesión. Por eso unidad era esencial para él. En el sindicato de Capital había de todo pelaje ideológico menos los que ya sabemos. Construcción en la diversidad, es la idea.

Y Depetri va desgranando hasta la primera huelga general contra el menemismo, como Germán es una pieza clave en ese armado. Y si no pudimos parar el proceso –sigue diciendo- hubo una formación, un objetivo. Y va desmembrando una historia donde se surge el rearmando la resistencia. Peronismo o Liberalismo. Indulto a los militares y renuncia al PJ. Y Menem no sólo entragaba recursos sino entregaba poder.

“El menemismo no sólo entrego sectores rentables de la economía, el menemismo entregó poder, porque al entregar el Estado entrega poder. Entrega la capacidad soberana del Estado de intervenir en el mercado”. Eso es germán. Entonces, estamos ante lo que es el pensamiento. Hoy, ahora estamos aquí, donde se ha rendido homenaje a grandes luchadores de nuestra historia. Y es fantástico y justo que esté Germán Abdala.

Y lo sembrado, lo que no pudo ver Germán, pero que fue artífice, constructor, no sólo de la resistencia, sino por donde había que salir de esa resistencia, hacia que país. Entonces cuando en Mar del Plata enterramos al ALCA, yo creo que ahí estaba Germán. Porque nosotros le hicimos la primera huelga contra el ALCA mucho antes que Néstor fuera presidente. Y algo que quiero traer, Germán dijo, si estamos en todas las luchas, también queremos estar en todas las decisiones”. Creo que esa frase, ese concepto nos ha quedado como mandato para el movimiento sindical, para el movimiento popular.

En ese sentido, más allá de los sentimientos que me son propios, creo que Germán nos sigue acompañando, sigue empujando, como lo siguen de los nombres ilustres que vemos en estas paredes del Palais de Glace, que van de Scalabrini Ortiz, Jaureche o por supuesto Perón y Evita. Y Néstor. Y Rodolfo Walsh. Y más.

La historia abreva de ellos. Y digo para terminar: gracias Germán

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